La disciplina circense está en un proceso de transición en el país, posturas políticas y sociales le han quitado peso a una tradición de poco más de un siglo, abriendo paso a una nueva generación de artistas profesionales que explotan lo mejor del circo clásico, lo fusionan con el teatro y la danza, para crear una alternativa para el público. ¿Qué es el circo contemporáneo y cómo se vive en México?
Ciudad de México, 17 de enero (SinEmbargo).- No tienen animales. Tampoco grandes anuncios con luces ni mucho menos freaks. Todavía hay acróbatas, hay profesionales, hay artistas. No es una tradición “en las venas” pero se trata de disciplina llevada al límite por amor al arte. La nueva etapa del circo nace de las carpas pero se fusiona con el teatro, la danza y la música para tomar forma en el presente, en lo contemporáneo.
Los inicios del llamado circo contemporáneo están a finales de los años setenta, cuando compañías como el Big Apple Circus de Nueva York y el Circus Oz australiano comenzaron a experimentar la combinación entre las técnicas tradicionales de malabarismo y acrobacia con la dramaturgia, vestuarios más adaptados y el cuerpo humano –y no el animal- como punto central de entretenimiento y arte, pero todo ello con una profesionalización detrás, no como una forma de vida heredada sino elegida.
En México, en comparación con algunos países de Europa, el circo contemporáneo está en busca de su consolidación y todavía lejos de ser visto por el público como un estilo de vida. “Ha crecido muchísimo, por muchas vertientes, las diferentes escuelas y compañías ofrecen distintas cosas, todos están buscando una identidad, lo que nosotros tratamos es justamente de unificar todas esas ideas y hacerles ver que todo es lo mismo”, dice a SinEmbargo Paola Avilés, directora general de la Circonvención Mexicana, encuentro de artistas que en 2015 cumplió 15 años.
“Igual y se dice la misma cosa de diferentes formas, pero se dice una y es compartir, es atreverse, es entretenerse de una forma sana en la vida, buscar cosas fantásticas, no solamente en el día a día, sino más bien encontrar una posibilidad de ‘¿qué puedo hacer yo con mi vida de una forma extraordinaria?’, y el circo es lo que ofrece, es una respuesta a cómo vivir una vida extraordinaria”, continúa.
MÉXICO, TODA UNA AVENTURA
Para Aimé Morales, artista venezolano ganador del 35° Mondial du Cirque de Demain realizado en París en 2014, venir a México significó poner a prueba su capacidad para improvisar.
“La experiencia ha sido bastante aventurera porque yo estoy acostumbrado a las escenas de Europa, aquí ha sido a la improvisación, pero siempre ha sido una aventura encontrar las cosas y moverse para que salgan, ha sido bastante emocionante. Y aparte de eso el público de México es increíble, no es como el público de Suiza, por ejemplo, o el público alemán”, cuenta en entrevista.
Su estadía aquí, sin embargo, no duró más de un mes, justo para presentarse en algunos eventos y participar en la gala de la Circonvención, llevada a cabo en el Centro Nacional de las Artes (Cenart). “Sigo el ritmo del artista de circo, que es viajar para hacer espectáculos. De aquí me voy para Alemania, paso primero por Bélgica, otra vez me voy para Australia y así”.
Percy Córdova, por su parte, tiene en México poco más de un año, proveniente de Perú, llegó aquí tras viajar por Sudamérica para ver “cómo estaba la movida del circo por acá”, pero quería coincidir con el encuentro circense pues significa una oportunidad importante para conocer gente, hacer contactos, y por qué no, algunos amigos.
Para el joven de 29 años, la atención que las instituciones gubernamentales dan al circo es mayor a la que se puede encontrar en otras parte de América Latina: “Acá está bueno que tienen apoyo, pero lamentablemente los mexicanos se estarán quejando de todo”, dice entre risas.
