El partido de fue el resumen de la temporada. El Barça es muy vulnerable atrás y previsible en ataque y cualquier rival le puede hacer frente con pocas armas.
Barcelona (España), 16 jul (EFE).- El Barcelona se despidió de LaLiga de la peor manera, con una derrota en el último partido en casa del curso ante Osasuna (1-2), y ofreciendo una mala imagen frente a un rival que fue mejor, pese a que jugó los últimos 20 minutos con uno menos.
El partido de fue el resumen de la temporada. El Barça es muy vulnerable atrás y previsible en ataque y cualquier rival le puede hacer frente con pocas armas.
Todas las dudas mostradas por el Barcelona después de que LaLiga regresara, pero también antes, se vieron sobre el Camp Nou. Donde un equipo plano, sin ideas y con la gasolina justa, se despidió del campeonato de la peor manera.
Los rivales de los azulgranas tienen demasiado premio con poco. Basta una defensa con tres centrales para taponar el ataque local, dos carrileros con proyección, trabajo en el centro del campo y una buena transición, para acabar con las aspiraciones de los de Quique Setién.
Aunque este jueves le había dado la vuelta a la alineación, con Braithwaite y Ansu de titulares; Busquets, Luis Suárez, Jordi Alba y Arturo Vidal en el banquillo de salida; el Barça volvió a ser ese equipo previsible y que despierta bostezos hasta en el banquillo.
La imagen del día será, seguramente, la de Arthur Melo abriendo la boca en la grada. Solo Riqui Puig y Ansu Fati pusieron empeño en sacar el partido adelante, también Leo Messi, que fue el que tuvo más cerca el gol en una primera parte de insomnio culé.
Y es que, además, Osasuna anotó en su segunda ocasión, en las dos con Jose Arnáiz, un exbarcelonista como protagonista, en la primera detuvo Ter Stegen, en la segunda, batió al meta alemán en el minuto 16 (0-1).
El mérito de la acción lo tuvieron la gran acción del carrilero zurdo ecuatoriano Pervis Estupiñan, la falta de contundencia de la defensa local y el remate de Arnáiz.
Aun tuvo otra ocasión Moncayola (min. 21), en un remate lejano, pero a partir de entonces, con más empuje que ideas, el partido fue del Barça.
Messi disparó a la cruceta, una falta servida en el 22, y diez minutos más tarde, también de libre directo, estuvo a punto de anotar.
Pero Osasuna (una derrota en los últimos seis partidos), nunca se descompuso. Apretó el Barça, una gran combinación no fue concretada por Messi, tras una buena acción de Sergio Herrera, que se llevó un susto en el 43, después de un remate en propia puerta de Estupiñán.
Braithwaite, que lo intentó pero sin suerte, vio cómo el tanto que anotó fue anulado por fuera de juego (min. 47) de Messi, y luego el argentino capitalizó el ataque, con un buen remate que salvó Sergio Herrera (min. 54).
En la cuarta falta que tuvo, el argentino dio en la diana y empató el partido (1-1, min. 62), ya con Luis Suárez y Arturo Vidal en el campo.
Creyó algo más el Barça y cinco minutos más tarde, Suárez marcó, pero fue anulado nuevamente por fuera de juego. Y a partir del minuto 77, los de Setién jugaron con uno más por expulsión de Enric Gallego y tuvieron más control, aunque no más oportunidades.
El día que los azulgranas tenían que ganar para presionar al Real Madrid, ni siquiera fueron capaces de cumplir con su parte del pacto y al final acabaron perdiendo con un gol de Roberto Torres en el minuto 94.
Tras el partido, Leo Messi dio su versión al respecto: «Jugando así, contra el Nápoles también perderemos». Al Barça solo le queda la ‘Champions’, pero no parece tener demasiada fe ni en llegar a la fase final de Portugal.