Dentro del PAN están preocupados no sólo por el pronóstico pesimista que hizo Marko Cortés para las próximas elecciones: también reconocen que la falta de mecanismos para investigar a sus militantes acusados por corrupción ha abonado a que cada vez menos personas confíen en el partido.
Ciudad de México, 16 de noviembre (SinEmbargo).– El Partido Acción Nacional (PAN) enfrenta una crisis propiciada por su alianza con los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD) —la cual ha molestado a la ciudadanía y llevado a la pérdida de simpatizantes— y porque entre sus filas hay políticos investigados por supuestos actos de corrupción, como es el caso del excandidato presidencial Ricardo Anaya y el exsenador Jorge Luis Lavalle, vinculados en la trama de Odebrecht, plantearon Adriana Dávila Fernández y Gerardo Priego Tapia, quienes hace unos meses buscaron la dirigencia del blanquiazul, la cual ganó en medio de cuestionamientos Marko Cortés.
«Un requisito indispensable para volver a estar en la simpatía de la sociedad mexicana es que el PAN sancione, exhiba a aquellos panistas que hayan cometido delitos o hayan hecho cuestiones ilegales. El panismo tiene un cuestionamiento de la sociedad precisamente por esos escándalos que ha habido, no tenemos candados para evitar que sinvergüenzas de ese tamaño sigan entrando al PAN o sacar a los sinvergüenzas, y tampoco tenemos cómo sancionarlos”, señaló Priego en entrevista con SinEmbargo.
“Tenemos a un Senador en la cárcel y otros señalados como posibles involucrados. Entonces yo creo que el PAN no debe estar volteando para otro lado”, agregó.
Actualmente el exsenador Jorge Luis Lavalle se encuentra en prisión preventiva como parte de una investigación por lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho; mientras que la Fiscalía General de la República (FGR) imputa al excandidato presidencial Ricardo Anaya los mismos delitos relacionados con el caso Odebrecht. Además, la dependencia encabezada por Gertz Manero acusa al Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
«Tenemos un desastre. Un Manuel Espino que pretende ser candidato de Morena en Durango, un Germán Martínez que fue Senador de Morena y que ahora arma una bancada independiente, un César Nava que está desaparecido, un Ricardo Anaya que es cuestionado y que prefirió irse antes, y un Damián Zepeda que hoy participa en foros de FRENA», expresó a su vez Adriana Dávila al señalar cómo parte de esta crisis se explica al ver en dónde están quienes han dirigido al PAN en los últimos 16 años.
A esto se suma el panorama que enfrenta el partido de cara al proceso electoral del año entrante donde estarán en juego las gubernaturas de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
El pronóstico más pesimista de este proceso electoral provino del propio Marko Cortés, quien en una charla con la militancia reconoció que sólo ve “posibilidades reales de ganar” en Aguascalientes, de acuerdo con un audio que difundió la semana pasada el portal de noticias Latinus.
En ese sentido, Acción Nacional aspira a mantener el control en Aguascalientes, donde ha gobernado desde 1998 a excepción del periodo de 2010 a 2016, cuando ganó el PRI.
En Durango los panistas buscan liderar luego de que en 2016 ganaron por primera vez la gubernatura, lo mismo sucede en Tamaulipas, donde el actual mandatario, el panista Francisco García Cabeza de Vaca, es acusado por la Fiscalía General de delincuencia organizada, y en Quintana Roo, donde de la mano del PRD arrebataron el estado al PRI, su nuevo aliado.
En tanto, Hidalgo y Oaxaca, son estados que desde hace décadas son gobernados por el partido tricolor, pero en los cuales Morena ha tenido importantes avances.
El RECHAZO A CORTÉS
El desacuerdo entre militantes del PAN con Marko Cortés quedó evidenciado este 12 de noviembre, cuando los senadores Damián Zepeda y Gustavo Madero; el exgobernador de Querétaro Francisco Domínguez, así como los exlegisladores Adriana Dávila Fernández y Gregorio Pliego rechazaron la invitación que les hizo para colaborar como coordinadores territoriales en las elecciones de 2022.
