La diseñadora aspira a que MarinaTex sirva como alternativa al plástico que se utiliza en las bolsas de panaderías, paquetes de sándwiches y en envoltorios de pañuelos.
Ciudad de México, 16 noviembre (RT).- Lucy Hughes es graduada en diseño de productos en la Universidad de Sussex (Reino Unido) y fue galardonada por haber creado una alternativa al plástico llamada MarinaTex, que es biodegradable y no daña el medio ambiente. Su principal componente es el desecho de la industria pesquera.
Gracias a este desarrollo le otorgaron el Premio James Dyson, que incluye un pago de 32 mil libras esterlinas (unos 41 mil dólares). Según dijo, planea usar el dinero para avanzar hacia la producción en masa.
EL PROCESO
Hughes, de 23 años, utilizó desperdicios de escamas y piel, publicó la agencia Reuters. «Traté de averiguar cómo podría usar ese volumen de desechos y agregarles valor», contó, a la vez que recordó que cuando sintió en sus manos «las pieles y las escamas», se dio cuenta de que «había un potencial encerrado en ellas», ya que eran «muy flexibles, pero maleables y firmes».
Además, aspira a que MarinaTex sirva como alternativa al plástico que se utiliza en las bolsas de panaderías, paquetes de sándwiches y en envoltorios de pañuelos.
«¿Por qué necesitamos tener cientos de polímeros artificiales cuando la naturaleza ya tiene tantos disponibles?», se preguntó, antes de afirmar que «el problema no es necesariamente el plástico», sino «la utilización excesiva de, por ejemplo, plásticos de un solo uso durante 10 o 15 segundos» antes de tirarlos.
Por lo tanto, para que su desarrollo sea fuerte y estable, Hughes les agregó a las escamas y a la piel moléculas de quitosano de crustáceos y agar de algas rojas. Así fue que logró crear una lámina translúcida flexible, que se forma a temperaturas menores a los 100 grados centígrados.
Este producto necesita entre cuatro y seis semanas para biodegradarse en compost casero y no contamina el suelo.
«Con MarinaTex estamos transformando un desperdicio en el mayor componente del nuevo producto. Al hacerlo hemos creado un material consistente, transparente y ‘plástico’ con un ciclo de vida más amigable con el planeta y adecuado para el embalaje», contó.