No sólo es de mal gusto y puedes llegar a ofender a las personas con quien compartes mesa, aparte, hace que se disfrute menos la comida. Ahora que hay evidencia ¿podrías dejar de mirar tu Instagram un momento?
Por Jelisa Castro / Traducido por Elvira Rosales
Ciudad de México, 16 de marzo (SinEmbargo/ViceMedia).– Si tuviste una cena mediocre o no tuvo ninguna relevancia el brunch de la semana pasada, no tiene nada que ver con la calidad de los tacos o el aguacate en tu pan tostado. Puede ser culpa de tu teléfono.
Según investigadores de psicología de la Universidad de British Columbia, la gente que se distrae con sus celulares mientras comparte una comida con amigos o familiares disfrutaron menos el tiempo que las personas que no actuó de esa manera.
En su estudio, el equipo mandó a 304 personas a un café con amigos o familia, y se le pidió a los participantes que dejaran sus teléfonos en la mesa (que igual lo hubieran hecho) o guardarlos mientras el resto comía. Al grupo que tenía permitido usar sus teléfonos les pidieron contestar una encuesta que enviaron a sus teléfonos mientras ordenaban; al grupo sin celular le dieron la misma encuesta pero en una hoja de papel. Después, les pidieron a ambos grupos calificar sus experiencias y reportar cuánto las habían disfrutado. Los investigadores se enteraron que quienes habían tenido sus celulares afuera reportaron que habían estado más distraídos y (sorprendentemente) más aburridos que los participantes que mantuvieron sus teléfonos guardados y, como grupo, dijeron haberse sentido insatisfechos con la experiencia en general.
«Si bien un celular puede ser muy útil, nuestros descubrimientos confirman lo que muchos de nosotros sospechamos», dijo el autor del estudio y estudiante del doctorado en psicología, Ryan Dwyer, a Science Daily. “Cuando usamos nuestros teléfonos mientras pasamos tiempo con personas que nos importan —además de ofenderlas— disfrutamos la experiencia menos que si guardáramos nuestros dispositivos”.
La profesora de psicología y coautora del estudio, Elizabeth Dunn, hizo eco de las conclusiones de Dwyer, diciendo que hay un «beneficio real y detectable al guardar tu teléfono» durante situaciones sociales.
Y lo más probable es que tenga razón, aunque no muchos nos demos cuenta. En la introducción del estudio, los psicólogos citaron estadísticas deprimentes de Pew Research donde decía que el 90 por ciento de los usuarios de celulares utilizaron sus dispositivos durante su actividad social más reciente.
Y de acuerdo a una encuesta de 5 mil estadounidenses encargada por Nutrisystem, el 29 por ciento de los participantes dijo que sus celulares están presentes en cada comida, mientras que más de la mitad de los encuestados dijo que veía su teléfono durante «la mayoría» de las comidas. (17 por ciento de la gente dijo que nunca usaban su celular mientras comían, lo cual significa que el 17 por ciento tiene 14 años y está castigado o son mentirosos).
En 2012, los investigadores de la Universidad de Essex en Inglaterra descubrió que sólo tener el celular sobre la mesa tenía un impacto negativo en las conversaciones y sentimientos de conexión entre individuos, restando probabilidades de tener conversaciones «significantes». «La presencia de teléfonos celulares puede orientar a los individuos a pensar en otras personas y eventos fuera de su contexto social inmediato», el investigador Andrew Przybylski dijo al Telegraph. «Al hacerlo, desviaron su atención de una experiencia presente interpersonal para enfocarse en una multitud de preocupaciones e intereses externas».
Seguro, todos estamos psicológicamente programados para revisar nuestros teléfonos constantemente, pero no es muy tarde para liberar la mente por tu propio bien y por el pobre güey con el que estás comiendo. O sea, no es como que Instagram necesite más fotos de comida.