La y los políticos que militan desde hace décadas en el PAN coincidieron en que anunciar cargos para quienes han criticado la gestión actual del partido sin tener un diálogo previo se trata de una “simulación”, mientras que el exgobernador Francisco Domínguez opinó que no quiere ser cómplice de “la destrucción del partido ni en la extinción de la democracia”.
Por tercera ocasión reitero mi postura: no participaré en ninguna actividad con la actual dirigencia del PAN.
No seré cómplice de la destrucción del partido ni en la extinción de la democracia y la libertad mexicanas.
Urge recuperar la altura, visión y talento.
— Pancho Domínguez (@PanchDominguez) November 12, 2021
Con gusto apoyaré al Delgado del CEN de @AccionNacional en Durango @marcelotorresc en el proceso para la elección de gobernador en el 2022.
Lo haré sin asumir el ofrecimiento del cargo de la coordinación sino como compañero militante con el ánimo de lograr el bien común. https://t.co/Z9tiRPrTSs
— Gustavo Madero (@GustavoMadero) November 13, 2021
Fingir convocar a trabajar unidos, no es diálogo. La política no admite simulación. Como militante, mi trabajo siempre será a favor del PAN, más allá de sus dirigencias.@beltrandelrio @DeniseMaerker @azucenau @apontedavid @CiroGomezL @LuisCardenasMx @diaz_manuel @CynthyaHerreraC
— Adriana Dávila (@AdrianaDavilaF) November 12, 2021
Son acciones de #Maquiavelo para adolescentes!??♂️Estoy seguro que ni @GustavoMadero ni @rgilzuarth ni @AdrianaDavilaF ni @damianzepeda ni @PanchDominguez ni yo aceptaremos?No se puede tirar el tablero a patadas y luego querer simular que todo está bien♟Mi corazón siempre #PAN ?? https://t.co/J0vKeAcWdN
— Gerardo Priego Tapia (@gerardopriegot) November 12, 2021
A ello se suma que Martha Márquez, Senadora de Aguascalientes, renunció al partido luego de 18 años de militancia en medio de denuncias de corrupción al interior del PAN. “[El partido] no merece estar dirigido por corruptos y por quienes privilegian intereses fácticos”, dijo en conferencia.
“La dirigencia nacional del PAN hoy permite que no haya democracia, no se permite a los ciudadanos afiliarse libremente a Acción Nacional, existen favoritismos para los amigos del presidente en turno y a los ciudadanos se les niega el derecho a afiliarse al PAN. La dirigencia nacional no ha hecho nada para evitar la corrupción que emana de Acción Nacional”, agregó en un video Márquez, quien formó parte del grupo de militantes que se reunió en septiembre con el español Santiago Abascal, presidente del partido de ultraderecha Vox.
El PAN busca reponerse en 2022 del resultado electoral de este año, cuando obtuvieron dos de 15 gubernaturas en juego (Chihuahua y Querétaro), y aunque Cortés reconoció posibilidades reales de ganar sólo en Aguascalientes, ha hecho públicas sus diferencias con el Gobernador de la entidad, Martín Orozco, quien reveló que el dirigente de Acción Nacional también tiene pronósticos pesimistas para la elección presidencial de 2024.
Para Gustavo Báez, dirigente del PAN en Aguascalientes, los señalamientos de Marko Cortés al mandatario de la entidad son ejemplo de cómo el Comité Ejecutivo Nacional insiste en debilitar a los estados.
«Hoy vivimos un PAN central, todo lo resuelve el CEN, lo que pueda resolver un estado al final el CEN puede decir lo contrario. Entonces le hemos quitado la fuerza a los estados y por supuesto que los municipios han perdido todavía mucha más fuerza mientras todo el poder se encuentra centrado en el propio CEN”, comentó en entrevista.
El dirigente de Aguascalientes también denunció que Marko Cortés “no está siendo imparcial”. “Hemos sentido muchos panistas que no hay piso parejo, que se busca un favoritismo para que lleguen las personas más afines a la dirigencia nacional”, expuso.
