El 2015 fue un año en que la sociedad civil organizada logró cambios en las regulaciones, echó para atrás impuestos contra la salud, salió a defender a los migrantes, sus derechos humanos y cuestionó las “verdades” del gobierno. Una vez más, mexicanos destacaron en el ámbito tecnológico y cultural, y además de brillar en el extranjero, alzaron la voz a favor de sus compatriotas.
Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).- El anterior fue un año en que las autoridades demostraron, una vez más, no tener el control sobre las problemáticas del país, sin embargo, esto sirvió para que la sociedad se organizara, alzara la voz y defendiera sus propias causas sin esperar a que alguien más lo viniera a hacer.
Hubo personajes importantes detrás de ello, seres con iniciativa, pero definitivamente fue la acción grupal la que destacó.
El 6 de septiembre, 20 días antes de que se cumpliera un año de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (GIEI-CIDH) echó por la borda la “verdad histórica” con la que la Procuraduría General de la República (PGR) intentó explicar el caso.
“Los muchachos no fueron incinerados en el basurero de Cocula”, dijo entonces Francisco Cox, integrante del GIEI, grupo que tras seis meses de investigación, entrevistas a sobrevivientes y funcionarios, encontró inconsistencias científicas que volvieron a sembrar la duda en la de por sí escéptica población: Si no los quemaron en el basurero, ¿en dónde están los 43?
El tiempo, el clima y los materiales necesarios para reducir tal cantidad de cuerpos a ceniza significaban muy distintas condiciones a las declaradas por el entonces Procurador Jesús Murillo Karam en la conferencia donde aseguró que los normalistas fueron detenidos por policías y entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron en dicho basurero para luego arrojar sus restos al río San Juan.
Ahora, el GIEI se encuentra en la segunda etapa de investigación con duración de seis meses, en la que esperan dar con el paradero de los estudiantes ya con otros datos significativos, como la existencia de un quinto camión desaparecido y el hecho de que elementos de la Policía Federal, el Ejército y corporaciones municipales tuvieron conocimiento de la ruta que siguieron los automóviles tomados por los normalistas.
“Los que viven en México, ruego porque podamos construir el gobierno que merecemos, y a aquellos que vivimos en este país, quienes somos parte de la última generación de inmigrantes en este país, espero que podamos ser tratados con la misma dignidad y respeto que aquellos que llegaron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes”, dijo el cineasta Alejandro González Iñárritu mientras dedicaba a sus compatriotas mexicanos su premio Oscar por Mejor Película para Birdman.
Esta no fue la primera vez que uno de los tres directores de cine mexicanos que mayor resonancia tienen en el mundo tomaba una postura política en un acto público. Ni mucho menos fue la última.
Hace un par de meses, “el Negro” lo hizo de nuevo cuando, sin decir el nombre de Donald Trump aludió a los discursos xenófobos e intenciones de “construir muros en lugar de puentes”.
“Las palabras que han sido expresadas no son una broma. Tienen poder real. Palabras similares en el pasado han provocado enorme sufrimiento para millones de seres humanos, sobre todo a lo largo del siglo pasado”, denunció.
Por su parte, Guillermo del Toro, conocido por sus criaturas fantásticas, dijo durante una video conversación con Paco Ignacio Taibo II en la Feria del Libro del Zócalo que “Para mí, la monstruosidad es el sistema. Los verdaderos monstruos visten de traje […] Los monstruos que yo quiero responden a su naturaleza, no tienen una opción. En cambio, los monstruos reales andan en un BMW del año y usan teléfonos celulares de última generación”, opinó.
El cineasta nacido en Guadalajara, Jalisco, vive en un “exilio voluntario” después de que su padre fuera secuestrado en 1998: “Al final del secuestro no nos despedimos con un besito, verdad. Hubo amenazas concretas de parte de ellos que me impiden regresar. No sólo me duele no volver a México, éste no es el miedo que pudiera provocarte ver a un monstruo como Godzilla en la pantalla, sino es el terror de verdad”, dijo hace algunos años a la agencia Notimex.
Alfonso Cuarón, la otra parte de la tercia ocupó el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en donde se le rindió homenaje en noviembre de 2014, como foro para expresar su inconformidad con los hechos violentos acontecidos en México en los últimos años, especialmente la desaparición de los 43 estudiantes.
“Mi voz es muy irrelevante; la voz que es relevante es la voz de toda una sociedad que se ha manifestado y lo ha hecho de una manera muy firme. Una voz que está resonando en el resto del mundo y de una manera muy valiente […] Hay una violación de los derechos humanos cotidiana en México que está sucediendo de manera invisible en muchos casos. La desaparición de estos 43 estudiantes abrió literalmente un montón de fosas comunes”, dijo.
