Los mexicanos hemos presenciado como es construida la democracia sobre fosas, resulta increíble cómo se puede construir una candidatura, votarle en las urnas utilizando los mecanismos democráticos y al momento de tener que callar las voces críticas al gobierno se actúa con mecanismos represores, con acciones cobardes y dignas de una serie de terror.
Hoy la responsabilidad de combatir al narcotráfico, la corrupción y esta descomposición social, ya no sólo le corresponde al Estado, sino a la sociedad en su conjunto, hoy más que nunca debemos unirnos los mexicanos y levantar la voz ciudadana, estamos llegando a extremos inimaginables y por triste que resulte reconocerlo, lo que está en juego en esta lucha democrática es la misma democracia.
Resulta indignante la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa, Guerrero, resulta indignante la aparición de cadáveres en descomposición en el Estado de México, la pregunta es ¿cuántos más?, ¿cuántas fosas clandestinas hay en todo el país? y de las cuales no sabemos de su existencia, ¿cuántos muertos más seguirá soportando este país en descomposición?.
Actualmente México como nunca en décadas, está en riesgo por la fractura que se tiene en el tejido social, por fenómenos como desempleo, desigualdad social, crisis económica, por los niveles de violencia, por la falta de transparencia y el manejo al antojo del legislativo y en general de la clase política y la insensibilidad de los gobiernos que sólo lucran con el ciudadano para alcanzar votos dejando su voz ciudadana capturada en una urna.
Nadie puede negar que estos últimos meses el ciudadano se encuentra en una dinámica repulsiva a todo lo que huela a política, hace unas semanas me parecía increíble ver como atacaban e insultaban al Ingeniero Cárdenas, sin duda este país no tiene memoria, se está atacando a las instituciones. Es el inicio de un proceso de reclamos, de reactivar organizaciones de protesta, vienen tiempos de control y represión disfrazada de negociación por parte del gobierno.
No debemos olvidar que el proceso electoral ha comenzado y sin duda ni al gobierno, ni a los partidos políticos les conviene encontrarse en un panorama de hartazgo y desencanto del electorado. Hoy todos somos México, pasando las elecciones otro gallo cantará. Pero resulta crítico imaginar que todos estos ingredientes como el descontento social, el hartazgo, el avión presidencial, la falta de tamaños en algunos políticos, las instituciones cooptadas, las policías vendidas, los políticos corruptos, los legisladores de puticlub, narcos, poco crecimiento económico, la destrucción de edificios, quema de archivos, la rapiña, el que se viva en dos lugares diferentes desde la mirada gubernamental y desde la mirada ciudadana, representa un grave riesgo, según datos del INEGI el 85% de los mexicanos tiene percepción de inseguridad, todos los ingredientes de este “caldo del terror” están cocinándose en este triste, melancólico y desencantado México, pero la olla de presión llamada México está a punto de reventar.
Nos vemos la próxima semana.
@nexoestudios