Militantes de la entidad han denunciado que Cortés busca impulsar la candidatura de Teresa Jiménez, exalcaldesa de Aguascalientes a quien la Senadora Martha Márquez acusa de licitar contratos de iluminación con un sobreprecio de 595 millones de pesos.
“En el PAN ahora lo que importa es que le caigas bien a un dirigente, vas haciendo méritos para ser designado en algún momento. Estamos generando panistas que en vez de cargar al país en sus hombros están aprendiendo a cargar el maletín del que designa y eso es una aberración en términos democráticos”, opinó Priego Tapia, exaspirante a dirigir el PAN en la elección interna de este año.
CUESTIONAMIENTOS A LA DIRIGENCIA
Priego Tapia, quien impugnó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación la elección de este año para la dirigencia de Acción Nacional, consideró que cada vez más militantes están decepcionados porque el partido no realiza procesos democráticos, y es que además de esta elección está el antecedente de 2018, cuando Manuel Gómez Morin denunció que Marko Cortés llegó a la dirigencia del PAN de manera irregular.
“[El PAN] tiene su vida interna desmarejada, controlada porque no tenemos elecciones internas, es todo designación, eso genera parte de la estampida que hemos tenido en diferentes partes del país. Por eso, porque no puede haber una elección democrática, no puede la militancia votar y escoger a sus candidatos y candidatas o a un directivo de partido, sino simplemente tiene que tragarse que hay una designación para una persona, y en ese sistema no siempre son las y los mejores, así se cercena la vida interna del partido”.
El exdiputado consideró que “lo mejor que le podría hacer Marko Cortés al PAN y a México sería renunciar», sin embargo, para Adriana Dávila, quien también buscó competir este año para la dirigencia, Cortés “tiene que resolver y dar cuentas para el 2022”.
«La reelección se supone que era para dar buenos resultados, lamentablemente lo único que hizo fue evidenciar la estatura política de su líder», comentó en entrevista la excandidata a la gubernatura de Tlaxcala.
LA ALIANZA Y EL PESIMISMO
El PAN llegará a los comicios de 2022 con el fantasma de las votaciones del año pasado, donde aún cuando se colocó como la segunda fuerza política de México con ocho gubernaturas, se quedó con tres menos de las que obtuvo luego de la elección presidencial de 2018, a ello se suma que en Tamaulipas perdió el control del Congreso y en Quintana Roo sólo tuvo victorias en alianza en tres municipios.
Adriana Dávila y Gerardo Priego reconocieron que el partido y el apoyo de la ciudadanía se debilitó por la decisión de aliarse con el PRI y el PRD, que en 2021 perdió su registro en 15 entidades.
«Nos desdibujamos cuando decidimos ir con el PRI y cuando tomamos banderas o cosas que ni siquiera son casas nuestras, o sea, los ciudadanos lo que más nos critican es la falta de identidad”, afirmó Dávila Fernández.
“La alianza que degradó a muchos panistas (…) por la improvisación, por la imposición de la misma, por los malos candidatos y candidatas, porque tanto la cúpula priista pusieron a sus indeseables, la cúpula panista pusieron a su comadre y a su compadre. Entonces me parece que la militancia una vez más lo rechazó y cuestionó y eso afectó muchísimo”, consideró Gerardo Priego.
Otro obstáculo que ahora enfrenta el PAN es el pesimismo que el propio Marko Cortés ha impregnado a meses de las próximas elecciones al reconocer que sólo podrían triunfar en Aguascalientes.
“Marko Cortés y el CEN destacan constantemente lo que tienen seguro, para que no pese tanto lo que se pierde, pero es muy desafortunado que únicamente está enfocando todas las pilas a un solo estado, también es muy desmotivante para las demás entidades, donde los aspirantes podrían ya traer una carga de derrotismo que es sin duda fatal para arrancar una campaña”, sentenció el dirigente Gustavo Báez.