Enero de 2016 pasará a la historia por ser la fecha empeñada en llevarse a nuestros músicos más queridos al otro patio. Sin avisar, sin anestesia, sin que podamos hacer nada al respecto
Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo).- La noticia la dio el periodista Chava Rock a través de un comunicado surgido en su agencia de medios: “Informamos con gran tristeza que Lalo Tex, “el Muñeco Mayor”, falleció este lunes en la madrugada por motivos de salud”
“La familia entiende el gran cariño que se le tiene a Everardo Mujica Sánchez, nuestro querido Lalo Tex, voz, guitarra y alma de Tex Tex”, agregaba el texto y citaba los 30 años de carrera del grupo señero del rock urbano nacional.
“Lalito siempre fue un maestro en el rocanrol, su peculiar forma de interpretar la música, de componer y, sobre todo, de desarrollarse sobre un escenario, le valieron ser uno de los grandes músicos de nuestro país”, precisaba un comunicado que desató la reacción inmediata de varios colegas del artista fallecido en las redes sociales.
UNA PERSONA ENCANTADORA
“Los que conocimos a Lalo Tex, sabemos que además de ser un gran gran guitarrista con un sonido potentísimo, era una persona encantadora. Sobre el escenario su buen humor siempre fue parte del éxito de Tex Tex (solía presentar ‘Que feo estoy’ de Rockdrigo diciendo que su jefa lo había dejado en obra negra)”, escribe el guitarrista Alejandro Otaola en su cuenta de Facebook.
“Fui uno de los invitados a tocar en el Zócalo en el Aniversario 18 de la banda lo cual fue todo un honor. Recuerdo que años después hice un chiste en alguna conferencia en la cual coincidimos y terminando se me acercó diciendo ‘deberías grabarte alguna de esas guitarras locas en alguna de las rolas nuevas’; era evidente que para él la música y el humor servían para conectar a las personas. Nunca se condujo con el ego exacerbado de los músicos con talento, pese a poseer un chingo de magia en su toque. Poco tiempo después me citaron en el estudio en el que estaban grabando el disco Me haces volar que salió hace como cuatro años”, cuenta el integrante de San Pascualito Rey y La Cuca.
“Por otros compromisos no pude tocar en el Lunario en la presentación del disco pero nunca olvidaré lo que dijo en la conferencia de prensa «el oficio del músico es poder, en cuatro minutos, transmitir lágrimas y sonrisas», concluye Otaola.
La pérdida de Lalo Tex – fallecido víctima de un infarto en un hospital metropolitano luego de ofrecer un concierto en Chimalhuacán-, nombre artístico del nacido como Everardo Mujica Sánchez el 30 de junio de 1959 y quien junto a su hermano “Chucho” presumió durante tres décadas de liderar el único grupo mexicano que junto con el TRI hacía rock verdadero, sacudió el ambiente local de la música.
Se supo la noticia en pleno luto por la partida de David Bowie, el gran maestro del glam rock, el artista renacentista que sabía vivir sólo en el futuro y que se fue a los 69 años dejando como legado el gran disco Blackstar, realizado casi a pie de tumba, con la ferocidad vital que lo caracterizaba, “genio y figura hasta la sepultura”, nunca tan literal y verdadero el conocido refrán.
“Nos siguen pegando abajo”, diría Charly García, cuya famosa canción sirve de ancla para describir el estado de ánimo que domina a los músicos del mundo cuando la muerte se encarga de producir una acumulación de coincidencias donde no dejas de llorar a uno cuando tienes que empezar a entristecerte por el otro.
Con la mirada perdida en el horizonte, el bajista Alonso Arreola, presto a su concierto del 29 en el Lunario junto a los formidables Michael Manring y Trey Gunn, busca cómo definir estas sorpresas dolorosas que lo obligan a encontrar palabras justas para cada uno de los que se fueron y tanto lamenta.
“David Bowie ha sido tan prolífico, tan bueno en distintas áreas, que esos 10 años en que estuvo inactivo fueron en realidad un tiempo para preparar The Next Day y Blackstar. Lo de Blackstar no puede creerse. Él sabía que iba a morirse pero tuvo la elegancia de no decir nada hasta el final. Pudo haber preparado el terreno como la gran mascarada final y no lo hizo. Realmente entregó una obra magistral que, claro, a la luz de su muerte adquiere otros significados”, dice Alonso.
