La Agencia Mundial Antidopaje manifestó su preocupación por la posibilidad de que la federación internacional de atletismo supiera del dopaje en los atletas rusos años antes de que fueran suspendidos
PARIS, 13 de enero (AP).— Los hallazgos de la Associated Press de que autoridades del atletismo mundial consideraron la posibilidad de ocultar la plena magnitud del dopaje ruso antes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 son «sumamente preocupantes» y merecen una mayor investigación, dijo la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) el miércoles.
La AP informó el martes que seis años antes de suspender a Rusia, la federación internacional de atletismo sabía que en ese país había un dopaje fuera de control y temió que algunos atletas pudiesen morir por el uso desenfrenado de sustancias prohibidas y consideró la posibilidad de colaborar con las autoridades rusas para ocultar el alcance del programa antes de los Juegos de 2012.
Estos hallazgos provinieron de documentos internos de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) que la AP recibió de una persona íntimamente vinculada con el programa antidopaje del organismo rector del atletismo mundial, y que solicitó el anonimato por no estar autorizada a difundirlos.
Dos documentos internos de la IAAF anteriores a los Juegos de Londres propusieron no publicar las sanciones por dopaje aplicadas a atletas rusos poco conocidos. Ello hubiera violado las normas de la AMA, y los mismos documentos aclaraban que la no divulgación sería contraria a las prácticas habituales de la IAAF. Esta confirmó la autenticidad de los documentos, pero dijo que finalmente no se ocultaron las sanciones a los rusos.
La AMA dijo que su comisión investigadora del dopaje ruso y los encubrimientos debería investigar los hallazgos, si no lo ha hecho ya.
«Las insinuaciones, de ser ciertas, son sumamente preocupantes», dijo el vocero de la AMA Ben Nichols en un comunicado a la AP. «Si ésta es información nueva que la Comisión Independiente de la AMA no ha examinado ya, deberá ser investigada».
El jueves la AMA debe emitir el segundo informe de sus investigaciones. El primero, en noviembre, denunció la complicidad del gobierno ruso en el dopaje extendido y sistemático.
Los atletas reaccionaron con disgusto ante los nuevos hallazgos de la AP de que los análisis de sangre de la IAAF a partir de 2009 revelaban la escandalosa magnitud y gravedad del dopaje ruso. Los hallazgos suscitaron nuevos interrogantes acerca de por qué la organización esperó seis años antes de suspender a Rusia, cuyos atletas podrían quedar vedados de los Juegos de Río en agosto.
«Es muy decepcionante», dijo el marchista australiano Jared Tallent vía telefónica a la AP. «Ya en 2009 sabían que Rusia tenía problemas enormes. Deberían haber tomado medidas mucho antes».
La lanzadora de jabalina británica Goldie Sayers tuiteó: «Y así sigue. Los atletas limpios dañan su salud a largo plazo al tratar de competir con tramposos. Me repugna».
Los documentos de la IAAF revelan cómo los dirigentes pidieron a Rusia que tomara medidas, pero también utilizaron los avances en los análisis de sangre contra los delincuentes. También apuntan a momentos importantes en la crisis de dopaje en Rusia, que ha empeorado por las acusaciones de que dirigentes rusos y de la IAAF aceptaron sobornos de atletas para ocultar casos positivos.
Hacia el 2011, dos años después de implementado, el nuevo «pasaporte sanguíneo» de la IAAF emitía tantas señales de alarma sobre los atletas rusos que las autoridades analizaron la idea de violar sus propias reglas y las de la Agencia Mundial Antidopaje y lidiar en privado con algunos casos, según los documentos.
Los documentos revelan que se plantearon soluciones a dos puntas: aplicar las sanciones contempladas en los reglamentos a los atletas rusos más conocidos, que podían ganar medallas en los Juegos de Londres, y un manejo «discreto y rápido» de los casos de los atletas menos conocidos, cuya ausencia de la competencia sin explicaciones pasaría inadvertida.
Si un atleta aceptaba esa solución, la IAAF «no publicitaría la sanción», la cual sería acortada de cuatro a dos año, de acuerdo con una nota del 5 de diciembre del 2011.
El vocero de la IAAF, Chris Turner, dijo que ambas notas fueron enviadas por el entonces jefe antidopaje de la federación, Gabriel Dolle. Una fue para Habib Cisse, quien era el asesor legal del entonces presidente de la IAAF Lamine Diack, y la otra para el mismo Diack, dijo Turner a la AP.
Turner indicó que un colega de Dolle en el departamento antidopaje objetó en ese momento la propuesta de no divulgar las sanciones, y eventualmente fueron publicadas.
«Todo caso sospechoso de ABP (pasaporte sanguíneo) fue investigado en total cumplimiento con las reglas de la IAAF y el código de la Agencia Mundial Antidopaje», dijo Turner a la AP. «Todos los casos confirmados de dopaje fueron sancionados públicamente. No se ocultó nada».
Diack encara acusaciones de corrupción y lavado de dinero en Francia, donde está acusado de recibir más de un millón de euros (1,1 millones de dólares) en una conspiración para extorsionar a atletas a cambio de ocultar sus casos de dopaje. Los magistrados franceses también investigan a Cisse y Dolle por supuesta corrupción.