“El Gobierno mexicano para los centroamericanos es un ojete”, dijo a SinEmbargo Alejandro Solalinde, director de la Casa para Migrantes Ixtepec.
Según cifras oficiales dadas por el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el flujo de migrantes que ingresan a México por la frontera sur se incrementó en un 52 por ciento en 2014, y la tendencia sigue al alza. Asimismo, las detenciones incrementaron en un 71 por ciento con la implementación del Programa Frontera Sur.
Sin embargo, activistas calculan que desde 2006 han desaparecido hasta 120 mil migrantes en territorio mexicano y aunque no hay estadísticas confiables, su trabajo de campo indica que son víctimas del Estado, del crimen organizado y de una colusión entre ambos.
Así, mientras el gobierno pone trabas y trámites engorrosos para los que se deciden quedar, varios más son asesinados en el camino, secuestrados para trata sexual y laboral y muchos de ellos desaparecidos.
El padre Solalinde es sólo una de las caras más visibles a favor de los migrantes en busca del “sueño americano” que en la mayoría de las veces se torna la “pesadilla mexicana”. Están también Las Patronas, un grupo de mujeres que este 2015 cumplieron 20 años dedicadas a alimentar a los cientos de guatemaltecos, hondureños, nicaragüenses y salvadoreños que todos los días pasan por Amatlán, Veracruz, montados en el tren llamado “La Bestia.
Aunque no ganaron el Premio Princesa de Asturias al que fueron nominadas este año, Las Patronas llevan dos décadas obteniendo como única recompensa un “gracias madre”.
Este 2015 significó para México el año en que las organizaciones no gubernamentales (ONG) consolidaron su poder como personajes influyentes en las decisiones políticas del país.
Los grupos pertenecientes a la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) arreciaron su lucha contra la obesidad al exigir una mejora en el etiquetado de bebidas y alimentos de alto contenido calórico y la regulación de la publicidad de estos productos dirigida a niños, así como respuestas sobre el destino del dinero recaudado con el impuesto a bebidas azucaradas.
Sin embargo, fue en octubre cuando la presión de organizaciones civiles y algunos medios de comunicación ayudó a echar para atrás la reducción en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para los refrescos, luego de que los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Verde Ecologista (PVEM) en la Cámara de Diputados aprobaran una reforma en la que el impuesto disminuía de un peso a 50 centavos.
El Poder del Consumidor, perteneciente a la ASA y dirigida por Alejandro Calvillo Unna, denunció que dicha reducción había sido promovida por la industria refresquera a través del PRI. Señaló a personajes como Genaro Borrego, ex director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y ahora director de Asuntos Corporativos de FEMSA, y a Jaime Zabludovsky, presidente ejecutivo de Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) y subjefe de la Negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Menos de un mes después, el 4 de noviembre, el colectivo Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (Smart) logró que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) hiciera historia y aprobara con cuatro votos a favor y uno en contra la siembra, producción y consumo recreativo de la mariguana.
Y aunque la medida solo beneficia a cuatro personas: Josefina Ricaño, Armando Santacruz, José Pablo Girault y a Juan Francisco Torres Landa, quienes impugnaron el cinco artículos de la Ley General de Salud, significó un avance en la regulación de las drogas.
Si las organizaciones civiles demostraron su poder, los pueblos nativos no se quedaron atrás en el afán de defender sus territorios.
Los apicultores mayas, por ejemplo, lograron en noviembre que la SCJN fallara a su favor y suspendiera provisionalmente los permisos de siembra de soya transgénica en la Península de Yucatán, otorgados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a la trasnacional Monsanto.
La tribu Yaqui, nativa del estado de Sonora, continuó con su lucha en contra del Acueducto Independencia, mega obra del gobierno local que lleva agua desde el Río Yaqui a los habitantes de Hermosillo. Pese a que en mayo del 2013 la
SCJN estableció que la tribu debía ser consultada sobre dicha construcción, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hizo caso omiso.
Además de denunciar que las autoridades no realizaron un estudio sobre el caudal ecológico que indique la cantidad de agua que se puede extraer dependiendo de su disponibilidad, líderes del movimiento señalaron que el entonces Gobernador Guillermo Padrés Elías desató una ola de odio contra el pueblo yaqui, la cual derivó en amenazas.
“Ya agotamos el librito. La tribu siempre se abocó a la ley, pero en México las leyes no se cumplen. El Acueducto está derrotado legalmente. Estamos organizando articular todas las luchas, para generar una fuerza popular que sea contrapeso. A todos los que quieren despojar, todos los pueblos indígenas. Vamos a ir a instancias internacionales”, dijo en mayo de este año Tomás Rojo, vocero del pueblo.
