La central trabaja con 300 megavatios y se proyecta que su costo irá disminuyendo a medida que avance la tecnología.
Ciudad de México, 15 de octubre (TICBeat/SinEmbargo).- A medida que se agrava el cambio climático, cada vez más líderes políticos y científicos de todo el mundo han apostado por las soluciones de geoingeniería para la captura y almacenamiento subterráneo de emisiones de CO2. El año 2030 ha sido señalado por los organismos internacionales como fecha de referencia para la adopción y puesta en marcha de esta tecnología.
Pero Islandia ha decidido ponerse en cabeza con 13 años de antelación y hoy en día, gracias a la adopción de esta tecnología, en la ciudad islandesa de Hellisheiði existe una central geotérmica de 300 megavatios que no sólo no produce emisiones sino que, técnicamente hablando, genera “emisiones negativas”: esto es, captura más dióxido de carbono (CO2) del que produce. La técnica concreta implementada en esta central (y desarrollada por Carbon Engineering) se denomina “de captura directa de aire” y su filosofía podría resumirse como “hacer que las máquinas funcionen como un árbol”.
Esta maravilla de la ingeniería es posible gracias a un sistema de ventiladores que absorbe el aire, filtra el CO2 y lo inyecta en agua que luego es bombeada al suelo, donde finalmente el CO2 se filtra en las rocas. En definitiva, un proceso simple que genera energía renovable al tiempo que elimina emisiones. Parece que son todo ventajas, así que, ¿por qué esta tecnología no ha sido adoptada ya por todos los países industrializados del mundo? Por el coste.
Es decir, a día de hoy lograr que una tonelada de CO2 se ‘convierta en roca’ no es particularmente caro (el coste se sitúa en torno a los 30 dólares). Pero capturar el CO2 del aire es significativamente más costoso. Las esperanza reside en que, a medida que la tecnología continúe avanzando y mejorando, vaya reduciendo su coste y, paralelamente, aumente su tasa de adopción. Carbon Engineering, la compañía responsable del sistema de Hellisheiði, se ha fijado como objetivo bajar el precio a 100 dólares.