Lisboa, 16 nov (EFE).- El politólogo y catedrático francés Sami Naïr consideró que el ataque de Francia contra la ciudad siria de Raqqa era «inevitable», aunque opinó que este tipo de respuesta no acabará por sí sola con el yihadista Estado Islámico (EI).
«No es posible acabar con el Daesh (acrónimo en árabe del EI) únicamente a través de bombardeos», subrayó Naïr, quien participó hoy en Lisboa en un homenaje al escritor portugués José Saramago, quien hubiera cumplido 93 años.
En opinión de Naïr, nacido en Argelia en 1946, la lucha contra el EI es «una batalla a largo plazo».
Afirmó que uno de los objetivos de este grupo es «crear un enfrentamiento entre las personas musulmanas y la sociedad occidental, quieren provocar el odio».
«Por eso, hay que estar muy atentos al respeto a los derechos, a no estigmatizar a estas poblaciones y a hacer todo para integrarlas y que luchen con nosotros contra los terroristas», defendió.
Naïr calificó la ofensiva francesa de «prácticamente inevitable» y «justa desde el punto de vista del derecho», después de los atentados en París del pasado viernes, con un balance provisional de 129 fallecidos.
Insistió en que, para derrotar al EI, es necesario «tener una salida política» en los países que son feudo de los yihadistas y llegar a un acuerdo entre las grandes potencias para iniciar una «intervención terrestre que pueda acabar» con los terroristas.
Para Naïr, quien forma parte de un comité de expertos que asesora al candidato socialista en España, Pedro Sánchez, el EI es «resultado de lo que ocurrió en Irak, producto de la intervención de Estados Unidos y los británicos en 2003».
«Esta gente trabajaba primero con Al Qaeda y después se independizó», explicó el sociólogo francés, quien reclamó tanto a Estados Unidos como al Reino Unido un esfuerzo «máximo» para crear «condiciones de desarrollo económico en la región».
Especialista en migraciones, Naïr recordó que hay europeos alistados en el EI, como varios de los autores de la matanza del pasado viernes en París, lo que subraya la importancia de que los Estados se preocupen por la integración de los inmigrantes.
«Francia, en los últimos 15 o 20 años, ha abandonado a los pobres en general (…) El Estado tiene que hacer el esfuerzo de acabar con estos territorios de marginación que se han transformado y que pueden convertirse fácilmente en territorios de odio», reclamó.
Para el politólogo francés, es imprescindible que se respeten de forma efectiva los derechos de los inmigrantes y que se les proporcionen las condiciones adecuadas para llevar «una vida digna».