«Quien puede lee» fue la consigna que el IMAC puso para el Programa Extramuros, un espacio donde toda la gente de Tijuana participa de la Feria del Libro y de todas las actividades culturales.
Ciudad de México, 26 de junio (SinEmbargo).- Hay cosas que a veces salen bien y como tales hay que destacarlas. “Quien puede lee” fue el lema que eligió el IMAC para participar en la XXXVI Feria del Libro Tijuana.
En su marco, se llevó a cabo el taller Cuentos de hadas para lectores sabios a 30 pacientes de la Comunidad Terapéutica de Rehabilitación y Reinserción Social del Adicto paciente, a cargo de la narradora y crítica literaria de origen cubano, Rebeca Murga Vicens.
El escritor y poeta Carlos Martínez mostró Hermoso abismo, poemario de su autoría, en el kiosco del Mercado Hidalgo, en un programa que se llamó Extramuros y que llegó a el Centro de Reinserción Social Tijuana (Cereso), así como escuelas, centros comunitarios, centro de tratamiento contra adicciones, parques, unidades deportivas, casetas policiacas y recintos culturales del IMAC.
En una charla sobre Extramuros y sobre la labor que cumple el Instituto de Arte y Cultura, la titular Haydé Zavala habla de su tarea y de lo mucho que le falta por hacer en una convulsionada y siempre para adelante Tijuana.
–El IMAC está con toda la Feria del Libro este año
–Nuestra participación es como parte del comité organizador. Nosotros nos seguimos encargando de todo el nivel juvenil e infantil, igual que el año pasado. También hacemos del programa Extramuros. Esta vez también nos encargamos de las clases para los escolares dentro del CECUT. Tuvimos ahora una mayor visión acerca de la Feria, pues muchas decisiones se han tomado en consenso y otras las ha tomado el Comité Literario. Tuvimos una mayor participación en algunas de las decisiones.
–Háblame del programa Extramuros, una maravilla
–La idea a partir de la muy buena recepción que tuvo el año pasado fue ampliarlo. Ahora tenemos 36 presentaciones, para públicos muy específicos. Para adictos, que tienen una biblioteca, programas de trabajo, vamos a un hospital general, visitando grupos oncológicos. Vamos a grupos de reinserción social, a escuelas, a universidades, ofreciendo un programa muy diverso.
–Pasan muchas cosas en Tijuana, una de ellas es que cada lugar hace sus programas en forma individual. Por ejemplo, una semana antes vino Juan Villoro y eso no tuvo que ver con la feria
–Sucede que esos son programas del CECUT. Para reformular la manera que se hace la programación, ahora, en el Comité Literario, hay representantes ligados a la literatura, eso es bueno. Lo que creo es que sí necesitamos valorar la forma en que esta feria está organizada, porque ha crecido tanto, que ya es muy difícil para las instituciones mismas y para los ciudadanos que participan atender la actividad adicional que se hace alrededor. Tanto el personal del IMAC como del CECUT, estamos abocados en un muy buen porcentaje a venir resolviendo cuestiones de la feria. Hay cuestiones que se retrasan en una feria tan grande como esta. Creo que sí vale la pena en una organización específica de la feria, con mucha organización, encontrar la manera de financiarlo.
–De todas maneras lo que uno ve de afuera, las actividades se duplican…¿por qué no se coordina todo?
–Necesitaríamos crear también algún mecanismo para que la información entre todas las instituciones fluyan. Tenemos que ordenar toda esa oferta. Por su naturaleza, esta es la única ciudad donde funciona un organismo descentralizado del Gobierno Federal y este es el único Estado que tiene organismos de cultura en todos sus municipios. Por otro lado están los organismos municipales que gozan de una cierta autonomía, es decir, todo ese universo de la cultura provoca que hayan germinando un montón de programas y proyectos que necesitan ordenarse. En Tijuana hemos sido muchas veces una punta de lanza para reflexionar, para lo creativo, en lo cultural.
–Cada año siento que la feria avanza, lo siento siempre
–La ciudad está con la feria. Es una actividad muy esperada, sí es una ocasión para festejar y creo que un poco la multiplicidad de actividades una situación nueva que es producto del éxito del proyecto. También en Tijuana nos atrevemos a una forma nueva para adoptar la tradición, innovamos, cambiamos, nos arriesgamos y creo que ha llegado el momento para la feria en ir pensando hacia dónde se navega.
–¿Y tú dónde vas a navegar en el futuro de la cultura de Tijuana?
–Los caminos y las rutas que nos va presentando la vida son insospechados. Yo volví a Tijuana, por razones personales a fines del 2015. Pensaba dedicarme a otras cosas. Mi paso por el IMAC lo veo como una posibilidad de contribuir a un proyecto de corte municipal, poder hace runas bases que le permitan crecer, sea quien sea la persona que se encargue del Instituto. Falta un año y medio para que termine mi gestión y luego veremos.