Ciudad de Guatemala, 16 oct (dpa) – Estados Unidos afirmó hoy que el trabajo que cumple la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), de la ONU, «es un modelo para los demás» países.
«Los guatemaltecos han sufrido demasiado tiempo por la avaricia, corrupción y el fraude. Merecen un gobierno limpio, capaz, confiable y responsable. El trabajo sin precedentes de la CICIG tiene importancia histórica y es un modelo para los demás», dijo la subsecretaria de Estado norteamericana Heather Higginbottom, de visita en Guatemala.
La declaración fue hecha en el marco del anuncio de un nuevo desembolso económico a favor del organismo por un monto de cinco millones de dólares.
«La corrupción dentro del gobierno inutiliza su habilidad para promover el imperio de la ley en su territorio», advirtió la funcionaria estadounidense.
«La ubicuidad de la corrupción dentro del Estado guatemalteco es un obstáculo a nuestras aspiraciones compartidas… toca e infecta la vida diaria de los guatemaltecos y también el porvenir del país», añadió.
Higginbottom se reunió en Ciudad de Guatemala con Valerie Julliand, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala, y funcionarios de la CICIG.
Desde 2008, Estados Unidos, el mayor contribuyente individual de la CICIG, ha hecho desembolsos a este organismo por más de 36 millones de dólares para el trabajo que cumple en la lucha contra las mafias enquistadas en las instituciones guatemaltecas.
En los últimos meses, el trabajo de la CICIG permitió el procesamiento de los funcionarios de los niveles más altos dentro del Estado.
En el comunicado del Departamento de Estado se resalta el trabajo del colombiano Iván Velásquez, al frente de la CICIG desde 2013.
«Mediante el trabajo intrépido y los logros impresionantes del Comisionado Iván Velásquez y su equipo, la CICIG ha probado que nadie del gobierno, ni en los más altos niveles, está sobre la ley», se indica.
La CICIG inició en septiembre la cuarta prórroga de dos años de su mandato desde 2007, cuando se estableció por primera vez.
El inicio de esta tercera ampliación coincidió con la renuncia y encarcelamiento del presidente Otto Pérez, quien en 2014 había advertido que no solicitaría a la ONU la prolongación del mandato del organismo por considerar que «los guatemaltecos debemos aprender a caminar solos».
La CICIG, en apoyo a la Fiscalía de Guatemala, logró reunir evidencias según las cuales tanto Pérez como la ex vicepresidenta Roxana Baldetti dirigían una estructura criminal dedicada a la defraudación aduanera, autodenominada «La Línea».
Los dos ex mandatarios fueron procesados por un juez, quien también les dictó prisión preventiva mientras se desarrollan las investigaciones.