Jerusalén, 15 oct (EFE).- El Ejército israelí desplegará el próximo domingo 300 soldados, que trabajarán en coordinación con la Policía para contener la ola de violencia que tiene como epicentro la ciudad santa, cuya parte este está ocupada por Israel desde 1967.
Según un comunicado del Ejército, los efectivos serán desplegados en la urbe de acuerdo a una directiva aprobada por el Gabinete de Seguridad del Ejecutivo «para reforzar a la Policía israelí en su misión de salvaguardar el transporte público y las principales rutas de la ciudad».
La institución anunció ayer su intención de desplegar seis compañías castrenses en centros urbanos de Israel, y no será hasta el próximo día 18 cuando suceda en Jerusalén.
Tras una reunión con los miembros de su gabinete de seguridad, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dio a conocer dos días atrás una serie de medidas excepcionales para hacer frente a los ataques, principalmente apuñalamientos o intentos de apuñalamiento de palestinos contra israelíes, que suman doce en la ciudad desde el 1 de octubre.
Además del despliegue de tropas, el Gobierno israelí autorizó a la Policía a cerrar o rodear barrios palestinos de Jerusalén Este considerados «zonas de fricción» -este plan ya ha sido puesto en marcha en algunas zonas-, demoler de manera inmediata las casas de los atacantes, revocar sus permisos de residencia y reclutar a guardias para vigilar el transporte público.
En 1980 Israel se anexionó de manera unilateral, en una decisión no reconocida por la comunidad internacional, la parte este de la ciudad, reivindicada por los palestinos como capital de su Estado y ocupada por Israel desde la guerra de 1967.
Israel mantiene la ciudad bajo control de la Policía, y el Ejército no cumple labores de patrulla o vigilancia más que en los puntos de control de las regiones fronterizas con los territorios palestinos ocupados. EFE