Por su parte, los jornaleros del Valle de San Quintín, en Baja California, han luchado por décadas para mejorar sus condiciones laborales, estuvieron en 2015 a un paso legal de consolidar su primer sindicato nacional independiente, que busca lograr contratos colectivos que incluyan seguridad social, alto al acoso sexual contra las mujeres, mejores condiciones laborales y de vida y la posibilidad de un diálogo con empresas, autoridades y trabajadores.
El pueblo otomí de San Francisco Xochicuautla, en el Estado de México, logró mayor visibilidad este 2015, pese a que reclaman luchar desde hace años contra la construcción de la autopista Naucalpan-Toluca concesionada a Constructora Teya, filial de Grupo Higa, que pertenece al empresario Juan Armando Hinojosa, uno de los favorecidas por los gobiernos Federal y del Estado de México.
El activismo de escritorio tomó otro sentido este año que la plataforma de peticiones Change.org alcanzó logros significativos con más de 108 victorias conseguidas tan solo en este año, 3.3 millones de firmantes y la primera petición iniciada por un Senador en el país.
Entre los temas que el mayor número de peticiones abrió estuvieron los derechos de animales, justicia, salud, educación y claro, derechos humanos.
En este tema, y a nivel más global, hubo dos personajes que desde sus organizaciones criticaron, cuestionaron y exigieron al gobierno mexicano respuestas: José Miguel Vivanco y Juan E. Méndez.
El primero, director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), insistió en señalar la relevancia de los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa y la “profunda crisis de derechos humanos” en la que México está sumido.
“El caso Tlatlaya es un gravísimo ejemplo de un problema mayor, y lamentablemente no se trata solamente de denuncias de ejecuciones, pues según expertos internacionales las fuerzas de seguridad mexicanas están implicadas también en desapariciones y en casos de tortura. Esta crisis se manifiesta, a su vez, en una preocupante desconfianza en las instituciones judiciales, que no han logrado combatir la impunidad que rodea a estos graves abusos”, dijo hace un par de meses.
Méndez, es relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la Tortura quien entregó en marzo de este año un informe en el que concluyó que “La tortura y los malos tratos durante los momentos que siguen a la detención y antes de la puesta a disposición de la justicia son generalizados en México y ocurren en un contexto de impunidad. Generalmente la finalidad es castigar o extraer confesiones o información. Hay evidencia de la participación activa de las fuerzas policiales y ministeriales de casi todas las jurisdicciones y de las fuerzas armadas, pero también de tolerancia, indiferencia o complicidad por parte de algunos médicos, defensores públicos, fiscales y jueces”.
Así, se ganó una afrenta pública con el Gobierno federal, quien a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) respondió a Méndez que en su informe solo se incluían 14 casos, en 13 de los cuales ya existían avances. El embajador de México ante la ONU en Ginebra, Jorge Lomónaco, respondió también que lo dicho es una “falacia” y “no corresponde con la realidad”.
No sorprende que los estudiantes mexicanos sobresalgan en concursos que tengan que ver con la ciencia y la tecnología, y este año el éxito internacional no faltó, sobre todo en el ámbito de la robótica. Y aunque hubo muchos proyectos universitarios sobresalientes, fueron los niños los más laureados.
Dos concursos de la NASA fueron conquistados por jóvenes mexicanos, primero en junio, cuando tres de los 20 estudiantes mexicanos que participaron en la primera edición de la iniciativa del Centro Espacial Houston resultaron ganadores en las disciplinas de Robótica, Diseño de Herramientas Espaciales en Impresión 3D, y a en Diseño Espacial de Hábitats, todo adaptado a Marte.
Más tarde, en noviembre, la delegación mexicana que asistió a la segunda edición del “International Air and Space Program”, obtuvo el primero y segundo lugar con sus trabajos RobotiX Marsabots y RobotiX Jetmars, proyectos que demostraron tener todas las cualidades para lograr el primer asentamiento humano permanente en el planeta rojo.
En septiembre el grupo de niñas mexicanas llamado MecaLiks ganó el Moonbots Challenge de Google, con su robot lunar Ixchel.
Para finalizar el año, estudiantes del Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica ganaron oro y plata en la Octava Edición del concurso internacional de robótica Robochallenge 2015, en la Universidad Politécnica de Bucarest, Rumania.
Reporteros sin Fronteras nombró a México el país más mortífero para ejercer el periodismo en América Latina, con ocho periodistas asesinados este año. el Comité para la Protección de Periodistas coincidió, y lo puso como al octava nación más peligrosa a nivel mundial.
