Hay una relación entre estos dos sentimientos de enamoramiento y embriaguez: El lenguaje corporal relajado, la confianza en si mismo y la disposición a conseguirlo todo.
Por Hilary Pollack
Ciudad de México, 29 de enero (SinEmbargo/VICE Media).- Aquí es donde podríamos empezar con: “Entra un borracho enamorado a un bar y..”. Pero nos abstendremos porque ya lo hemos hecho. Existe un empate poético entre estos dos sentimientos de mirar los ojos de tu enamorado y beber una segunda ronda de Perlas Negras. Llamémoslo “mariposas en el estómago”, pasión tuitera o tambaleos. Pero sin duda hay una relación entre estos dos sentimientos de enamoramiento y embriaguez: El lenguaje corporal relajado, la confianza en si mismo y la disposición a conseguirlo todo.
Ahora, investigadores de la Universidad de Brighton confirmaron que el alcohol comparte mesuradamente la oxitocina, una hormona que hace que las mujeres sientan esa obsesión con sus hijos, así como el sentimiento post-coito de cucharear, presentando en ambos sexos.
En un nuevo estudio publicado por las Reseñas de Neurociencia y Bioconducta, un equipo de la universidad de Birmingham, detalla las características de estos dos químicos, argumentando que la reputación de la oxitocina como la “Hormona del amor”, esconde un lado oscuro.
Aunque se conocen los beneficios de la oxitocina– reduce estrés, incrementa la empatía , procura la conducta generosa y es un integral para el parto– El equipo de la Universidad de Birmingham, argumenta que también genera agresión, envidia, competitividad y arrogancia. Suena al amigo borracho incontrolable, ¿No?
El alcohol y la oxitocina, también reducen el miedo y la ansiedad, lo cual nos hará sentir mejor pero también menos responsables sobre las decisiones que tomemos bajo su influencia. Entonces, ¿Por qué fajar tiene el mismo efecto en nuestro psique que una pareja de horas en un bar? El Dr. Ian Mitchell de la Universidad de Birmingham de la facultad de psicología, dice que los químicos causan reacciones similares en nuestro GABA (ácido γ-aminobutírico), que son circuitos en nuestra corteza prefrontal que controlan nuestros niveles de estrés, miedo y coraje.
Si alguna vez han confiado de más en alguna persona después de la peda o de unos besos, seguramente les sonará familiar esta sensación de incertidumbre del porque le contaste a Brian sobre tu fantasia con payasos hobo. Bueno amigo, estabas bajo la influencia del whisky o herido por una flecha de cupido.
Aunque ahora se puede comprar Oxitocina sintética– obtenida de manera cuestionable–El equipo advierte que el lado oscuro de esta substancia es preocupante, así como su auto-medicación, que no es más que un intranasal punch de confianza (o una peda con hormonas), los riesgos en la conducta pueden incrementar. Los investigadores reconocen que la hormona tiene tendencias prometedoras en términos de tratamiento de enfermedades psiquiátricas, así como irónicamente el alcoholismo. Se deben realizar más estudios para poder comprender plenamente sus posibles aplicaciones.
Curiosamente, un estudio australiano, realizado recientemente en este año, encontró que las ratas de laboratorio que consumieron la oxitocina, presentan mayor dificultad para intoxicarse con alcohol, ya que la hormona bloquea y sobrecarga los receptores GABA, que evitan que el alcohol se absorba de manera completa.
El lado positivo de esto: Si tienes pareja podrás emborracharte cuando quieras y sin cruda.