La Reforma Energética trae consigo un cambio radical en la venta de gasolinas en México: a partir del 1 de enero de 2016 se abrirá la competencia en ese mercado a las empresas privadas extranjeras. Gasolineros mexicanos se preparan para la guerra, pero aceptan que será desigual: muchas estaciones de servicio mexicanas cerrarán, con lo que también se prevé la pérdida de miles de empleos.
Ciudad de México, 16 de noviembre (SinEmbargo).– En México existe actualmente un universo de más de 10 mil 500 Estaciones de Servicio que ostentan la marca Pemex. Comercializan más de 160 millones de litros de combustible diariamente y generan una economía superior a los 700 mil millones de pesos anualmente.
Sin embargo, ese escenario está a unas cuantas semanas de cambiar.
El pasado 11 de agosto se publicaron las leyes secundarias emanadas de la Reforma Energética y con ello se establecieron las modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, así como la expedición de nueve nuevas leyes y la modificación a 12 ya existentes.
Con la apertura del sector energético en México, por primera vez en más de 75 años, el primer día de 2016 el mercado gasolinero se abrirá a empresas privadas y a la competencia, originalmente propuesta para 2017. Además, en 2018, se dará la desregulación plena de los precios de las gasolinas.
Los empresarios gasolineros prevén fuertes afectaciones por el arribo de más de 10 mil gasolineras de empresas extranjeras en todo el país, lo que podría ocasionar el cierre de igual número de estaciones de servicio mexicanas y registrar una pérdida de miles de empleos.