Al indigente le rociaron con gasolina y le prendieron fuego mientras dormía a un costado de la Catedral en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).- Un indigente resultó con lesiones de consideración cuando lo quemaron con gasolina mientras dormía cerca de la Catedral San Marcos en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
El ataque ocurrió durante la mañana de este miércoles cuando los gritos de dolor y desesperación alertaron a los ciudadanos quienes vieron al indigente con quemaduras en piernas, brazos y espalda, principalmente de la parte derecha.
De acuerdo a las primeras versiones, dos jóvenes son los que le rociaron gasolina y le prendieron fuego. Elementos de Protección Civil y la Policía Estatal Preventiva llegaron para tomar nota de la agresión contra el hombre identificado como Rafael López Ayala.
Paramédicos dieron los primeros auxilios a la víctima que presentaba quemaduras de primer y segundo grado, y lo trasladaron al hospital para su mayor atención médica. Hasta el momento, se desconocen los motivos del ataque.
OTROS CASOS
El 22 de julio del año pasado salió una fotografía difundida por el portal Plex, la cual, mostraba a un grupo de personas en la zona turística de Ensenada, Baja California, quienes sonriendo posaron para la cámara, mientras uno de ellos sujeta a un indigente con una correa.
El medio local explicaba en su publicación que recibió la imagen a través de un denunciante quien pidió el anonimato. En la foto se puede observar a un grupo de siete hombres y mujeres, entre los que se encontraba un hombre indigente, el cual fue sujetado del cuello por una persona que fue identificada como Francisco Argüelles Medina, de 50 años de edad, propietario de la cantina “Los Carbones”.
En la misma publicación también se identificó a uno de los participantes, como Pedro Quezada Vázquez, Director académico de la Universidad Xochicalco, Campus Ensenada; días después se identificó a una abogada.
La foto generó gran indignación que provocó peticiones en Change para la destitución de los funcionarios. Días después Pedro Quezada Vázquez, Director académico de la Universidad Xochicalco, Campus Ensenada, y la abogada adscrita a la Defensoría Pública del estado de Baja California, Verónica Casillas Romero, presentaron renuncias a sus cargos después de que fuera difundida una fotografía.
El propietario del restaurante “Los Carbones”, Francisco Arturo Arguelles, quien participó en una polémica fotografía en la que él sostiene una correa que un hombre en condición de calle lleva en el cuello, pidió perdón a través de un vídeo que subió a su perfil de Facebook en donde aseguró que su error fue tomar la cuerda y justificó que el indigente ya la tenía puesta.
Meses después, el 20 de diciembre del año anterior, el joven Adal Mundo Rodríguez, de 17 años de edad, publicó un video en el se ve cómo el joven lesiona a Juan Carlos Rangel, un hombre en situación de calle. El menor usaba una pistola eléctrica y le quemaba el pecho con un cigarrillo tras obligarlo a desnudarse.
La grabación fue duramente criticada en redes sociales y generó la reacción de Anonymus México, que identificó y exhibió el nombre del joven para enviar un mensaje para exigir justicia por los lamentables hechos, pues considera que ”el racismo, la humillación, la tortura, la discriminación, etcétera, son delitos y deben ser castigados”.
Tras el mensaje, empezó a circular en redes una advertencia para localizar al chico de 17 años, se difundieron fotografías de su hermano, sus padres y de él.
El menor se asustó por la amenaza. Se presentó ante el Ministerio Público y la investigación fue remitida al Ministerio Público Especializado en Adolescentes.
Días después se supo que se llegó a un acuerdo en donde Juan Carlos Rangel Rodríguez otorgó el perdón a su agresor y sería compensado por 6 mil pesos.
También el 20 de diciembre, empleados de una tienda comercial Coppel en Tepic, Nayarit, fueron fotografiados mientras insultaban y mojaban a dos indigentes que se encontraban sentados fuera del establecimiento
El incidente ocurrió en la sucursal de Mololoa, en Tepic, cuando una pareja de indigentes se sentó a comer en las escaleras de la entrada principal del establecimiento.
De acuerdo con testigos, uno de los empleados de Coppel insultó a la mujer y le exigió que se retirara del lugar. Después, otros dos sujetos, que también portaban el uniforme de la tienda comercial, salieron con una manguera y mojaron a los indigentes y la comida que tenían.
Las fotografías de la agresión fueron difundidas por usuarios de redes sociales, quienes exigieron a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) su intervención inmediata.
La tienda comercial emitió un comunicado en el que lamentó los hechos; sin embargo, no informó sobre alguna sanción contra los empleados por haber agredido a los indigentes
2016
Pero las vejaciones a personas en situación de calle, exhibidas como trofeos en las redes sociales, continuaron en este 2016.
El pasado 24 de mayo, usuarios de redes sociales mostraron su repudio por un video grabado por un grupo de menores que presumieron cómo se burlaron de un indigente luego de apedrearlo y arrojarle pintura en la ciudad de Celaya, Guanajuato.
En el video que fue compartido en las redes sociales de los agresores, se observa cómo al menos cuatro menores alcanzaron y comenzaron a molestar a un hombre en situación de calle al que llaman “el señor de las cobijas” que caminaba por una avenida.
Los usuarios en redes sociales abrieron una petición en la plataforma change.org para exigir un castigo. el Ministerio Público se dio inicio a la carpeta de investigación 89/2016 en la agencia No. 1 de Celaya, luego recibir un oficio por parte de la Lic. Margarita Guadalupe Camacho Trujillo, subprocuradora de los Derechos Humanos Zona ‘C’, donde se denunció el atentado contra la dignidad del hombre en situación de calle.
Dos días después los menores pidieron una disculpa pública.
Mientras que hace poco más de cuatro meses, dos policías municipales de Puebla s elementos de la Policía Municipal son acusados de dejar libre a un indigente que supuestamente se dedica a asaltar a los vecinos de la junta auxiliar Ignacio Zaragoza, Puebla, a cambio de que sea utilizado como sparring por los uniformados.