Tixtla, Guerrero, 15 de diciembre (SinEmbargo).– Agentes de la Policía Federal se enfrentaron la madrugada de ayer domingo en la ciudad de Chilpancingo con maestros, estudiantes y padres de los 43 normalistas que desaparecieron de Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre pasado. Las fuerzas federales no emitieron comunicado oficial, mientras que activistas, organizaciones y los mismos estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos acusaron a agentes de haber provocado el incidente en estado de ebriedad.
Durante el día de ayer circularon distintas versiones que hablaban de agentes heridos, uno de ellos supuestamente de gravedad; algunos medios citaron fuentes extraoficiales. Sin embargo, por medio de comunicados, en conferencias de prensa y en la noche durante el concierto “Ayotzinapa: Encuentro cultural, musical y artístico. Una luz en la oscuridad”, los padres acusaron al gobierno federal de haber provocado un incidente de manera deliberada.
«Lo que sucedió hoy [ayer] por la madrugada es una muestra de que el gobierno federal está intentando callar las voces de los padres de familia y de los estudiantes y de todos los que están protestando», acusó Melitón Ortega, uno de los padres de los 43 normalistas, en el escenario del concierto que se llevó acabo anoche en el Zócalo de Tixtla.
Aseguró que las manifestaciones están exigiendo justicia para los estudiantes que hoy no están con ellos. «Ahí está la prueba de que el gobierno federal está enviando a la policía federal para agredir a los estudiantes, a los padres de familia y a los maestros de la CETEG [Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero]», dijo.
«Solamente íbamos a hacer un evento […] lo que hemos recibo fue una agresión de la Policía Federal», reclamó. Dijo que ellos como padres creían que la Policía Federal estaba ayudando a buscar a los estudiantes, pero «nos dimos cuenta de que son los mismos», agregó.
El padre continuó: «No nos queda otro camino que juntar esfuerzos para seguir adelante». Detalló que tres padres de familia resultaron lesionados durante el enfrentamiento con policías federales, además de varios estudiantes, algunos de ellos de gravedad.
«Vamos a seguir luchando», dijo Ortega. Advirtió también, que «aún con esa agresión de parte del gobierno, no nos vamos a detener».
A las 18:45 horas de ayer domingo, en una sede distinta a la originalmente planteada, Chilpancingo, y tras difundirse una versión de que se cancelaría, el concierto en solidaridad con los 43 normalistas de Ayotzinapa, comenzó en el zócalo de Tixtla, Guerrero.
Con una explanada llena, en su mayoría por jóvenes, el evento arrancó con un rito tradicional náhuatl.
En el concierto participaron la rondalla «Romance» de la Normal de Ayotzinapa y su grupo de danza. Durante el evento los asistentes mostraron su apoyo a los estudiantes coreando consignas como «Ayotzi vive, vive, la lucha sigue, sigue».
Algunas de las bandas que participaron fueron Los Cojolites, Lengualerta, Los Aguas Aguas, Olmeca, Obeja Negra, Pachamama Familia, Segregados, Tehualné, Montserrat de León y Eric Ocelotl. Entre cada intervención, el público gritaba consignas como «¡Fuera Peña!», «Vivos se los llevaron, vivos lo queremos», y «No están solos». La agrupación Panteón Rococó cerró el evento.
Los artistas refrendaron su solidaridad y apoyo con los familiares y compañeros de los normalistas desaparecidos. El evento transcurrió sin incidentes.
EL ENFRENTAMIENTO
Organizaciones civiles, entre ellas la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) y del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, denunciaron que la madrugada de ayer domingo jóvenes normalistas iban a bordo de dos camiones y se dirigían al lugar conocido como El Caballito, en la ciudad de Chilpancingo, para comenzar con los preparativos de un concierto en solidaridad con la Normal de Ayotzinapa que se realizaría en esa ciudad, cuando un taxi con policías vestidos de civil y en estado de ebriedad los interceptaron, los agredieron verbalmente y posteriormente comenzó el enfrentamiento.