“En Perú donde estoy yo, no hay apoyo, están invirtiendo en otras cosas, la cultura está en último escalón, obviamente que acá también está en último escalón, pero al menos lo toman en cuenta […] No es el mega apoyo como a las escuelas europeas, aquí hay una escuela que se llama Cirko De Mente, y hay becas para tomar esos diplomados y el gobierno en algunos casos apoya al artista que está empezando”, continúa
Y efectivamente, apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) a través de Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), el Cirko de Mente ofrece el Diplomado de Artes Circenses Contemporáneas desde 2011, programa educativo que con dos años de duración busca enseñar, especializar y perfeccionar estas técnicas de manera profesional y sistemática.
Pero, ¿es necesaria esta educación o el talento gana?
“Si no tienes disciplina, estudia… si no entrenas, no te va a salir bien, si no te va a salir bien la gente no te va a contratar y es muy competitivo, siempre hay otro que sale mejor y tú vas a estar en la nada”, opina Percy.
Cuenta que antes de entrar a una escuela de circo, trabajó en una carpa familiar. “Yo me imaginaba andar disfrazado de payaso y estar con mi cuaderno, pero felizmente estuve en una buena escuela donde me enseñaron disciplina e historia de circo, danza”.
“Mi concepto no es que nazcas con talento si no que repartas tu tiempo. A mí me molesta un poco que la gente diga ‘yo tengo el circo en mis venas’, porque no es cierto, lo tienes en el corazón”, dice el acróbata y malabarista peruano.
Aimé coincide, la escuela y su asistencia obligatoria empuja a mantener una disciplina necesaria para esta carrera, «Yo hice escuela de clown en Ibiza, hice dos años en Rogelio Rivel en Barcelona, un año en Flic, en Italia, y tres años de la École supérieure des Arts du Cirque (Escuela Superior de Artes de Circo) en Bruselas, que es como una Universidad».
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La 10ª Circonvención Mexicana se llevó a cabo del 5 al 9 de noviembre del año pasado en Oaxtepec, Morelos, ahí se reunieron profesionales, principiantes y observadores para visualizar cómo está la situación del circo en el mundo y específicamente en México, cuáles son avances y sus principales problemáticas.
Y, ¿cuáles son estos problemas?
«Ninguno, no, no hay», bromea Avilés, también conocida como “La Pao”.
Pasada la risa, acepta que en el país existe una crisis tanto económica como cultural. “Sí hay una carencia de apoyo y no es fácil encontrarla, porque las opciones de un sistema en el que vivimos ahora nos obligan a tener que hacer lo que está dicho, y en el circo en realidad es completamente otra cosa, entonces nos topamos con una barrera de realidad en la que tanto el dinero como el apoyo, como la difusión, como un montón de cositas sí afectan».
«Lo que ofrecemos realmente es una calidad muy grande –continúa- creo que la representación de México en el mundo sigue siendo muy positiva, la poca gente que llega a salir, y la poca gente que verdaderamente se está metiendo de lleno, son los que están representando a México y lo están haciendo en una forma impecable”.
CAMBIOS EN LA PERSPECTIVA
La presión de activistas, organizaciones civiles y población general derivó el 8 de julio del año pasado en la entrada en vigor de las reformas a la Ley General de Vida Silvestre y a la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, cuyo aspecto más destacado quedó resumido en una línea: “Queda prohibido el uso de ejemplares de vida silvestre en circos”.
La medida significó para los circos tradicionales un bache más en un camino de por sí ya lleno de obstáculos.
«Yo me enamoré del circo por los animales. Yo quería ser veterinaria, quería entrenar animales, como que siempre fue la conexión propia con el animal. me encanta la posición de poder trabajar con ellos, porque al final sí se tiene que generar un vínculo de amor entre el animal y la persona para que funcione el circo, si es a través de madrazos no va a llegar a ningún lado y eso yo creo que es algo que la gente de afuera tal vez no lo ve.
Veo mucha mayor pobreza de los padres hacia los hijos, mucho mayor maltrato de los papás o las familias a los niños, que un entrenador a su animal, porque realmente el entrenador sabe que es gracias al animal que él también come», cuenta Pao.
Y continúa: «A mí me fascina, me encanta y no tolero la violencia ni al animal ni a cualquier persona, estoy en contra de la violencia, pero estoy a favor del amor, y siguen habiendo circos que hacen espectáculos fantásticos que yo deseo con toda el alma que no dejen de existir. Igual y es con menor cantidad y mayor calidad, eso puede ser una respuesta. El triunfo antes era tener animales en el circo, ahora ese ya no es el triunfo, yo creo que ahora la gente está pidiendo a gritos mayor calidad en lo que se ve».
