Aviones franceses han iniciado un ataque cerca de la localidad de Raqqa, luego de los ataques terroristas en París. Cinco de los siete yihadistas ya han sido identificados por la fiscalía francesa.
Ciudad de México, París, 16 de noviembre (SinEmbargo/EFE/dpa).– A más de 48 horas de la ola de atentados que provocaron la muerte de al menos 129 personas en París y decenas de heridos, muchos de gravedad, el Gobierno de Francia bombardeó ayer domingo masivamente un campamento del grupo terrorista Estado Islámico (EI) cerca de la localidad siria de Raqqa (este), considerado el feudo de los yihadistas en ese país.
El Ministerio francés de Defensa informó que los bombardeos franceses tuvieron como principal objetivo «un puesto de mando» del Estado Islámico que también servía como centro de reclutamiento y de depósito de armas y municiones y que resultó destruido.
Además, los aviones también destruyeron un campo de entrenamiento del grupo yihadista, agregó.
Las fuentes indicaron que en total se lanzaron una veintena de bombas desde diez cazas, un ataque de mayor envergadura de los que hasta ahora venía haciendo la aviación francesa en Siria.
Los lugares bombardeados habían sido previamente identificados por misiones de reconocimiento francesas, señaló la fuente a la agencia de noticias Efe.
Añadió que el ataque se produjo en coordinación con las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en la zona y que los aviones habían despegado desde las bases que Francia tiene en Emiratos Árabes Unidos y en Jordania.
Los bombardeos se produjeron a las 19:50 y 20:50 hora de París.
La Fiscalía francesa ha difundido el nombre de otros dos yihadistas implicados en los ataques. Hasta ahora ya son identificados formalmente cinco de los siete suicidas que participaron en los atentados.
El primero de esos dos es uno de los terroristas que actuó en el Estadio de Francia y que llevaba un pasaporte sirio a nombre de Ahmad Al Mohammad, nacido en la ciudad siria de Idleb el 10 de septiembre de 1990.
La Fiscalía puntualizó en un comunicado que está pendiente de verificar la autenticidad de ese pasaporte, pero que las huellas tomadas a Al Mohammad corresponden con las de una persona que llevaba el documento y que fue objeto de un control de identidad en Grecia a comienzos de octubre.
Las autoridades griegas habían señalado el sábado que ese pasaporte fue registrado el 10 de octubre en la isla de Leros a un hombre al que se le tomaron las huellas dactilares en el campamento de acogida de refugiados que llegan desde Turquía.
El segundo es uno de los asaltantes de la sala de conciertos Bataclan, Samy Amimour, nacido el 15 de octubre de 1987 en París, y por el que Francia había emitido un mandato de arresto internacional por terrorismo.
Esa orden de busca y captura se emitió cuando Amimour violó, en otoño de 2013, el control judicial que se le había impuesto después de que las autoridades abortaran un proyecto de viaje a Yemen, por que se le imputaron cargos por terrorismo.
La Fiscalía indicó que las fuerzas del orden detuvieron esta mañana a tres personas del entorno de este hombre, vecino de la ciudad de Drancy, ciudad de la periferia noreste de París.
Samy Amimour tenía nacionalidad francesa, como los otros tres terroristas suicidas -de los siete que activaron sus chalecos de explosivos en los atentados del viernes- que ya habían sido identificados hasta ayer.
Uno de ellos es Ibrahim Abdeslam, hermano del hombre más buscado en Francia, Salah, sospechoso de haber formado parte de los comandos yihadistas que cometieron las masacres de París, y hermano también de Mohamed, detenido el sábado en Bruselas.
Desde hace más de un año, la aviación francesa operaba contra ese grupo terrorista en Irak con cazas Rafale y Mirage 2000 y un contingente de más de 700 efectivos.
Pero el pasado 27 de septiembre se ampliaron a Siria los bombardeos, justificados por el Gobierno francés en la necesidad de su «legítima defensa» contra un grupo que golpea a su país dentro de sus propias fronteras.
Horas antes, la emblemática Plaza de la República donde se reunían cientos de personas para recordar a las víctimas, fue desalojada intempestivamente.
El ruido provocado por el estallido de una bombilla en un restaurante fue, muy probablemente, la causa de la estampida humana que se produjo hoy en la Plaza de la República de París, Francia.
Cientos de personas, reunidas espontáneamente en la plaza, corrieron en busca de refugio en cafés y calles colindantes, mientras que la policía despejaba la plaza y sus alrededores, según relataron testigos a Efe.
La policía informó poco después que el movimiento no respondió a ningún hecho que pusiera en peligro la seguridad ciudadana.
