Mientras que los brotes de zika en Brasil y países aledaños alarman a la comunidad mundial, las autoridades de Río de Janeiro confían en que el peligro disminuirá con el paso del tiempo y no afectará los Juegos Olímpicos. En tanto, la presidenta de Brasil convocó a una «guerra» contra los mosquitos para frenar la enfermedad.
Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).- El Comité Olímpico Internacional (COI) asesorará a todos los comités olímpicos sobre cómo lidiar con el virus del zika en la antesala de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro que se inaugurarán el próximo 5 de agosto.
El presidente del organismo internacional, Thomas Bach, dijo el jueves que el organismo rector está en «estrecha colaboración» con las autoridades brasileñas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para discutir la situación del virus, que se propaga por la picada de un mosquito.
La OMS advirtió el jueves que el virus, que ha sido relacionado con defectos congénitos y problemas neurológicos, está «propagándose rápidamente». El organismo specializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial realizará una sesión de emergencia el próximo lunes para decidir si declara el brote como una emergencia sanitaria internacional.
Así mismo, Bach dijo que el COI enviará esta semana sus recomendaciones a los comités olímpicos y agregó que los organismos nacionales pueden «informar a sus atletas (sobre las medidas de seguridad) para demostrar que haremos todo lo posible para salvaguardar la salud de los atletas y todos los visitantes».
El presidente de la OMS agregó que el hecho que los Juegos se realizarán en agosto podría mitigar el impacto del zika, ya que por esas fechas es invierno en Brasil y en Sudamérica.
Sin embargo, a pesar del optimismo estacional por parte de Bach, las luces de alerta comienzan a encenderse en otras parte del mundo, sobre todo en aquellas naciones que pretenden participar en la justa olímpica cuyas delegaciones acudirían al país amazónico meses antes de que las competencias den inicio.
Nuevas cifras difundidas el miércoles por el Ministerio de Salud de Brasil como parte de una investigación sobre el virus zika muestran que se han confirmado menos casos de microcefalia de los que se temía inicialmente.
Los investigadores han estado analizando 4 mil 180 casos sospechosos reportados desde octubre y esta semana funcionarios dijeron que habían realizado análisis más intensos en más de 700 de esos casos, confirmando 270 de ellos y descartando otros 462.
No obstante, de acuerdo con algunos expertos, lo que esas cifras indican es difícil de decir, ya que no responde a la pregunta de si el virus tropical zika es el responsable de provocar que los bebés nazcan con cráneos más pequeños de lo normal. Así mismo, tampoco revela la magnitud del problema. Una postura que no deja contenta a las partes más preocupadas por lo que la enfermedad puede representar internacionalmente
«No creo que debamos bajar la guardia ante el brote de Zika», dijo Paul Roepe, director del Centro de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Georgetown.
DESPREOCUPADOS EN RÍO
No obstante, el alcalde de Rio de Janeiro Eduardo Paes no cree que el brote de zika «sea un problema para las Olimpiadas», que comienzan en seis meses en esta ciudad sudamericana.
Paes confía también en las condiciones climáticas durante las competencias y señaló que los juegos se desarrollarán cuando es invierno en el Hemisferio Sur y el clima es más fresco y seco, y «será más fácil» controlar la población de mosquitos.
Por su parte, Thomas Bach aseguró que el comité está «en estrecha colaboración» con las autoridades brasileñas y con la OMS sobre el tema del zika.
La llegada a Brasil el año pasado de la enfermedad transmitida por mosquitos causó inicialmente escasa alarma, ya que los síntomas del virus son por lo general mucho menos severos que los del dengue. Pero a fines del año pasado, después de notar lo que dijeron se trataba de un aumento en el defecto de nacimiento, las autoridades brasileñas solicitaron por primera vez a los médicos reportar los casos de pacientes bajo su cuidado. Por lo que no existen cifras sólidas para comparar con el nuevo recuento.
Las autoridades brasileñas señalan que aún creen que hay un marcado aumento en los casos de microcefalia y que sospechan que el virus zika, que apareció por primera vez en el país el año pasado, es el culpable. La preocupación es lo suficientemente alta que ha provocado que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) emitieran una recomendación este mes para que las embarazadas reconsideren viajar a países con brotes de zika. Además, autoridades de El Salvador, Colombia y Brasil han sugerido que las mujeres dejen de embarazarse hasta que la crisis haya quedado atrás.
Pero la Organización Mundial de la Salud y otros grupos han destacado que cualquier vínculo entre el virus y los defectos sigue siendo circunstancial y que no está demostrado científicamente. Y las nuevas cifras son un recordatorio de lo poco que se conoce sobre la enfermedad y sus efectos.
Mientras tanto, la presidenta brasileña Dilma Rousseff convocó a una reunión de los países miembros de Mercosur para debatir formas de unir fuerzas para eliminar el mosquito Aedes aegypti y el virus zika que trasmite.
La página web de la presidencia brasileña informó que Rousseff dijo a los periodistas que cubren la cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), en Quito, Ecuador, que la reunión del Mercosur sobre el zika se llevará a cabo el 2 de febrero en Montevideo, Uruguay.
La mandataria informó en su cuenta de Twitter que «hay que declarar la guerra a los mosquitos», una guerra que se centrará en la eliminación de los caldos de cultivo del insecto hasta que se desarrolle una vacuna.
–Con información de AP