El gobierno de Trump había anunciado que iniciaría una redada el domingo en 10 ciudades para detener a las familias que se encuentran ilegalmente en el país y que se les ha ordenado que se vayan. El mandatario afirmó el lunes que el operativo comenzó exitosamente, a pesar de que no hubo indicios de una operación en gran escala en esas ciudades.
Ciudad de México, 16 de julio (Telemundo).– Dos agentes de migración habían estado estacionados afuera de una vivienda desde antes del amanecer cuando su objetivo, un mexicano condenado por conducir ebrio en 2015, parecía salir de la casa a primer hora del día en Escondido, una ciudad del condado de San Diego, California.
«Voy a detener un vehículo», afirmó un agente por la radio. “Estoy justo detrás de ti”, dijo otro mientras ordenaban al conductor que se detuviera en el estacionamiento de una licorería. Al final resultó que el hombre al que detuvieron no era el que estaban buscando, pero también estaba ilegalmente en Estados Unidos y fue puesto bajo custodia.
Este arresto hecho la semana pasada, ilustra cómo la promesa del Presidente Donald Trump de deportar a millones de migrantes ilegales en Estados Unidos puede ser muy poco prácticas e incluso imposible.
Para el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), detener a estas personas es una tarea que requiere tiempo, mucho trabajo y no siempre es exitosa. Con frecuencia, para arrestar a un solo inmigrante es necesario vigilarlo durante días.
A la vez, ICE tiene un presupuesto limitado y poco espacio para detener a la gente. Además, cada vez más agencias policiales, en especial las de las grandes ciudades, están negándose a ayudar a ICE como parte del creciente movimiento “santuario”, lo que hace que arrestar a los inmigrantes sea aún más lento.
El gobierno de Trump había anunciado que iniciaría una redada el domingo en 10 ciudades para detener a las familias que se encuentran ilegalmente en el país y que se les ha ordenado que se vayan. El mandatario afirmó el lunes que el operativo comenzó exitosamente, a pesar de que no hubo indicios de una operación en gran escala en esas ciudades.
El director en funciones de ICE, Matthew Albence, explicó este sábado que la operación se centrará en nueve ciudades: Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York y San Francisco.
En este reciente operativo en San Diego, los agentes efectuaron 20 arrestos en cinco días. Los oficiales, que portaban chalecos antibalas con las siglas del ICE y utilizaron varias camionetas sin letreros, inmediatamente ordenaron a los detenidos apagar sus teléfonos para que sus familiares y amigos no pudieran rastrear sus movimientos.
Gregory Archambeault, director de operaciones de campo del ICE en San Diego, dijo que vigilar a las personas que se desea detener puede ser como ver cómo crece el césped.
“Hoy ocurrió con bastante rapidez, pero otras veces puede llevarse varias horas. Tenemos que regresar en días distintos”, afirmó Archambeault en el aparcamiento de una estación de autobuses y trenes donde había inmigrantes esperando a ser procesados.
Aproximadamente 11 millones de personas están en Estados Unidos ilegalmente, incluidas 525 mil 000 que enfrentan órdenes de deportación y son consideradas prófugas. Entre estos últimos, se incluyen 2 mil personas que son el blanco del operativo que se preveía que comenzaría el domingo.
Las operaciones del ICE que se enfocan en personas que han sido declaradas culpables de delitos en Estados Unidos derivan en el arresto de aproximadamente el 30 por ciento de los individuos buscados, más una cifra desconocida de personas que no eran buscadas, a las que se llama “colaterales”, que también son detenidas, señalaron funcionarios de la agencia.
Sus operaciones contra familias han sido menos exitosas, con la captura de sólo aproximadamente el 10% de los blancos, dijo Matthew Albence, director interino del ICE.
Los oficiales de ICE no tienen permiso para poder ingresar a las casas, un hecho que los defensores de los inmigrantes han dado a conocer con éxito para alentar a los migrantes a no abrir sus puertas. Por razones de seguridad, los agentes en San Diego han dejado de tocar a las puertas. En su lugar esperan a que sus objetivos salgan de la vivienda, dijo Archambeault.
Es mucho menos costoso y más efectivo para ICE recoger a los indocumentados en las cárceles locales cuando son arrestados por delitos no migratorios. Pero una serie de leyes santuario ha limitado considerablemente la cooperación de las autoridades locales en California y en otros lugares.