Como los chicles, de todos los gustos y de todos los sabores: la música en el mercado en inglés no tiene fronteras ni fecha de caducidad. Todos los años decretamos la comercialización de los sonidos contemporáneos, pero hay que decirlo: quien quiere oír, oye.
Ciudad de México, 20 de diciembre (SinEmbargo).- Es buscar perlas verdaderas en un océano de gemas falsas. Y las perlas verdaderas son muchas, aun cuando lo que prima es la queja por la falta de ideas o valores genuinos en la música.
Es un mercado, el de la música anglosajona, es verdad; pero funciona y nadie podrá negar que este 2015 fue variado y rico en propuestas que no dejaremos pasar así nomás. Elegimos nuestros 10 con mucho contento y amor por los discos enteros, como concepto, con voluntad de discurso.
Allá van:
Grimes: Art Angels
Cuarto álbum de la cantante y productora canadiense Claire Boucher. Es el sucesor de Visions, editado en 2013. Devastadora expresión de una artista prodigiosa.
Coldplay: A Head Full Of Dreams
Séptimo disco de estudio de la banda liderada por Chris Martin, acaso el único talento verdadero de la agrupación que no obstante siempre se las arregla para sonar armada y eficaz. Mucho pop, es cierto, pero bien hecho.
Florence and the Machine: How Big How Blue How Beautiful
El 29 de mayo se estrenó el tercer disco de la banda británica y aunque la crítica fue dispar (para algunos fue lo peor de la inglesa en años), sucumbimos frente a tanto desborde emocional. No apto para cardíacos.
Alabama Shakes: Sound & Color
Segundo disco de estudio de la banda estadounidense liderado por la poderosa cantante Brittany Howard. Un álbum con el que la agrupación rompe con sus propios moldes y se arriesga con un tono más oscuro en su ya de por sí conmovedor crudo sonido vintage. Majestuosos.
Sufjan Stevens: Carrie & Lowell
Un trabajo con el que el artista estadounidense honra la memoria de su madre recientemente fallecida. Melancolía y dolor en grado extremo para regalar un disco de largo aliento, casi un clásico.
Ghost: Meliora
Tercer álbum de estudio de la banda sueca y lo mejor: está enterito en YouTube y Spotify. Es heavy metal dramático y romántico, espeso y barroco. Hay al mismo tiempo una delicadeza contemplativa, cierta timidez que abruma.
Kendrick Lamar: To Pimp a Butterfly
Es el gran disco del hip hop del año, primero en la lista de la prestigiosa revista musical Pitchfork. Es el tercero de estudio del rapero y supera todas las expectativas creadas alrededor de su carrera luminosa.
Steven Wilson: Hand Cannot Erase
Inspirado en la historia de Joyce Carol Vincent, una chica cuyo cadáver permaneció durante tres años sin ser descubierto en un departamento de Londres, el cuarto disco de estudio del artista británico está lleno de atmósferas envolventes, capaces de atravesar todos los estados de ánimo posibles.
Tame Impala: Currents
Tercer disco de la banda australiana liderada por Kevin Parker. Demasiados sintetizadores, mucha ampulosidad, dirán algunos, pero lo cierto es que aunque desconcierte a los fans de hueso colorado, el álbum marca una evolución notoria y se deja oír delicioso, placentero.
Adele: 25
Y sí. Adele. Aunque sea más de lo mismo. Pero lo cierto es que con “Hello”, el poderoso primer sencillo, la inglesa nos conquistó. Todos tenemos nuestro corazoncito y eso lo entiende bien la intérprete.