Los tres expertos coinciden en que la perspectiva del público ha ido cambiando con el tiempo, ya no se ve al circo como una simple forma de entretenimiento, si no como un arte que se puede apreciar a todas edades.
Para Aimé, especialista en rueda cyr, acota que depende mucho del lugar en el que estés, porque en el continente europe es más común que le pregunten “trabajas en el Circo del Sol”, “pero aquí todavía la gente te pregunta ‘¿tienes leones y elefantes?’, todavía se ve muy como circo tradicional y en realidad no es para nada. Hoy en día en Europa estudiar circo es una carrera universitaria, yo estoy graduado a nivel universitario de circo y de hecho el espectáculo que presenté aquí, el número es mi tesis de fin de Universidad», dice.
Percy justo menciona el Cirque du Soleil como uno de los grandes factores en el cambio de percepción. “Al principio que la gente vio ese tipo de espectáculo fue como wow, y no es que los artistas lo empiecen a imitar si no que cada uno saca su propia esencia, pero también hubo una mezcla de artes. A mí también me gustaba el circo de antaño obviamente y sus extravagancias, pero ahora se mezcló todo y eso se me hace mucho más interesante todavía porque se mezcló el teatro, la música, la comedia, el circo”.
Pese a que tienen más ojos sobre ellos, Paola Avilés acepta que la carrera es riesgosa: “Nos encontramos en la cuerda floja, o tensa, o en la vertical, nos encontramos malabareando siete pelotas, en un triple salto mortal, en el que yo creo que la moneda sigue estando en el aire, y es un momento en el que no creo que caiga, no creo que nunca llegue a caer, sigue siendo como un pequeño vértigo de emoción, esto todavía no termina y no creo que termine tampoco”.
VAMOS, VAMOS, VAMOS…
“Truxon, el robot más grande y sorprendente del mundo”, es ahora la principal atracción del Circo Atayde Hermanos, empresa fundada en 1888 y una de las carpas más exitosas de todos los tiempos. Truxon es un gorila…robot.
Y mientras que en el interior de la República hay estados en los que agotan localidades, en el Distrito Federal, se retiraron de la Carpa Astros.
«Ha habido una sensación muy fuerte en los últimos años de que el circo tradicional no es bueno, y se habla fuerte, sí es muy claro, se ve en la taquilla de los mismos circos, de hace unos 50 años que se llenaba una carpa con dos mil personas diarias […] porque otra forma de entretenimiento en realidad no había.. Ahorita ya no es tan necesario, desgraciadamente, o por lo menos esa es la idea que nos están vendiendo y la gente lo está comprando […] ya el interés de la gente está en otras historias».
También se ha llegado a difundir del maltrato a los animales, la pobreza del circo, la pobreza de la calidad del espectáculo y se vuelve un círculo vicioso, porque entonces mientras más se hable mal de él, la gente menos va y entonces menos apoyo y por lo mismo ya tampoco crece, es como volver cada vez más pobre a lo pobre, cuando realmente de pobre no debería de tenerlo”, opina Paola Avilés.
Pero, ¿está peleado uno con otro? ¿es de mayor calidad lo nuevo o todo tiempo pasado siempre fue mejor?
«Nosotros queremos invitar a los del circo tradicional es que también vean el trabajo que como circo contemporáneo o independiente existe un montón de gente que ya se están preparando con actos muy significativos para que puedan entrar a carpas. Entonces si la gente ya no quiere ver animales en el circo que es muy respetable, posiblemente ya pasó esa etapa, todo cambia, entonces es posible que ahorita nosotros como cirqueros independientes tengamos también la posibilidad de girar en carpas de circo, que es increíble, y hacer que los circos mexicanos pequeños cuenten con talento mexicano y que tengan actos fantásticos de gente que ha estado los últimos 4-5 años asistiendo a talleres, cursos, escuelas, diplomados, licenciaturas y permitir que se quede ese talento en México y no necesariamente que busque lo mejor en el extranjero, en México también hay mucha riqueza y la podemos aprovechar.