Según el diario Le Parisien, el desencadenante fue el estallido de una bombilla en uno de los restaurantes cercanos a la plaza, lo que motivó una reacción defensiva de un policía que provocó el pánico en la gente.
La unidad nacional que buscaba el Presidente francés, François Hollande,frente al terrorismo quedó en entredicho ante las peticiones de los responsables de la derecha y la ultraderecha de cambios radicales en sus políticas de seguridad y exterior.
Tras los atentados del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Hollande recibió ayer a los líderes de los partidos políticos, comenzando por su predecesor al frente de la jefatura del Estado, el conservador Nicolas Sarkozy, presidente de Los Republicanos y líder de la oposición.
Sarkozy reclamó «modificaciones drásticas» en la política de seguridad porque a su juicio la del presidente socialista no permite a los franceses «sentirse seguros» y «el riesgo» de que atentados como los del viernes vuelvan a producirse «es real».
Entre las ideas que lanzó el líder conservador, habló de «adaptar (el) dispositivo destinado a quienes consultan sitios (de Internet) yihadistas, a los que hacen la yihad».
También reclamó que se ponga a todas las personas fichadas por los servicios secretos por radicalismo religioso en residencia vigilada con un brazalete electrónico «para saber dónde están, qué hacen», de forma que «las fuerzas de seguridad puedan evaluar su peligrosidad».
Pero sobre todo, la mayor crítica a Hollande del jefe de Los Republicanos vino por su política exterior, y en concreto por el deterioro de la relación con Rusia, que tiene a su juicio consecuencias en la lucha contra el Estado Islámico (EI), el principal objetivo.
A ese respecto, le instó a dar «un giro en (la) política exterior» porque «todo el mundo es necesario para exterminar al EI, y en particular los rusos». «No puede haber dos coaliciones en Siria», añadió.
Una alusión a la estrategia de Hollande, que pasa por llevar a cabo bombardeos contra el EI en Siria e Irak en el marco de las operaciones con sus aliados, pero sobre todo sin intentar ningún trato con el régimen del presidente sirio, Bachar el Asad, lo que choca con su principal respaldo, Moscú.
Esta ronda de conversaciones con los líderes políticos se produjo en la víspera de una convocatoria excepcional de las dos cámaras parlamentarias, constituidas en Congreso, en el Palacio de Versalles, para una intervención de Hollande sobre la crisis abierta con los ataques terroristas.
De acuerdo con la prensa parisina el Presidente François Hollande habría pedido extender el estado de emergencia durante un periodo más largo al proyectado inicialmente, lo que sugiere que el país sigue bajo la amenaza terrorista. Francia ha declarado la guerra al Estado Islámico, que se atribuye el ataque que dejó 132 muertos.
El anuncio lo efectuó el presidente del Senado, Gérard Larcher, tras ser recibido junto con otros parlamentarios en el Palacio del Elíseo, sede de la Presidencia francesa.
Según los medios Le Figaro y Lab, el cambio legislativo que quiere introducir Hollande se debatirá en el consejo de ministros del próximo miércoles y pretende hacer pasar de los actuales 12 días a tres meses el tiempo que el Presidente de Francia puede aplicar ese estado sin consultar al Parlamento.
Desde el pasado viernes, la ciudad de París se encuentra en máxima alerta porque aún las fuerzas de seguridad buscan a varios terroristas que huyeron de la escena o fueron cómplices a distancia con apoyo logístico de los distintos ataques que dejaron además decenas de heridos, muchos de ellos de gravedad.
El auto desde el cual los yihadistas atacaron a clientes de bares y restaurantes fue localizado en París con fusiles de asalto. Muy cerca del lugar estallaron tres artefactos que provocaron parte del saldo mortal del viernes 13.
Dos mexicanas murieron en estos atentados que han sido declarados los peores en décadas dentro del territorio francés.
En tanto, la policía francesa lanzó ayer una orden de búsqueda y captura contra un hombre identificado como Abdeslam Salah por su presunta implicación en los atentados perpetrados en París el pasado viernes.
Según la nota divulgada por las fuerzas del orden -que pide a quien tenga información sobre él que se ponga en contacto con las autoridades-, Salah tiene 26 años, nació en Bruselas y mide 1.75 metros de altura.
«Se busca a Abdeslam Salah, nacido el 15 de septiembre de 1989 en Bruselas (Bélgica), hijo de Abderrahma y Yamina Faklan, con nacionalidad francesa. Individuo peligroso, corpulencia normal, 1.75 cm de altura, ojos marrones. Comprobado dos señalamientos Sis Francia y SIS Bélgica, ambos de vigilancia discreta», concluye el texto que viene acompañado de la imagen del presunto atacante.