Leicester (Reino Unido), 11 oct (dpa) – El seleccionado argentino de rugby venció hoy a Namibia 64-19 en el cierre del Grupo C del Mundial y sólo le resta esperar el ganador del partido entre Francia e Irlanda para conocer su rival de cuartos de final.
Argentina se marchó del Leicester City con una sensación ambivalente: apoyó nueve tries y goleó, pero recibió tres conquistas y mostró algunos errores preocupantes en defensa, que ante una potencia no tendrán perdón.
Con Argentina ya clasificada antes de jugar, la premisa del entrenador argentino, Daniel Hourcade, de corregir ciertas fallas para no repetir en los cuartos de final se cumplió a medias.
Con los nueve tries, los Pumas volvieron a mostrar esa vocación ofensiva que el entrenador pretende: finalizan la fase de grupos como uno de los equipos más anotadores del torneo, con 22 conquistas, superados sólo por Nueva Zelanda (25) y Sudáfrica (23).
Anotaron por los Pumas: Juan Martín Hernández (a los 7 minutos), Matías Moroni (18′), Horacio Agulla (23′), Facundo Isa (35′), Lucas Noguera (39′), Matías Alemanno (48′), Leonardo Senatore (63′), Julián Montoya (68′) y Tomás Cubelli (73′).
Los tries de Namibia, sin embargo, dejaron expuestos errores que Argentina no debía cometer.
En la primera conquista de los africanos hubo una desatención al liberar la pelota en un maul. El balón quedó suelto y el wing Tromp lo llevó hasta el in-goal como un futbolista con los pies para el sorpresivo try, sobre todo porque los Pumas jugaban con un hombre más.
Fue, además, un ejemplo de la falta de contundencia de Argentina, ya que Namibia estaba temporalmente con 14 jugadores por la amonestación de Deysel por un tackle alto sobre Juan Martín Hernández. En esos 10 minutos Argentina recibió siete puntos en contra.
En la segunda conquista rival falló la defensa: el namibio Deysel explotó un hueco que dejó la línea argentina por el centro para irse derecho al try (36-14 para los Pumas).
Cuando el partido parecía cerrado, y el tiempo estaba cumplido, Argentina perdió el balón en un maul en sus propias 22 yardas y el ingresado Eugene Jantjies apoyó para poner el marcador 64-19.
En ataque, en cambio, Argentina fue un vendaval. Decidido, ágil y punzante, sometió a Namibia en cada avance. Con los nueve tries, los Pumas deleitaron a los miles de argentinos que volvieron a mostrarle apoyo al equipo en el Mundial.
El público en el estadio aprovechó el trámite sencillo para divertirse con una bien organizada «ola» para acompañar el mediodía soleado aunque fresco en Leicester. O gritando «try, try, try» cuando el árbitro francés Pascal Gauzere pedía la revisión de una jugada por televisión.
A los 50 minutos dejó la cancha entre aplausos Hernández, que volvió a jugar después de un desgarro y demostró que como apertura se siente más cómodo que de centro. Distribuyó el juego hábilmente, apoyó un try y fue el artífice de la conquista de Moroni.
Las conquistas llegaron por nueve jugadores distintos, otra muestra del hambre ofensivo basado en un juego asociado bien trabajado que tiene Argentina y que será crucial dentro de siete días en los cuartos de final.
No bien completado el trámite ante Namibia, Argentina mirará con atención el partido entre Francia e Irlanda, a las 16:45 (17:45 GMT) en Cardiff. Quien gane será el rival de cuartos de final, el domingo 18 en el mismo Millennium de la capital galesa.
El equipo argentino ya estuvo mirando videos de ambos seleccionados esta semana para preparar el choque más importante en el Mundial.
A la cinta del futuro rival deberán sumarle la repetición del partido de hoy ante Namibia: encontrarán mucho por corregir.