Mediante un alimento que tiene el aspecto y consistencia de las golosinas conocidas como “gomitas”, con sabores a limón, uva y fresa, la investigadora busca aplicar principios de la fitomedicina a terapias odontológicas, preventivas y curativas.
Por Monserrat Muñoz
Ciudad de México, 16 abril (SinEmbargo/ZonaFranca).- Un equipo del doctorado en ciencia y tecnología de los alimentos de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec) trabaja en el desarrollo de un alimento funcional para el control y tratamiento de enfermedades periodontales y caries.
La maestra Alejandra Isabel Vargas Segura, estudiante del programa académico de la Uadec, auspiciado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), lidera la investigación con el objetivo de erradicar estos padecimientos bucales, considerados los de mayor incidencia a nivel mundial, según comentó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
Mediante un alimento que tiene el aspecto y consistencia de las golosinas conocidas como “gomitas”, con sabores a limón, uva y fresa, la investigadora busca aplicar principios de la fitomedicina a terapias odontológicas, preventivas y curativas.
“Inicié este proyecto porque la mayoría de las personas que llegan al consultorio dental es por caries. Hay casos que desde muy pequeños les tenemos que hacer endodoncia o extracción, a los siete años de edad. Esto provoca que más adelante tengan problemas como movimiento dentario, no poder masticar bien o alteraciones en la simetría del rostro”, sentenció la entrevistada.
El proyecto comenzó con 15 plantas para su análisis, tras lo cual se eligió un grupo de las cinco mejores, tomando como criterios los niveles de citotoxicidad y eficacia para inhibir las bacterias que causan las patologías bucales más frecuentes entre la población infantil.
Estas plantas, todas de origen mexicano, fueron sangre de drago (Croton urucurana), tepezcohuite (Mimosa tenuiflora), hierba mora (Solanum nigrum), encino (Quercus rugosa) y rosa de Castilla (Rosa gallica). Al momento, los resultados indican esta última como la idónea para desarrollar el alimento funcional.
“La rosa de Castilla desde el principio vi que tenía muy buen comportamiento; a través de las pruebas fitoquímicas observamos que tiene muchos metabolitos secundarios que eran los que podían funcionar. Cuando hicimos las pruebas con la bacteria era la que tenía mayor inhibición. Es inhibición completa, la bacteria no crece en presencia de esta planta”, comentó.
EL PROCESO
Para crear la gomita, la estudiante hizo una infusión con cada una de las plantas seleccionadas para luego realizar una liofilización y rotaevaporación, quedando así únicamente el activo de la planta en forma de polvo. Este elemento se incorpora a la receta del alimento.
“Es una receta a base de grenetina y pectina, que ayuda a formar una película en el diente para evitar que se adhieran más microorganismos. Está pensada para que la gomita la puedan tener un rato en la boca y se vaya deshaciendo poco a poco para poder liberar los compuestos”, expuso la estudiante.
Las pruebas de toxicidad se hicieron con Artemia franciscana como organismo modelo. Sin embargo, Vargas Segura señaló que aún se deben realizar pruebas con células humanas, entre otros estudios de biología molecular, para comprobar que el producto funcione con un amplio espectro de bacterias.
En un corto plazo se iniciarán pruebas con pacientes voluntarios, para lo cual ya se trabaja en la elaboración de la suficiente cantidad de gomitas.
ENJUAGE BUCAL Y PASTA DENTÍFRICA
Vargas Segura acotó que buscará elaborar otros productos con el mismo principio fitomédico que ahora utiliza en las gomitas.
“Esta puede ser la base para hacer otras herramientas, por ejemplo, creemos que el enjuague bucal es lo que tendría mayor impacto en la población, porque es algo sencillo de utilizar, de realizar y comercializar, a bajo costo. Este nada más es el parteaguas para incorporar la fitomedicina en los consultorios”, dijo, a la vez que agregó podría desarrollarse también una pasta dental.
La investigadora está abierta a la idea de colaborar con un laboratorio o empresa del ramo que se interese en este proyecto, mismo que podría ser atractivo para la industria dado que los precios de producción son mínimos.
“Es muy económico, cada gomita ha de salir en cinco pesos y el enjuague bucal en menos de 100 pesos”, agregó la investigadora, posterior a su ponencia durante el Primer Foro Internacional de Talento Mexicano Innovation Match MX 2016.
Asesorando a la maestra están las doctoras Anna Iliná, Elda Patricia Segura Ceniceros y Sonia Yesenia Silva Belmares, investigadoras y académicas de la Uadec. En área odontológica, la asesoran el doctor Luis Méndez González, endodoncista de esta misma casa de estudios, así como la doctora Nuria Patiño Marín, coordinadora del doctorado en ciencias odontológicas en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).