Pero no sólo se trata de asesinatos, se trata también de censura, hostigamiento y encarcelamientos injustificados, tal como le pasó a Pedro Canché, periodista y activista maya que el 29 de mayo de este año logró su libertad tras 272 días preso bajo el cargo de sabotaje.
“Hola… el azote de los corruptos de vuelta a este espacio… muchas gracias por todo su apoyo y mi libertad se la dedico a los colegas periodistas muertos que no tuvieron la oportunidad de defenderse y ser defendidos”, publicó Canché en Facebook al recuperar la libertad.
Jorge Ramos, nombrado uno de las personas más influyentes para TIME, aprovechó la gala de la revista estadounidense para pedir su renuncia al Presidente Enrique Peña Nieto: “Señor Peña Nieto, comprar casas de contratistas y luego darles millones de dólares en contratos, eso es corrupción. Por eso tanta gente quiere su renuncia y no nos vamos a callar”. Además, brindó por los periodistas que han denunciado la corrupción en México, por los dreamers y por los presos políticos.
El periodista volvió a estar en los reflectores luego de que fuera expulsado de una conferencia del precandidato republicano al gobierno de Estados Unidos, Donald Trump.
De vuelta a México, el 15 de marzo una de las periodistas más influyentes fue despedida de MVS, luego de que la empresa de medios propiedad de Joaquín Vargas difundiera que no aceptaba el “ultimátum” de la locutora de devolver su puesto de trabajo a Daniel Lizárraga e Irving Huerta, parte de su equipo de investigación y autores de la investigación sobre la Casa Blanca de Peña Nieto y Angélica Rivera.
Las redes sociales y la desconfianza de la ciudadanía a los partidos políticos encumbró el pasado 7 de junio a tres personajes que, aunque aún desconocemos sus intenciones y eficiencia, dieron un cambio a la política del país.
Uno de ellos viene de un pasado libre de política, con su famoso presupuesto de 18 mil pesos y gran carisma en redes, llevaron a Pedro Kumamoto Aguilar de 25 años a convertirse en el primer candidato sin partidos en ocupar una diputación en el Congreso de Jalisco.
El ahora Gobernador del estado de Nuevo León , Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El Bronco” tuvo el logro de romper con el bipartidismo reinante en la región, que antes de estas elecciones repartía el 95 por ciento de sus votos entre el PRI y el PAN.
“El Bronco” no es nuevo, pues militó en el Revolucionario Institucional por más de 30 años, desde que en 1991 fue secretario estatal de la Confederación Nacional Campesina, Diputado federal en 1992, Diputado local en 1997, y Presidente municipal de García, Nuevo León, de 2009 a 2012.
Por su parte Manuel Clouthier Carrillo, quien alguna vez fue militante del PAN y lo dejó en 1990 tras opinar que el partido había perdido su esencia ideológica, obtuvo en 2015 un cargo como Diputado federal sin afiliación partidista por el Distrito V de Sinaloa. Su primera iniciativa de reforma constitucional busca fortalecer las candidaturas independientes.
Aún no está claro si estos personajes de verdad harán un cambio con el poder que adquirieron, pero ya abrieron la puerta para explorar si el camino independiente es la respuesta.
“Creo que es importante que ‘El Bronco’ haya llegado a ser Gobernador porque se trata de un candidato independiente. Ojo, no es un candidato ciudadano y en México debemos aprender a hacer esa distinción […] Ha sido un priísta de toda la vida, veremos si es capaz de romper con esa tradición y hacer una política ciudadana […] El hecho de que haya llegado al poder de manera heterodoxa, como miembro del sistema, todavía no nos dice mucho de él”, opinó sobre el tema anterior en entrevista con SinEmbargo el escritor Juan Villoro, que recibirá en marzo el Premio Excelencia en las Letras “José Emilio Pacheco”, otorgado por la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY), la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y la asociación académica UC-Mexicanistas.
Por su parte, la también laureada Elena Poniatowska recibió dos Doctorados Honoris Causa, uno por parte de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y otro más por la Universidad de Guadalajara.
“Somos muy inferiores a lo que pudimos ser y hemos sido. Hemos ido de bajada, cayendo en un precipicio que se llama Ayotzinapa, que se llama los 43 estudiantes desaparecidos”, dijo la periodista a este medio.
No obstante, el mayor galardón se lo llevó Fernando del Paso, quien el 12 de noviembre ganó el Premio Cervantes 2015, considerado el más importante de las letras hispanas, por sus “aportaciones al desarrollo de la novela que aúna tradición y modernidad, como lo hizo Cervantes”, dijo el jurado.
