Es urgente ordenar el mercado agroalimentario en México, acusa la fundación El Barzón. En una carta dirigida al Papa Francisco, con quien se reunirá en Chihuahua, exige intervenciones de los poderes públicos para regular a los oligopolios y garantizar el derecho a la vida digna comenzando por el derecho a la alimentación.
Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).– Los pequeños agricultores, ganaderos, pescadores y agentes forestales de México viven una situación «insostenible» y «deteriorada» por la carencia de protección social y la extensión de oligopolios cuya presencia afecta a la economía regional y los despoja de sus tierras, lo cual sucede «con el total apoyo de los diversos órdenes de gobierno», acusa la Fundación El Barzón.
La organización escribió una carta al Papa Francisco, con quien se reunirá mañana en Ciudad Juárez, Chihuahua, para pedirle que intervenga ante instancias internacionales para equilibrar el desarrollo económico en todo el territorio nacional mediante el apoyo a la producción local y reducción de dependencia a las importaciones.
En la misiva –la cual cita diversos párrafos de la Encíclica «Laudato Si» del Pontífice– la unión nacional asegura que existe «una enorme polarización y desigualdad económica y productiva entre las más de cinco millones 300 mil unidades económicas del sector agropecuario, de acuerdo a un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)».
Denuncia que en México se favorecen las importaciones de los alimentos básicos, lo cual frena a la producción y al desarrollo nacional. Las importaciones «ya cubren más del 40 por ciento del consumo nacional y nos hace dependientes en nuestra alimentación de empresa extranjeras sin escrúpulos», critica.
En la Encíclica, el Papa aseguró que la expansión de cultivos de oligopolios «arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales […] Ya son muchas las regiones en las que los alimentos producidos van a países extranjeros y la población local se empobrece por partida doble, porque no tiene ni alimentos ni tierra».
La fundación El Barzón acusa que «en México todo esto se hace con el total apoyo de los diversos órdenes de gobierno».
En la carta agrega que «los agricultores ricos coludidos con autoridades corruptas» están contaminando el agua, lo cual provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso.
«Vemos con indignación cómo los precios de los insumos que empleamos para producir semillas, fertilizantes, combustibles, implementos y maquinaria van siempre a la alza y los precios de nuestros productos van a la baja. Esto nos descapitaliza, nos hace abandonar la tierra y nuestras comunidades», escriben.
El Papa Francisco redactó en junio pasado una Encíclica. «El diagnóstico que hace usted lo sufrimos desde abajo», le escribe El Barzón.
La unión expone al Papa que el gran objetivo es tener una vida digna a través del trabajo en el campo, por lo que las autoridades deben asumir la responsabilidad de apoyar a los pequeños productores y a la diversidad productiva, sobre todo a los sistemas alimentarios campesinos.
A través de las palabras del Pontífice, la unión concluye que «es posible alentar el mejoramiento agrícola de regiones pobres mediante inversiones en infraestructuras rurales, en la organización del mercado local o nacional, en sistemas de riego y en el desarrollo de técnicas agrícolas sostenibles».
