Las futbolistas de la Primera Iberdrola convocaron una huelga indefinida ante el estado de paralización de las negociaciones entre los clubes y los sindicatos por el primer convenio colectivo del futbol femenino español.
Por Lucía Santiago
Madrid, 16 de noviembre (EFE).- Las futbolistas de la Primera División española iniciaron este sábado su paro indefinido, siguiendo su lucha por el primer convenio colectivo que regule su situación laboral.
El partido que este sábado debía abrir la novena jornada del campeonato, entre el Espanyol y la UD Granadilla Tenerife en la Ciudad Deportiva Dani Jarque de Barcelona, no se disputará.
Posteriormente, para las 18:30 hrs., estaba previsto en la ciudad deportiva de Buñol el encuentro Levante-Sporting de Huelva, que tampoco se ha jugado. El club local incluso advirtió horas antes del encuentro a sus aficionados y a través de las redes sociales de que no acudieran a las instalaciones levantinistas.
⚽? |NOTICIA| La #UDGTenerife no se desplaza a la Ciudad Deportiva Dani Jarque
?https://t.co/KZlkc1ENlP#VíveloconNosotras #PrimeraIberdrola pic.twitter.com/TGCtlslQ1j
— UDG Tenerife Egatesa (@UDGTenerife) November 16, 2019
La plantilla de la entidad tinerfeña, de hecho, ni siquiera llegó a volar desde la isla a la ciudad condal.
Su vuelo estaba programado para este viernes por la tarde, pero sufrió «problemas técnicos».
Vista la «intempestiva hora a la que llegarían al hotel de concentración», cerca de las 05:00 hora peninsular, y teniendo presente que la huelga indefinida empezaba a las 00:01 de este sábado, la directiva de la UD Granadilla Tenerife tomó la decisión de que sus jugadoras regresaran a sus domicilios.
La entidad respetó, de este modo, «la postura de las jugadoras de secundar el paro».
Las futbolistas de la Primera Iberdrola convocaron una huelga indefinida ante el estado de paralización de las negociaciones entre los clubes y los sindicatos por el primer convenio colectivo del futbol femenino español.
Comunicat oficial ?
? Partit contra la @UDGTenerife no disputat: https://t.co/uaVNUGKmAc
Comunicado oficial ?
? Partido contra la @UDGTenerife no disputado: https://t.co/wYj4r86Ac9#Volem | #EspanyoldeBarcelona | #RCDEFem pic.twitter.com/VzYt82Ywxn
— RCD Espanyol de Barcelona Femení (@RCDEFemeni) November 16, 2019
Después de trece meses de negociación, y pese a la mediación en las últimas semanas de la Dirección General de Trabajo y del Consejo Superior de Deportes, las posturas siguen alejadas, especialmente, en cuanto a salario mínimo y parcialidad.
Las jugadoras rebajaron sus pretensiones salariales hasta los 16 mil euros brutos anuales, pero exigen una jornada mínima de 6 horas diarias. Fijaron en un 75 por ciento el mínimo de la parcialidad, un aspecto clave en la cotización para las futuras pensiones.
La Asociación de Clubes de Futbol Femenino, por su parte, subió su oferta desde los 13 mil a los 16 mil euros brutos anuales, pero pidió limitar los contratos a tiempo parcial para que no tuvieran una ocupación inferior al 50 por ciento de la jornada normal de trabajo. Esto es, cuatro horas al día -20 por semana-, lo que dejaría el salario en ocho mil euros brutos al año para ese tipo de contratos.
La ACFF rechaza la propuesta de mediación que perjudicaría directamente a los clubes con menos recursos.
Más información: https://t.co/vrTbDr2pZJ pic.twitter.com/aCtW7KXzZN
— Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (@AsociacionCFF) November 12, 2019
La diferencia entre las reivindicaciones sindicales y la oferta de la patronal, según explicó la Asociación de Clubes, es de 1 millón 500 mil euros. Bajo la situación de financiación actual, la patronal aseguró que no puede costearlo.
Ante este bloqueo, las jugadoras decidieron convocar el primer paro de su historia. «Huelga por la igualdad» o «convenio femenino ya» son mensajes que se han repetido en los últimos días en las redes sociales.
La internacional española Alexia Putellas explicó este sábado en su perfil de Twitter que con el paro pretenden conseguir «unos derechos laborales dignos».
Las futbolistas de la Primera División española desean que sea un convenio colectivo el que regule materias como el salario mínimo, la duración de la jornada o las vacaciones; y, más allá de eso, verse protegidas en caso de lesión o de embarazo, entre otros.