El menor de los Arreola hará un homenaje a David Bowie en compañía de Sabo Romo, bajista de Caifanes, el próximo 29 en su concierto del Lunario, mostrando su devoción el flaco Duque Blanco cuya partida cuesta aceptar todavía, al igual que el fallecimiento de Lalo Tex.
ES MUY RUDO LO DE LALO TEX
“La verdad es que lo de Lalo Tex es muy rudo”, dice Alonso Arreola.
“Es una figura imprescindible de nuestro rock, muy cabrón. Para mí es un puente entre el rock urbano y el otro rock que tenemos en México. El respeto hacia él es unánime, porque si algo demostró Tex Tex y Lalo en particular es que se podía hacer rock urbano con vocación de calidad tanto interpretativa como compositiva”, explica.
“Me tocó compartir escenario con él muchas veces, cuando yo formaba parte de La Barranca y ¡qué pinche carisma, cabrón! ¡Qué bárbaro! ¡Qué pedazo de frontman! Y debajo del escenario también era un tipazo”, cuenta.
LA MUERTE DE GLENN FREY
Mientras escribimos esta nota, en algún lugar del mundo, alguien en este momento hace su propia versión de “Hotel California”, una canción que al parecer nunca pasará de moda y que encumbró a The Eagles, la banda formada en Los Ángeles en 1971.
Esta semana el mundo debió lamentar la muerte del líder de The Eagles, Glenn Frey, quien falleció a los 67 años, a causa de la artritis reumatoide aguda, colitis ulcerosa aguda y neumonía que sufría.
El guitarrista y cantante nacido en 1948 en Detroit fue uno de los responsables de moldear el alma de la banda. Creó un grupo de rock que perduró a través de las décadas y además fue un talentoso compositor con una voz excepcional.
“Hijo de un trabajador de una fábrica de autos, tenía apenas cinco años cuando comenzó a tomar clases de piano. «Solamente eso podía valerte una paliza en los suburbios de Detroit a la salida de clase», contó Frey alguna vez. Pero pronto cambió el teclado por la guitarra, luego de que durante un concierto de los Beatles experimentara como alucinaban las muchachas con buena música de rock”, cuenta el periodista Johannes Schmitt-Tegge en un informe para la agencia dpa.
“Como despedida, los Eagles difundieron la letra de «It’s Your World Now», compuesta también por Frey: «El tiempo que compartimos pasó tan rápido / Como un sueño, sabíamos que no podía durar / Pero lo haría todo otra vez / Si pudiera de alguna manera / Pero debo irme pronto / Ahora es tu mundo», agrega.
LA MUERTE DE PIERRE BOULEZ
“He perdido a un amigo íntimo”, dijo el afamado director de orquesta y compositor argentino Daniel Barenboim al conocer el fallecimiento de Pierre Boulez, acontecida el martes a sus 90 años en la localidad alemana de Baden-Baden.
«El mundo de la música ha perdido con la muerte de Pierre Boulez a uno de sus compositores y directores más importantes», comentó a dpa Barenboim, al lamentar el fallecimiento del artista valorado por sus composiciones, pero también sumamente célebre por su arte interpretativo y su dirección orquestal.
Alonso Arreola no puede más que coincidir con Barenboim y tantas otras figuras de la música que expresaron su dolor por la partida del maestro.
“A Pierre Boulez lo vi en vivo en Berlín, dirigiendo a Stravinsky, lo que representó para mí una gran experiencia. De Boulez a Lalo Tex, pasando por David Bowie, lo que nos queda es destacar que fueron artistas que hicieron las cosas lo mejor que pudieron todo el tiempo que pudieron”, dice el músico, escritor y periodista.
“No se trata de compararlos sino sólo de darnos cuenta de que cuando la muerte te agarre lo haga mientras estás produciendo. Morir de pie es una idea romántica, pero ese es uno de los grandes privilegios que te da la música”, concluye.
Paul Bley (1932-1916), el genial pianista y compositor canadiense de jazz y Dale Griffin (1948-2016), baterista de David Bowie, y fundador de la banda británica Mott the Hoople, se suman a las muertes de músicos en las semanas recientes. La tristeza no tiene fin.