Horas después otras versiones comenzaron a circular en los medios de comunicación. Una de ellas señaló que fuentes extraoficiales de la Policía Federal, dependencia que hasta ayer por la noche no había emitido ningún comunicado oficial, aseguraron que los elementos de seguridad fueron los agredidos.
Dijeron que tres policías federales fueron retenidos y golpeados por miembros de la CETEG, por lo que al momento de que otros uniformados intentaron auxiliar a sus compañeros, comenzó el enfrentamiento.
Posteriormente estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos denunciaron en una conferencia de prensa, afuera de la sede de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero, que a no más de tres meses del asesinato y desaparición de sus compañeros, las fuerzas de seguridad “reaccionan igualmente”. Reiteraron la versión de las organizaciones.
Ayer por la noche la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se pronunció sobre el caso y rechazó los actos de violencia en Chilpancigo. Además hizo un llamado a las autoridades del Estado mexicano a que ajusten su actuación a lo dispuesto en la Constitución e inició una investigación de los hechos.
LAS ORGANIZACIONES DICEN…
En un comunicado, la ANAD detalló que los policías descendieron de un vehículo y comenzaron a agredir verbalmente a los jóvenes. Esto derivó en una confrontación verbal. Posteriormente las elementos de seguridad habrían entrado al hotel Real del Sol, de donde salieron otros uniformados portando insignias de la Policía Federal, junto con aproximadamente otros 30 elementos, cinco de ellos armados.
Señalaron que debido al enfrentamiento, al lugar arribaron más estudiantes normalistas, así como los padres de familia de algunos de los 43, para brindar auxilio a sus compañeros.
Por su parte, el Centro de los Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan denunció: “[Los policías] tenían el claro propósito de acallar las voces de padres y estudiantes que exigen la presentación con vida de los 42 estudiantes desaparecidos”.
LOS NORMALISTAS DENUNCIARON…
En una conferencia de prensa que ofrecieron ayer por la tarde en Chilpancingo, estudiantes normalistas denunciaron que los policías federales fueron los que agredieron a algunos de sus compañeros y sostuvieron que los uniformados estaban en estado de ebriedad.
David García López, uno de los estudiantes, declaró: ”es algo indignante que apenas, a no más de tres meses de la situación de nuestros compañeros, reaccionan igualmente”. Pidió que la Policía Federal haga un pronunciamiento público de lo sucedido la madrugada de ayer.
Los estudiantes anunciaron que debido a lo sucedido en Chilpancingo, el concierto “Ayotzinapa: Encuentro Cultural, Musical y Artístico”, el cual se tenía previsto para llevarse a cabo ayer en esa cuidad, cambió de sede.
El evento finalmente se llevó a cabo en el municipio de Tixtla y dio inicio cerca de las 19 horas.
Omar García, otro estudiante normalista, dijo que más allá del evento, el tema de fondo era que la PGR y el gobierno federal “han negado durante casi tres meses su responsabilidad de los hechos del 26 y 27 de septiembre”.
“En esta ocasión actuaron directamente las fuerzas federales contra los compañeros que están luchando por una causa legítima”, acusó.
El concierto forma parte de un conjunto de actividades culturales que se desarrollarán durante esta semana con motivo de la exigencia de presentación con vida de los 42 normalistas que aún se encuentran desaparecidos, detalló García López.
Sobre el enfrentamiento de este domingo, el joven refirió que la primera agresión provino de un grupo de 4 o 5 policías, quienes viajaban a bordo de un automóvil particular y que estaban en estado de ebriedad.
Los uniformados, a decir de García López, agredieron verbalmente al grupo de estudiantes. Posteriormente los policías ingresaron al hotel Real del Sol donde se encontraban hospedados otros elementos de seguridad. “Ellos van, despiertan a todos los demás, ahora sí bajan uniformados y nos empiezan a ofender verbalmente y a decir que ahora sí nos sacáramos el tiro”, precisó.
