Los científicos de la NASA descubrieron emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero en el Ártico que se deben a la descongelación del permafrost —la capa de suelo perpetuamente congelada— a medida que aumenta la temperatura. Para comprender en qué medida el metano podría acelerar el calentamiento global, los investigadores deben saber la cantidad de emisión.
Ciudad de México, 16 de febrero (RT).- Los científicos del Experimento de Vulnerabilidad del Ártico Boreal de la NASA (ABoVE, por su siglas en inglés) —dedicado a analizar el impacto del cambio climático en las zonas remotas de Alaska y Canadá— investigaron las emisiones de metano en el Ártico, y publicaron el resultado de su estudio el 10 de febrero en la revista Geophysical Research Letters.
Los investigadores sostienen que la expulsión de metano y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera se deben a la descongelación del permafrost —la capa de suelo perpetuamente congelada— a medida que aumenta la temperatura. Para comprender en qué medida el metano podría acelerar el calentamiento global, los científicos deben saber la cantidad de emisión.
Para averiguarlo, en el 2017 los investigadores utilizaron aviones equipados con un instrumento especializado que detecta imágenes infrarrojas y analizaron unos 30 mil kilómetros cuadrados en el Ártico.
«Consideramos que los puntos calientes son áreas que muestran un exceso de tres mil partes por millón de metano entre el sensor aerotransportado y el suelo», explicó Clayton Elder —autor principal del estudio—, del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA en Pasadena, California. «Y detectamos 2 millones de estos puntos calientes sobre el terreno que estudiamos», agregó.
Asimismo, los científicos de la NASA descubrieron, en un estudio adicional, que la mayoría de ellos se concentraron a unos 40 metros de las vías fluviales y en cambio, aproximadamente a unos 300 metros de la fuente de agua, disminuyeron casi por completo.
«Después de dos años de estudios de campo que comenzaron en el 2018 en un sitio del lago de Alaska con un punto de metano, encontramos una descongelación abrupta del permafrost justo debajo de ese punto», reveló Elder.
«Es esa contribución adicional de carbono permafrost —carbono que se ha congelado durante miles de años— la que esencialmente otorga comida a los microbios que lo devoran y se convierte en metano a medida que el permafrost se continúa descongelando», teorizó el científico, además de revelar que es la primera vez que se emplea el instrumento AVIRIS-NG en lugares donde «las ubicaciones de posibles emisiones relacionadas con el permafrost son mucho menos conocidas».