Un estudio sugiere que los parques para perros también son sitios óptimos para los humanos, pues en ellos se pueden crear nuevas relaciones sociales.
Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo).– ¿Has llevado a tu mascota a un parque para perros? Estos son espacios destinados a brindarle toda la libertad del mundo a tu amigo, de modo que pueda correr y jugar sin que hacerlo represente un riesgo para él o para las personas, incluso estando sin correa.
En México existen pocos, y la mayoría están ubicados en la capital: el Parque Pushkin y el Parque Hundido son algunos de los que han adaptado parte de sus instalaciones exclusivamente para que puedas convivir con tu compañero y éste con otras mascotas. En el interior de la república, el Estado de México y Querétaro ya cuentan con parques para esta actividad.
Tomar un paseo en estos lugares resulta una experiencia grata y benéfica, pero no sólo para las mascotas: un estudio revela que también existen beneficios para los humanos. Se trata de uno realizado por investigadores de la Universidad de Waterloo, en Canadá; mediante el que analizaron cómo se construyen relaciones humanas en los parques para perros y sus implicaciones en la mejora (o no) de una comunidad.
De entre los beneficios encontrados para las comunidades, que hacen que la proliferación de estos parques parezca tentadora, los científicos encontraron que, como si se tratase de un videojuego, cuando paseamos a nuestros perros estos hacen de «avatares»:
«Al igual que en las comunidades de juegos online, donde los usuarios experimentan un espacio compartido a través de un avatar, los hallazgos […] sugieren que los propietarios navegan por los parques a través de sus mascotas», señalan los autores.
Que tu perro sea tu avatar significa que, mientras «navegas» por un parque puedas conocer a nuevas personas, sostener conversaciones y crear nuevas relaciones sociales.
Lo anterior implica que exista un mejoramiento del tiempo de ocio, pues hay la posibilidad de que tus interacciones sociales aumenten y con ello sea más agradable la recreación al aire libre. Además, estas relaciones pueden extenderse fuera del parque. Información del estudio, citada por Journalist’s Resource, indica que incluso hay quienes se refieren a estas áreas verdes como su «comunidad».
Otra ventaja de estos lugares, también citada por el medio estadounidense, es que en los parques de perros los propietarios pueden obtener información acerca de diversos espacios para mascotas, como veterinarios locales, estéticas caninas y tiendas. Además, también pueden compartir algunas referencias relacionadas con otras esferas de su vida y así compartir recursos sociales.
Cuando aumentan las interacciones positivas «se proporciona la oportunidad para las relaciones y de formar comunidades como fuentes de apoyo, intercambio de información, acción colectiva y logro de acuerdos».
Pero como no todo es miel sobre hojuelas, este estudio también arrojó un pequeño inconveniente: así como las interacciones positivas con los perros proporcionan oportunidades de nuevas relaciones, «las percepciones negativas de los perros a menudo se extienden a los propietarios, lo que conduce a la tensión, el juicio, y a veces su exclusión de las redes sociales o espacio público total».
Es de admitir que si un perro ataca al can de otro, será complicado lograr un trato más cordial con el propietario… Finalmente, el estudio sugiere que hay que comprender los roles de los perros y sus implicaciones en la facilitación de las relaciones sociales entre las personas.
Esta investigación, que fue realizada en un parque ubicado en Montreal, Canadá, tuvo también como objetivo hacer recomendaciones a la política local para crear condiciones óptimas para la construcción de parques de para perros, y a investigadores para estudiar estos espacios.
Entre las recomendaciones que se ofrecieron para una próxima investigación –explica el Journalist’s Resource– se encuentra el «explorar cómo los perros podrían ser utilizados como avatares para residentes que pueden ser estigmatizados (por ejemplo, personas sin hogar y los discapacitados)». En cuanto a las recomendaciones a los funcionarios locales se incluye involucrar a propietarios voluntarios para la administración de los parques y crear eventos comunitarios relacionados con la educación canina.
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En México, la construcción de estos espacios aún es pobre y, recientemente, se presentó el caso de múltiples muertes de perros en una zona cercana al Parque México (uno de los pocos del país que cuenta con un lugar especial para las mascotas). Evitar estos incidentes implica tener una buena cultura del cuidado de nuestras mascotas: supervisarlas al salir con ellas, pasearles con correas y soltarlos sólo en lugares en que puedas estar pendiente de su integridad.