El lujoso restaurante en el que ocurrieron los hechos es un local de peculiar diseño descrito en su página web como «minimalista y contundente», el cual «propone una atmósfera monocromática en donde se busca que cada comensal despierte sus sentidos al interactuar con estimulantes platillos en un espacio concebido como un lienzo».
México, 16 agosto (EFE).- El sitio se anuncia como «un divertido, delicioso y extraordinario espacio para convivir», pero este día el restaurante La Leche en el occidental en Jalisco se convirtió en el escenario de uno de los interminables ajustes de cuentas entre grupos criminales.
El lujoso restaurante en el que ocurrieron los hechos es un local de peculiar diseño descrito en su página web como «minimalista y contundente», el cual «propone una atmósfera monocromática en donde se busca que cada comensal despierte sus sentidos al interactuar con estimulantes platillos en un espacio concebido como un lienzo».
El inmueble poligonal cuenta con una planta alta llamada La Nata que funciona como «bar privado para las personas que quieren ir por un trago y relajarse antes o después de cenar».
El fiscal de Jalisco, Eduardo Almaguer, informó ayer que varios presuntos miembros del crimen organizado fueron secuestrados la madrugada de el lunes por un grupo de hombres armados cuando se encontraban en ese restaurante del centro de Puerto Vallarta, famoso destino de cruceros e importante centro turístico.
«Por los indicios encontrados en los vehículos pertenecientes a estas personas (las víctimas) se ha podido establecer la presunción clara de que pertenecen a un grupo delictivo», afirmó el fiscal, pero se negó a revelar el nombre de la organización.
Aseguró que la Fiscalía tiene indicios «muy claros» de que el ataque fue realizado por miembros de un grupo armado rival que tampoco quiso identificar.
«Quienes actuaron, presumimos con la información que tenemos, pertenecen a un grupo delictivo que actúa contra integrantes de otro grupo delictivo que ubicaron aquí en Puerto Vallarta», indicó.
En el estacionamiento del restaurante fueron hallados cinco vehículos lujosos abandonados, presuntamente propiedad de las víctimas, quienes fueron sacados del lugar por cinco sujetos armados en dos camionetas.
El fiscal señaló que las víctimas son originarias de los estados de Sinaloa, Nayarit y Jalisco y entre ellas se encuentra un hombre «que pudo ser» escolta de Emilio González Márquez, ex Gobernador de Jalisco.
Jalisco, estado del occidente de México en la ribera del Pacífico, ha sido durante décadas foco de actividad del crimen organizado.
En la actualidad es el centro de operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que surgió en 2010 como una célula del cártel de Sinaloa y tiene presencia en al menos siete estados más y en la Ciudad de México.
El CJNG ha realizado numerosos ataques contra las fuerzas federales, como una emboscada del 19 de marzo del año pasado en la que murieron cinco miembros de la Policía Federal y dos civiles en el municipio de Ocotlán.
El ataque en Ocotlán marcó el inicio de una escalada de violencia en Jalisco atribuida a esa agrupación delictiva.
Este grupo criminal se disputa Jalisco con el cártel La Resistencia, vinculado con los Zetas. De hecho, en un principio los miembros del CJNG se hacían llamar «los Matazetas».
A su vez, los Zetas son un grupo integrado por desertores del Ejército en 1999 que surgió como brazo armado del cártel del Golfo, del que se separaron en 2010.
Desde entonces han protagonizado algunos de los episodios de violencia más cruentos del país, entre ellos la matanza de 72 migrantes, la mayoría centroamericanos, ocurrida en agosto de 2010 en el municipio de San Fernando, estado nororiental de Tamaulipas.