Un total de 530 personas murieron y 9 mil 400 resultaron heridas, según las últimas cifras oficiales, aunque varios medios estatales han elevado el número de víctimas mortales.
Ciudad de México, 16 de noviembre (SinEmbargo).- Tres días después del terremoto de magnitud 7.3 que azotó a Irán, un niño fue hallado bajo los escombros de un edificio.
De acuerdo con medios internacionales, los habitantes de la entidad consideran que este «milagro» revivió la esperanza, en medio de esta terrible tragedia que hasta el día de hoy ha cobrado la vida de al menos 530 personas.
A cuatro días del sismo, los servicios de emergencia aún continúan buscando sobrevivientes, sin embargo, cada día que avanza los trabajos de rescate y la posibilidad de hallar a alguna persona con vida se tornan más complicado.
Las familias de los fallecidos en el fuerte terremoto, que sacudió el oeste de Irán el pasado domingo, se acercaron hoy al cementerio de la localidad de Sarpul Zahab entre lágrimas y escenas de dolor.
Un total de 530 personas murieron y 9 mil 400 resultaron heridas, según las últimas cifras oficiales, aunque varios medios estatales elevan el número de víctimas mortales.
Situado en las afueras de Sarpul Zahab, la población más damnificada por el seísmo, el cementerio fue testigo desde primera hora de la mañana de un trasiego de personas desconsoladas.
La mayoría de los fallecidos ya han sido enterrados, pero es tradición en Irán acudir los jueves al cementerio, especialmente el primero desde la muerte de un familiar.
Durante toda la jornada de hoy se espera en el cementerio a los allegados de las víctimas mortales del seísmo, de 73 grados, el más grave registrado en Irán desde 2003.
La situación sigue siendo muy crítica en esta población y en otras afectadas por el seísmo, ya que a la pérdida de seres queridos y la destrucción de las viviendas se suma la lentitud en la llegada de ayuda.
-Con información de EFE