Al colocar los sellos en la entrada de la la Monumental Plaza de toros México, que se ubica sobre la calle de Augusto Rodín, el activista aseguró: «es un recinto de muerte y no podemos permitir que exista». Asimismo pidió a las autoridades de la Ciudad de México que el lugar sea convertido en una plaza comercial, «que se aproveche este espacio para otra cuestión, con otra finalidad», solicitó Animal Rights.
Ciudad de México, 15 de febrero (SinEmbargo).- La organización Animal Rights llevó a cabo la clausura simbólica de la Monumental Plaza de Toros México, ya que de acuerdo con Juan Francisco Martínez Ortíz, director general de la asociación, «en el lugar se violenta la declaración Universal de los derechos de los animales ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU)».
«El dinero no es nada en comparación de la vida, al proteger a los animales, nos estamos protegiendo a nosotros mismos y a la sociedad», subrayó.
En el mismo sentido, destacó que las personas con tendencia hacia el maltrato animal generalmente terminan por dañar también a las personas. «Es el momento de parar esto: es una psicopatía y yo creo que todas esa personas que vienen a contemplar la muerte de un toro más que socióptatas, tienen una tendencia psicópata. Quien permite y no tiene sensibilidad, puede permitir y llevar a cabo el asesinato de cualquier ser humano. En el momento en que uno lo aprueba y en el momento en el que dice ‘adelante’, lo estás permitiendo», aseguró.
Además, agregó que «en las corridas de toros hay una violación clara a los derechos del animal. No sólo es la tauromaquia, hay que parar todo lo que sea sacrificio injusto de animales porque es un principio básico en nuestra declaración universal y es una declaración adoptada por Naciones Unidas y por la propia Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco)», subrayó.
Con esta campaña inician un proceso para que la ONU retome el tema y los países se suscriban a la declaración, incluyendo México. Asimismo la ONG hace un llamado al gobierno de Enrique Peña Nieto para que firme ante la ONU y se ratifique ante el Senado de la República, de conformidad a lo establecido en el artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La declaración universal de los derechos de los animales fue adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas en la Tercera reunión sobre los derechos del animal, la cual se celebró en Londres en septiembre de 1977. El 15 de octubre de 1978 fue proclamada por la Liga Internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas que se asocian a ellas; posteriormente fue aprobada por la Unesco, y finalmente por la ONU.
Dicha declaración establece, entre otros puntos, que «todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia». En el artículo segundo se destaca que «todo animal tiene derecho al respeto; que el hombre, como especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a los otros animales o de explotarlos, violando ese derecho», en cambio tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales.
Y agrega que todas las especies tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre. El articulo tercero menciona ningún animal deberá ser ser sometido a malos tratos ni a actos crueles.
«Es el momento de hacer un cambio, es el momento de que realmente respetemos un principio universal, no es algo inventado de la noche a la mañana», dijo Martínez Ortíz.
Al colocar los sellos en la entrada de la la Monumental Plaza de toros México, que se ubica sobre la calle de Augusto Rodín, el activista aseguró: «es un recinto de muerte y no podemos permitir que exista». Asimismo pidió a las autoridades de la Ciudad de México que el lugar sea convertido en una plaza comercial, «que se aproveche este espacio para otra cuestión, con otra finalidad», solicitó.
La Relatoría Especializada para los Derechos del Animal impulsa la iniciativa Animal Rights ante la ONU y ante la Unión Europea, buscan que las normatividades a nivel mundial contemplen estos derechos y también los de quienes tratan de defenderlos: «no sólo es la protección de los derechos de los animales como un principio universal, sino también proteger a los protectores de animales», comentó.
El activista exhortó a la sociedad mexicana «a tener un poco más de calidad humana, a ser más sensibles. Estamos acostumbrados a ver muertes diariamente, hemos perdido esa parte humana, creo que es el momento de volver a despertarla», concluyó.