«Los niños son el gancho de los empresarios taurinos», los grandes eventos de esta índole lanzan carteles con enormes letras donde invitan a los padres a llevar a sus hijos sin ningún costo, buscan inculcarles desde pequeños esta falta de sensibilización hacia la tortura y el sufrimiento que vive el toro, lamenta activista.
Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).- La tauromaquia ha sido un recurrente tema de discusión entre adeptos a esta práctica y activistas que velan por los derechos de los animales, en cualquiera de los dos casos se trata de adultos que son capaces de tomar sus decisiones, pero hay un sector que no puede hacerlo: los niños.
Ante este panorama, en febrero de este año el Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió una recomendación para que los menores no sean partícipes de este espectáculo, debido al contenido violento que posee.
La asociación civil Activismo por el Mundo Animal (AMA) lanzó a inicios de este mes el cortometraje «Otto El Toro», en donde muestra la preparación de estos animales antes de la corrida. En palabras del presidente de la ONG, Carlos Maya Cordero, el video busca transmitir la recomendación internacional, sobre la prohibición de la entrada a los menores debido a la violencia que se muestra en estos eventos.
El corto, dirigido por Andie Esquivel, presenta el proceso por el que pasa un toro desde su nacimiento hasta su muerte en medio de un ruedo, mientras decenas de personas aplauden alrededor desde las gradas. Con ello pretenden que los pequeños se formen un criterio y decidan si quieren entrar o no a presenciar las corridas de toros. «Que los menores no asistan sólo porque a sus padres les gusta», pide el animalista.
De acuerdo con la sinopsis que la asociación presenta en YouTube, «Otto es un toro común que vivía en paz y tranquilidad pastando, pero al cumplir cinco años le sucede algo que jamás hubiera imaginado: Era el momento de asistir a una Fiesta Brava. Al escuchar la palabra fiesta la situación sonaba muy divertida, pero con el paso de las horas descubrirá que era todo lo contrario».
El cortometraje con duración de cuatro minutos, implicó un trabajo de diez meses, desde la investigación, animación, edición, hasta llegar al producto final. Ha sido presentado hasta el momento en cuatro primarias de Morelia, Michoacán. El activista señala que los niños han mostrado rechazo hacia la fiesta brava, «se sienten mal a la hora de ver lo que el toro sufre», asegura a SinEmbargo.
Además señala que si a los menores se les mostrara crudamente la realidad de lo que pasa, y no mediante dibujos animados, «sería un shock de por vida».
Activismo por el Mundo Animal además realizó una campaña en la que, por medio de dibujos, reproduce las recomendaciones al Estado mexicano de la Organización de las Naciones Unidas a través de su Comisión de los Derechos del Niño. Les compartimos a continuación la galería: