Mientras que en España el partido Podemos será el gran protagonista de los comicios del 20D, en México la Ley Electoral impide el registro de nuevas fuerzas políticas, sumado a que la sociedad, aunque harta del partidismo, vota por aparentes nuevas propuestas que representan más de lo mismo, coinciden analistas políticos.
Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– La cita para los comicios en España para renovar el Parlamento y elegir a un nuevo Presidente será este domingo 20 de diciembre. El partido Podemos, el cual está encabezado por intelectuales, artistas, activistas, investigadores, maestros, obreros, estudiantes y liderada Pablo Iglesias será la fuerza política que haga frente, principalmente, al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y al Partido Popular (PP).
De acuerdo con las últimas encuestas, Podemos podría colocarse como la segunda fuerza política de ese país e incluso Iglesias podría conseguir una victoria histórica en los comicios del domingo. El partido surgió tras la multitudinaria manifestación del 15 de mayo de 2011, cuando una ola de indignados llenaron las plazas y calles del país para protestar contra el Gobierno de Mariano Rajoy.
Criticado por muchos y alabado por otros, este partido político es uno de los actores principales de estos comicios. En opinión de politólogos consultados por SinEmbargo, en México, muy a pesar del hartazgo por los partidos políticos, un fenómeno como el de Podemos en España no tendría cabida, en primer lugar porque la Ley Electoral no lo permite y luego porque las nuevas propuestas políticas siguen apostando a viejas prácticas, inclusive en el discurso.
Para el maestro Pablo Javier Becerra Chávez, investigador del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa, la sociedad mexicana no podría tener un Podemos porque se trata de una propuesta focalizada en España y algo parecido podría entenderse como las candidaturas independientes, aunque en los pasados comicios se demostró este tipo de candidatos tuvieron vínculos de partidos políticos.
«No veo posible un Podemos, primero porque tenemos cerrado el registro a nuevos partidos, de acuerdo con la ley sólo puede haber registro luego de la elección presidencial de 2018. Y por ejemplo, la atención se va a centrar en las candidaturas fuertes [no en nuevas propuestas]. En una izquierda vamos a ver el esfuerzo de [Andrés Manuel] López Obrador, y si hace una buena gestión, existe la posibilidad de ver a ‘El Bronco'», comentó.
El investigador puntualizó que la estructura tradicional de los partidos políticos –PRI [Partido Revolucionario Institucional], PAN [Partido Acción Nacional] y PRD [Partido de la Revolución Democrática]– sigue vigente entre el electorado mexicano, aunque los ciudadanos siguen buscando nuevas propuestas.
«En la elección del año 2000 la mayoría de los votos se concentró en tres partidos. Se podía pensar que esos son los grandes protagonistas, pero en la última elección [de 2012] esos tres partidos apenas llegaban al 60 por ciento: el PRD apenas tuvo el 10 por ciento; el PAN, quien tuvo 12 años la Presidencia llegó al 20 por ciento; el PRI apenas llegó al 30 por ciento. Eso significa que los ciudadanos que dejaron de votar por esos partidos se han orientado a otros. Como en el caso de Morena [Movimiento Regeneración Nacional], el cual tuvo votantes que antes eran del PRD», dijo Becerra Chávez.
El investigador José Fernández Santillán, catedrático del Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México y profesor residente de la Universidad de Baltimore, opinó que Podemos representa una extensión del chavismo venezolano y que una propuesta así afectaría el desarrollo de la democracia mexicana.
«Aunque Podemos tiene una base, electoralmente no tiene el cómo, no les alcanza para avanzar. Es una propuesta que viene del chavismo, que se ha extendido por América Latina pero es un modelo que ya va de salida: en Argentina lo derrotaron, en Venezuela, en Bolivia… En México tenemos a Morena, que viene de sobrantes de otros partidos», aseveró.
La “gran recesión” surgida en Estados Unidos en 2008 repercutió en diversas naciones del mundo. En España trajo una oleada de recortes al gasto público, desempleo, el destape de casos de corrupción en partidos políticos y la monarquía, además de un aumento en el número de que salieron de su país en busca de trabajo.
Ante la falta de educación pública y gratuita, acceso a servicios de vivienda y salud, millones de personas tomaron las calles. El 15 de mayo de 2011, los lograron que diversas voces, movimientos, grupos y organizaciones sociales se unieran conformando el movimiento 15-M.
Las demandas del 15-M fueron: reformar la Ley Electoral, Reforma Fiscal, desvinculación de la Iglesia, cierre de centrales nucleares, transparencia total en rendición de cuentas, entre otras.
Hasta el momento, las elecciones en España ya se cerraron y ahora queda esperar el próximo 20 de diciembre.Se renovarán 350 diputados del Congreso y 208 senadores, y la posterior conformación del nuevo gobierno que de acuerdo al sistema parlamentario se realiza por las mayorías en la cámara baja.