Los cocodrilos habían sido adquiridos por la granja «Cocodrilia”, que se dedica a la cría, conservación, exhibición y aprovechamiento comercial de los cocodrilos.
Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) interpuso una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) en Quintana Roo, en contra de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAs) por el supuesto traslado indebido de 124 cocodrilos que provocó su muerte.
Se denuncia que los cocodrilos de pantano (Crocodylus moreletii) se encontraban ya muertos al momento de descargar los 350 ejemplares ha fueron trasladados por carretera desde Culiacán, en la costa del Pacífico, hasta Chetumal, en la península de Yucatán.
La causa de la muerte, aseguran, fue el hacinamiento y trato indigno que recibieron, hecho que se considera como ilícito previsto y que es sancionado por el artículo 420 de Código penal Federal.
La denuncia está levantada en contra de los directores de la empresa Cocodrilos Mexicanos S.A. de C.V. , así como Cocodrilos Exóticos de Quiontana Roo S.P. de R.L. de C.V., con clave de registro número dgvs-cr-in-1328-q.roo/11 y ine/cites/dfyfs-cr-in-0069-sin/99 respectivamente busca penalizar a administradores, gerentes y /o directores.
En el comunicado de la Profepa se explica que los “cocodrilos estaban marcados en su mayoría a través de corte de cresta caudal, sin embargo 49 de estos no se encontraban marcados, de los cuales 36 se marcaron al momento de descarga y antes de ser puestos en el sitio destinado; y 13 no se marcaron toda vez que se trataban de organismos sin vida”.
Estos cocodrilos se hallaban en una jaula tipo ganadera de 52 pies (2.8 m x 15m x 4 m), la cual duró tres días, donde se registraron un total de 350 ejemplares adultos de cocodrilo de pantano, mismos que venían contenidos en diferentes niveles o espacios de lo ancho y largo de la jaula, con divisiones elaboradas de madera a manera de multiniveles.
Durante el desembarque, inspectores federales constataron que durante el desembarque se contabilizaron un total de 124 ejemplares muertos en diferentes estados de descomposición. Es importante señalar que varios de estos ejemplares se observaron flacos, desnutridos, con diferentes defectos, heridas o lesiones en el cráneo o patas, detalló la Procuraduría.
Señala que los encargados de la UMA seleccionaron los ejemplares sin vida con el propósito que fuera aprovechada su piel, de tal manera 54 ejemplares fueron desechados por el grado de descomposición y por lo ya no eran aptos para estos fines. Mientras que el resto, 70, fueron guardados en una área cerrada con hielo para evitar su proceso de descomposición.
Esta especie de cocodrilos, señala la institución, se encuentra dentro de la categoría Sujeta a Protección especial (Pr).
Cabe señalar que que al momento de la inspección¡, los representantes de la UMA Cocodrilos Mexicanos no dieron aviso del descose de dichos ejemplares ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y Profepa.
COCODRILOS EN TAJAMAR
En tanto, la organización Salvemos Manglar Tajamar, conformada por ciudadanos independientes, denunció este día el traslado de corrillos del lugar.
La organización, a través de su perfil de Facebook, informó del hecho dirigiendo a la SEMARNAT, la Profepa y El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), en el que advierte que no se está impidiendo que las autoridades hagan su trabajo pero que documentarán el hecho.
El 22 de enero pasado, la organización pidió por medio de un comunicado a biólogos expertos y a la ciudadanía en general a que se sumaran a las labores para proteger a los animales que sobrevivieron a la devastación en la zona del Malecón Tajamar.
“Los cocodrilos requieren de una urgente reubicación porque sus condiciones de vida en la devastación del Manglar Tajamar no les garantiza alimento, las charcas están en proceso de descomposición por peces y moluscos muertos. Colabora urge reubicarlos”, alertó.
Además, SAT solicitó el apoyo de ciudadanos para que custodiran las entradas a la zona desde el lunes 25 de enero, con el objetivo de “orientar e impedir la entrada al Malecón Tajamar a corredores, prensa, transeúntes y a la comunidad en general con el fin de permitir que el comité de rescate realice su trabajo de manera adecuada, todo esto con autorización del municipio”.