“Igualmente ellos nos superaban en número, ellos estaban en estado de ebriedad, nosotros nomás nos agachamos y nos volteamos y fue cuando empezaron a agredir a los primeros compañeros. Ellos arrojan una piedra, le dan en la parte del costado y cae al sueño y lo empiezan a patear”, agregó el estudiante. Refirió que en esa segunda agresión, los policías superaban el centenar.
Los jóvenes se identificaron como normalistas y explicaron que se encontraban en Chilpancingo para la organización del concierto.
Posteriormente, narró García López, llegaron más policías, “igualmente sin decir más palabras empiezan a detonar el gas lacrimógeno, las granadas de fragmentación que ya comentaron los maestros”. Aseguró que ellos se replegaron y que los padres de familia se quedaron, pero se identificaron ante los policías, quienes a pesar de ello los agredieron.
VERSIÓN EXTRAOFICIAL DE LA PGR
Fuentes extraoficiales de la Policía Federal informaron que presentaron una denuncia penal ante la PGR contra quienes resulte responsable de las lesiones de ocho uniformados, seis de los cuales fueron hospitalizados. Sin embargo hasta la noche de ayer domingo esto no se había confirmado.
Según la versión, maestros de la CETEG y normalistas acudieron al hotel Real del Sol donde golpearon y retuvieron a tres elementos que se encontraban de guardia en la entrada del inmueble donde estaban hospedados más elementos.
Informaron que uno de los elementos de la Policía Federal que resultó herido durante el enfrentamiento se reportaba como grave. El uniformado al parecer presentó daño cerebral por lo que debió ser trasladado de emergencia a la Ciudad de México para que fuera operado.
CNDH PIDE CONTROLAR A POLICÍAS
Ayer la CNDH rechazó los actos de violencia registrados en Chilpancingo e hizo un llamado a las autoridades del Estado mexicano a que ajusten su actuación a lo dispuesto en la Constitución.
En un comunicado, la dependencia informó: “de acuerdo con la información recabada hasta el momento por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero y la CNDH, elementos de la Policía Federal se enfrentaron con los organizadores de un concierto que se realizaría la mañana de este día en esa ciudad, en solidaridad con los normalistas desaparecidos”.
Detalló que como resultado del enfrentamiento, 17 civiles resultaron heridos, así como 2 elementos policiales.
La CNDH aseguró que desde el momento en que tuvo conocimiento de los hechos, envió a Chilpancingo personal, tanto de la oficina ubicada en la Ciudad de Acapulco como de la Ciudad de México, integrado por médicos y abogados, quienes verificarán el estado de salud de las víctimas, además de que conjuntamente con su homóloga del Estado de Guerrero llevan a cabo todas las actuaciones que les permitan obtener mayor información (evidencias y testimonios) para integrar el expediente respectivo, y en su momento emitir la determinación que conforme a derecho corresponda.
“Esta Comisión Nacional rechaza todo acto de violencia, provenga de donde provenga, pues ésta no es la vía que permita la solución de controversias. De igual manera hace un firme llamado a las autoridades del Estado mexicano, especialmente a las que tienen bajo su mando a los cuerpos de seguridad, con el fin de que ajusten su actuación a lo dispuesto en la Constitución y leyes en la materia”, finalizó.
INCENDIAN VEHÍCULOS
Luego del enfrentamiento, alrededor de las 11:45 horas de ayer, un grupo de maestros y normalistas incendiaron dos vehículos a la altura del Instituto Universitario de Ciencias Policiales en Chilpancingo.
Dos camionetas, que profesores y estudiantes habían retenido días antes como medida para exigir la aparición con vida de los normalistas desaparecidos el 26 de septiembre, fueron incendiadas luego de que encapuchados las estacionaran fuera de un módulo de seguridad y les rociaran gasolina.
Elementos de Protección Civil del Estado y bomberos acudieron al lugar para controlar el incendio.
Momentos después, un grupo de personas con los rostros cubiertos a bordo de una camioneta arribó al monumento a Nicolás Bravo, en la avenida Insurgentes de esa ciudad, lugar donde se llevaría a cabo el concierto; ahí descendieron del vehículo y le prendieron fuego. Posteriormente abandonaron el lugar.