La secretaria general de Morena dijo que una «campaña de miedo» llegó a las clases medias y altas, situación que provocó un revés a Morena en la capital del país.
Por Ariel Noyola Rodríguez
Ciudad de México, 16 de junio (RT).– El proyecto de la «Cuarta Transformación» de México se consolidó después de la elección intermedia, asegura en entrevista con RT la secretaria general del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Citlalli Hernández.
La dirigente destaca que la oposición no consiguió hacerse con la mayoría simple en la Cámara de Diputados, con todo el apoyo de un sector de la élite empresarial y varios medios de comunicación.
El desafío por delante, comenta, es «comunicar mejor» las acciones del Gobierno del Presidente López Obrador. La también Senadora con licencia reconoce que la «campaña de miedo» logró hacer mella entre las clases medias y altas, situación que provocó un revés del oficialismo en la capital del país.
REVÉS EN LA CDMX
RT: ¿Cuál es tu balance de los resultados alcanzados por Morena en la elección intermedia? ¿A qué atribuyes el descalabro en la Ciudad de México?
Citlalli Hernández (C.H): En el plano nacional nos fue muy bien. Los resultados obtenidos nos permiten avanzar con la «Cuarta Transformación». Es en la Ciudad de México donde quizás faltó explicar mejor nuestro proyecto político, especialmente entre las clases medias y altas.
Ahora bien, hay que tomar en cuenta que nos enfrentamos a una estrategia muy bien orquestada por nuestros opositores, apoyada también por varios medios de comunicación, que generó temor alrededor de este proceso de transformación. Nada nuevo en América Latina.
En México se habla hoy de un «fantasma del comunismo», que el país corre el riesgo de «convertirse en Cuba o Venezuela». Esta narrativa busca difundir la idea de que estamos «destruyendo el país». Por ejemplo, hay instituciones que no funcionaban y nosotros las hemos transformado. Pero la oposición insiste que estamos «destruyendo las instituciones».
Creemos que esta campaña de mentiras donde más impacto tuvo fue en la Ciudad de México. Por eso los resultados no nos favorecieron en la capital del país. Estamos analizando en profundidad lo que pasó, para comunicar mejor los objetivos de nuestro proyecto de transformación en lo sucesivo.
También hay que destacar que existe un sector empresarial que se benefició durante años de la corrupción. Nuestro discurso en contra de las prácticas de estos grupos empresariales corruptos probablemente se ha malinterpretado como un ataque en contra de todo el poder económico y las clases medias y altas. En realidad, lo que buscamos es acabar con los abusos. Y gobernar para todos, sin exclusiones.
DERECHO A LA INFORMACIÓN, ASIGNATURA PENDIENTE
RT: El Diputado federal Pablo Gómez comentaba hace unos días que «hacen falta más voceros» de la «Cuarta Transformación». ¿Estás de acuerdo con esta consideración? ¿Qué papel le toca jugar a Morena para mejorar la comunicación con los ciudadanos?
C.H.: El partido necesita convertirse en una herramienta que informe, concientice y organice al pueblo. Que acompañe al Presidente en su tarea de desmentir las declaraciones sin fundamento de los adversarios y, por otro lado, informe sobre los avances de la «Cuarta Transformación».
CUATRO EJES DE LA AGENDA LEGISLATIVA
RT: A propósito de la agenda que Morena y sus aliados en la próxima legislatura, ¿cuáles son los ejes de las reformas a impulsar?
C.H.: Son cuatro los ejes principales de la «Cuarta Transformación», alrededor de los cuales se han generado acciones gubernamentales y propuestas desde el Congreso de la Unión.
El primero es el combate a la corrupción. Aspiramos a que este país deje de normalizar la corrupción. Necesitamos afinar los mecanismos de combate a la corrupción, que la ciudadanía participe y no haya impunidad.
El segundo es generar bienestar en la mayoría de las familias, fundamental para disminuir la brecha de desigualdad que existe en un país con tanta riqueza dados sus recursos naturales, pero al mismo tiempo con millones de personas sumidas en la pobreza.
Para eso necesitamos presupuesto para los programas sociales, que ya se convirtieron en derechos bajo este Gobierno (pensiones para adultos mayores, becas estudiantiles, programas de apoyo para el campo, etcétera).
El tercero, probablemente el más complejo, es la pacificación del país. Para eso creamos la Guardia Nacional y le dimos impulso desde el poder legislativo. Va de la mano de una visión integral sobre el combate a la inseguridad, que pasa por generar mayor bienestar en las zonas donde no hay oportunidades y el crimen organizado ha logrado arraigarse.
El cuarto eje es el desarrollo económico y la generación de empleos a través de los grandes proyectos de infraestructura: el Tren Maya, el tren interoceánico en el Istmo de Tehuantepec, la refinería de Dos Bocas, etcétera. De ahí la necesidad de contar con una mayoría legislativa capaz de dotarlos del presupuesto necesario.
Pero hay también otros temas. Estoy pensando en los derechos de las mujeres, los pueblos indígenas y afromexicanos, y la comunidad LGBTTTI. Destaco además la lucha contra los proyectos que han atentado contra nuestros recursos naturales, como la sobreexplotación minera y la privatización de las playas.
«CON EL MOVIMIENTO FEMINISTA HAY QUE TENDER UN PUENTE»
RT: Un sector que no se siente representado por el Gobierno de México es el movimiento feminista. Y todo parece indicar que, en lugar de dialogar, el distanciamiento aumenta entre ambas partes. Así lo reveló esa enorme muralla instalada alrededor del Palacio Nacional el pasado 8 de marzo. ¿Crees que la inconformidad del movimiento feminista hacia el Gobierno «cobró factura» en la elección del 6 de junio? ¿Te encontraste con reclamos de las feministas durante la campaña electoral?
C.H.: En el único lugar donde encontré reclamos fue en la Ciudad de México. Nuestro partido tiene que tender un puente entre las exigencias del movimiento feminista y la agenda de la «Cuarta Transformación». Estamos en el mejor momento para hacer avanzar la agenda feminista, con un «Gobierno progresista» en México.
El Presidente no utiliza las palabras ni los conceptos que las feministas quisiéramos escuchar, pero no he escuchado a ningún hombre de 64 años que utilice el mismo lenguaje que nosotras. Con todo, el Presidente no es un adversario del movimiento.
Actualmente hay muchas feministas involucradas en la toma de decisiones, en el Gobierno federal, en las cámaras de Diputados y Senadores, y al interior de Morena.
«La consigna es muy clara, «no queremos que nos maten, violen y acosen», pero estas exigencias no han logrado traducirse en una agenda muy puntual que se dirija a los poderes ejecutivo y legislativo».
La derecha ha utilizado este tema para tratar de distanciarnos del movimiento social, generando una lucha estéril, de tal forma que ni el Gobierno da pasos más firmes a favor de la agenda feminista, mientras que el movimiento feminista tampoco ha sabido aprovechar la oportunidad de contar con interlocutores en la toma de decisiones.
Hoy la consigna es muy clara, «no queremos que nos maten, violen y acosen», pero estas exigencias no han logrado traducirse en una agenda muy puntual que se dirija a los poderes ejecutivo y legislativo, tanto federal como locales.
Es histórico lo que está viviendo nuestro país, tendremos siete mujeres en las gubernaturas, y de ellas seis salieron de Morena, con lo cual, se avanzará mucho en garantizar los derechos de las mujeres.
ARTICULAR UN «EJE PROGRESISTA»
RT: ¿Cuál es tu valoración del momento político que vive América Latina? ¿Qué papel estaría llamado a desempeñar México en la región?
C.H.: Definitivamente hay una vocación latinoamericanista en este Gobierno. Es importante mantener una buena relación con EU, pero también mirar hacia América Latina, región con las que nos hermana no solo la cultura sino también muchas de las problemáticas que vivimos.
Creo que el papel de México en la región ha sido fundamental. Por ejemplo, en el caso del Presidente Evo Morales (cuando fue obligado a abandonar el país), en diversas situaciones nuestro Gobierno ha insistido en el respeto a la soberanía de los pueblos.
Es una gran noticia el triunfo de la izquierda en Perú, habla de la posibilidad de reconstruir una nación que en pocos años ha tenido varios presidentes, gobernado la derecha y que hoy nos da una muy grata sorpresa que no teníamos en el radar en el continente.
Creo que existe posibilidad de que se alineen los ‘Gobiernos progresistas’ otra vez, veremos qué pasa próximamente con Brasil, de tal forma que tengamos un ‘eje progresista’ entre Argentina, Brasil y México, situación que nos permitiría acompañar luchas comunes por la libertad de nuestros pueblos, en defensa de la soberanía y la autodeterminación de América Latina.
Y, sobre todo, continuar avanzando en la construcción de una alternativa al neoliberalismo. Demostrar que sí es posible gobernar con bienestar. América Latina puede ser mucho más próspera y fuerte de lo que es hoy en día.
RT: Varios integrantes de Morena han alertado sobre una estrategia de ‘desestabilización’ contra el Gobierno, impulsada por los partidos de oposición, pero también desde el exterior. ¿Qué acciones se están tomando desde el partido?
C.H.: Hemos denunciado el papel de la Agencia de EU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) en el financiamiento de varias organizaciones, ligadas casualmente a Claudio X. González Guajardo.
Estaban tan deslegitimados los partidos de oposición que tuvo que salir González Guajardo a orquestar una alianza electoral en contra de nuestro proyecto, incluso alentando acciones golpistas.
«Nos enfrentamos a una embestida de la derecha, articulada en el plano regional, que busca que fallemos para demostrar que lo mejor sería regresar al pasado», dijo.
No nos sorprende. Ellos son herederos de quienes en su momento pedían que un emperador extranjero viniera a tomar las riendas del país. Hemos denunciado con mucha firmeza el papel de Luis Almagro al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA), incluso solicitado su renuncia porque consideramos que ha lastimado la democracia en América Latina.
Tampoco nos sorprende que la derecha mexicana se articule con la derecha continental, obsesionada con detener a los ‘Gobiernos progresistas’. Es un reto doblemente complejo. No es solamente el gobernar para lograr la transformación y estar a la altura de las expectativas de las mayorías. Nos enfrentamos a una embestida de la derecha, articulada en el plano regional, que busca que fallemos para demostrar que «lo mejor sería regresar al pasado».
A pesar de eso, la elección intermedia dio prueba de que los millones de pesos invertidos por la oligarquía nacional e internacional no fueron suficientes para detener la transformación de México: ganamos la ‘mayoría simple’ en la Cámara de Diputados, la mayoría de las Gubernaturas en disputa, así como los Congresos locales.