Muchos todavía no entienden realmente la pasión tan grande como la de ellos por el circo, sienten ‘el circo es nuestro’ y bueno, el circo es de todos», sigue.
“LA ACROBACIA NO TE VA A DAR DE COMER”
Percy recuerda que, como a casi todos, su mamá le preguntó: “¿Y de qué vas a vivir? ¿Seguro la acrobacia te va a dar de tragar?”.
Y sí, admite que lleva ocho años sin tener otro trabajo que no tenga que ver con las artes circenses. Claro, llenos de altibajos que van de los actos en semáforos hasta los hoteles cinco estrellas.
“Obviamente que yo estoy más pobre que la muerte pero no me importa porque estoy feliz, me da mucha alegría, no me imagino haciendo otra cosa que no sea esto […] me despierto todos los días agradecido porque estoy vivo y puedo subirme a la rueda y hacer tremendos giros que tal vez podría morir en el intento, pero feliz”, dice quien desde niño se paraba de manos, a los 14 empezó con el break dance, un año después entró a su primer circo y a los 18 comenzó sus estudios profesionales.
“Llevé al espectáculo a mi mamá, me pidió disculpas”, finaliza Percy.
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«La Pao», por su parte, gusta de presumir la independencia del circo, «como un ente que no necesita de nadie para ser, más que del mismo artista y las ganas de hacerlo”.
«En realidad el circo todavía no lucra económicamente en la forma en que nosotros lo proyectamos, más bien lucra en una posición más de emoción, alimenta más bien el alma, y ¿cómo le puedes poner precio a alimentar el alma?, no es a través de dinero». Por ello, es difícil buscar y encontrar patrocinios:
«‘¿Y qué es lo que yo voy a ganar?’ preguntan las marcas. Es arte, vas a hacer una diferencia en el mundo y tú tienes una posibilidad de apoyarlo…o no», dice.
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Las entrevistas anteriores se llevaron a cabo en Cracovia 32, una casa cultural alternativa independiente ubicaba al sur del DF, en dos sillas en la terraza donde ya hay un huerto urbano y se tiene como fondo la música, los gritos, el sonido de los pies de un acróbata al llegar nuevamente al suelo.
«Cracovia 32 sí es una casa del circo y del swing, del indie hop, del baile social, aparte de todo ello, lo que pueda venir es súper bienvenido, la huerta, el hostal, clases de hip hop, muestras de teatro, fiestas para recaudación de fondos, mercado de ropa de segunda mano o ‘vamos a pintarnos la cara’, cualquier proyecto es fantástico y cabe en Cracovia», explica Paola.
Tras la pregunta obligada de “¿Qué viene para ustedes, para Cracovia, para la Circonvención?, la respuesta de su directora es simple y firme:
«Circo, siempre circo»
LO MEJOR Y LO PEOR
Aimé Morales
«Lo mejor de esta profesión es la parte creativa, primero que nada, el hecho de tener una idea y desarrollarla hasta donde tú puedas llegar, pasar tus propios límites, no sólo técnicamente si no también a nivel de creatividad, eso es algo que te realiza mucho como persona y te hace sentir muy bien porque una vez que estás en escena y tienes personas que lo agradecen, te da una sensación increíble. Aparte de eso también te hace tener objetivos muy claros y ser muy preciso dentro de tu vida y dentro del movimiento, porque igual te puedes romper, te puedes hacer mucho daño, esa sería la parte negativa del circo, que si no te cuidas pues tu cuerpo se daña. El cuerpo se daña naturalmente pero si haces circo y no te cuidas se daña mucho más rápido».
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Percy Córdova
“Lo mejor de mi profesión es todo, el día a día, el crear, la admiración de la gente, que siempre te escribe mensajes, el agradecimiento eterno que nunca para, las puertas se te abren totalmente.
Lo peor es lamentablemente lidiar con lo económico, quizás todo el mundo te lo diga, no sólo los cirqueros sino los músicos, los teatreros… Pero con lo poco estoy feliz, obviamente que a veces me salen buenos eventos y podría vivir tranquilo y seguir creando, y a veces también estoy en la miseria eterna”.