«En las últimas semanas, los equipos de MSF en Sicilia han observado un cambio drástico en la aplicación de los procedimientos de expulsión en el centro de Pozzallo, en Sicilia», manifestó la organización en un comunicado.

Añadió que «en algunos casos estas expulsiones han afectado a personas vulnerables como menores de edad, mujeres embarazadas y personas que necesitan tratamiento médico».

«Los equipos MSF en Pozzallo han sido testigos de cómo a varias personas, previamente rescatadas en el mar, se les ha hecho entrega de notificaciones de expulsión y se les ha pedido que abandonaran el Centro de Primera Ayuda y Asistencia de Pozzallo sin apenas antelación», reza la nota.

El coordinador general de la organización en Italia, Stefano De Carlo, concretó que «desde el 24 de septiembre, MSF ha documentado más de un centenar de casos similares, incluyendo a varias mujeres, una de ellas embarazada, dos menores, y a varias personas que estaban enfermas o requerían tratamiento médico».

En este sentido recordó que «el papel del Centro de Pozzallo no es únicamente identificar y registrar, sino también facilitar primeros auxilios a personas que han sufrido condiciones extremadamente duras en su largo viaje a Europa».

Afirmó que otra de sus misiones es «garantizar una evaluación adecuada de sus necesidades médicas y de protección».

Por esa razón MSF se declaró «profundamente preocupada» por el hecho de que «se deje sin asistencia a personas vulnerables y ante lo que parece un cambio repentino en el marco de los procedimientos de identificación en el centro».

«Un cambio que se caracterizaría por la aplicación sistemática de expulsiones», subrayó.

MSF reclamó una aclaración por parte de las autoridades en relación a estos casos específicos y, según afirma en la nota, realizará un seguimiento de la situación durante los próximos días en el centro, en el que presta primeros auxilios y asistencia a personas que han sido previamente rescatadas en el Mediterráneo.