Como muchas de las producciones, el rodaje de la tercera entrega de Succesion se vio retrasada por la pandemia del coronavirus, y no pudo empezar hasta noviembre de 2020, cuando las vacunas aún no estaban disponibles, por lo que había temor durante los rodajes.
Por Helen Cook
Nueva York, 15 oct (EFE).- La guerra civil familiar que retrata la serie Succession, que gira en torno a la descarnada lucha por hacerse con el poder de un imperio mediático, vuelve a la pequeña pantalla después de dos años de ausencia con nuevas dosis de puñaladas sorpresivas y un amplio abanico de conversaciones despiadadas.
«Siempre es liberador lanzar insultos», confiesa a Efe Brian Cox, el actor que interpreta a Logan Roy, patriarca de los Roy y presidente de la empresa Waystar RoyCo, que busca entre sus cuatro hijos a su mejor sucesor.
Y es que en la nueva entrega, en la que la lucha por el poder se intensifica más si cabe con constantes traiciones entre el padre, sus vástagos y algunos de los directivos de Waystar, abundan los cruces de palabras plagados de ingeniosos improperios.
«Ahora ya se está yendo a muerte», dice Cox sobre la tercera temporada, que se estrena el próximo domingo, 17 de octubre, en HBO, con la que se abordan las consecuencias de que Kendall Roy (Jeremy Strong), el hijo a primera vista más ambicioso, acusara públicamente a su padre de conocer los abusos sexuales que tuvieron lugar en la compañía.
La irreverente serie, que se hizo con el Emmy de 2020 al mejor drama tras superar, entre otras, a The Crown y The Handmaid’s Tale, ha llevado incluso a popularizar los «fuck off» (vete a la mierda) que pronuncia habitualmente el personaje de Cox, quien se ha visto forzado a repetirlo fuera de pantalla en los momentos más inesperados.
«Viene gente todo el rato a pedirme que les diga ‘vete a la mierda'», cuenta Cox, que detalla que recibió esa solicitud incluso en una solemne presentación de un libro sobre abusos sexuales enmarcado dentro del movimiento «Me Too» que empezó a arrasar en Hollywood en 2017.
«¿Puedes decirme que me vaya a la mierda, por favor?», recuerda que le dijo uno de los invitados al evento, mientras le plantaba la cámara del teléfono móvil a escasos centímetros de la cara.
«Esa es la locura de los seres humanos. Ahí están, hablando sobre ‘Me Too’ y los derechos de mujeres y cómo a ellas se les falta el respeto, y después se dan la vuelta y me piden que les mande a la mierda. El mundo está loco», relata el británico entre risas.
Como muchas de las producciones, el rodaje de la tercera entrega de Succesion se vio retrasada por la pandemia del coronavirus, y no pudo empezar hasta noviembre de 2020, cuando las vacunas aún no estaban disponibles, por lo que había temor durante los rodajes.
«Fue muy agradable volver a trabajar, pero también había miedo de que en algún momento las cosas pudieran ir mal y que alguien de nuestro set pudiera enfermar gravemente», explica a Efe Kieran Culkin, quien se mete en la piel del hermano pequeño, el irresponsable Roman Roy.
Culkin, hermano menor del popular Macaulay Culkin en la vida real, destacó que el encargado de revisar las medidas anti-coronavirus durante el rodaje puso de relieve cómo de peligroso era el trabajo que estaban realizando.
«Piensa en esto: ¿qué otro trabajo en el mundo requiere específicamente que no lleves material de protección en un momento en el que de verdad lo necesitas?», rememora Culkin sobre los consejos que le daban los especialistas de la producción.
La llegada de la vacuna, sin embargo, relajó la situación, y para cuando terminó el rodaje el pasado mes de julio el ambiente había cambiado mucho. «Fue como el día y la noche, de cómo empezamos en noviembre a cómo acabamos en julio», zanjó.