«Yo solo quería que mi esposa supiera cuánto la amo, me escondí arriba del puente para colgar la manta, pero apenas la puse y ya estaban ahí los policías, me pidieron quitarla y no me quedo otro remedio».
CIUDAD VALLES, 16 de febrero (Pulso).- Después de que Gabriel Rocha trató de colgar una manta de amor en el «Puente Negro» para su esposa Claudia Torres, ya nada volvió a ser igual, pues a partir del 14 de febrero han recibido varias invitaciones para desayunar, comer y cenar en varios restaurantes, para tomarse varias sesiones de fotos y para que Claudia se embellezca en distintos salones.
A Gabriel se le ocurrió colocar la «manta del amor» para que su esposa pudiera verla colgada, pero no fue así, porque los policías de esta ciudad acudieron a retirarla.
Hoy, Claudia y Gabriel disfrutan de todas esas invitaciones que les han hecho varias personas al haberse hecho viral la noticia en varios medios, de que habían frustrado su intención al enamorado.
«Yo solo quería que mi esposa supiera cuánto la amo, me escondí arriba del puente para colgar la manta, pero apenas la puse y ya estaban ahí los policías, me pidieron quitarla y no me quedo otro remedio».
Gabriel dijo que lleva 11 años viviendo con Claudia, seis de casados por el civil y en enero apenas cumplieron dos años de casados por la iglesia, además de que tienen dos hijas, fruto de su amor de secundaria, porque fue en la técnica 16 donde se conocieron por el año 2009, luego se hicieron
novios e iniciaron una vida juntos.