«La OSCE supervisa el proceso de repliegue y controla los lugares adonde estamos trasladando los morteros», dijo a la prensa Vladislav Selezniov, portavoz del Estado Mayor del Ejército ucraniano, a medios locales.

Selezniov explicó que, una vez concluya la retirada de los morteros, los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) procederán a verificar dicho repliegue en virtud de los acuerdos de paz de Minsk.

El gobernador de Lugansk, Ruslán Tkachuk, precisó que la retirada de las piezas de mortero de 82 milímetros de calibre se prolongará durante tres días.

Además, agregó, en línea también los acuerdos de Minsk, «en el territorio bajo control del Gobierno se ha puesto en marcha labores de desminado y de restablecimiento de las líneas de suministro en los núcleos de población cercanos al frente de batalla».

Selezniov aseguró que, si la OSCE da el visto bueno al repliegue de los morteros, seguidamente las fuerzas gubernamentales continuarán su repliegue de armamento menor de 120 milímetros en la vecina región de Donetsk, principal bastión prorruso en el este del país.

La autoproclamada república popular de Lugansk también anunció el inicio del proceso de retirada de los morteros, que concluirá esta misma semana.

Ambos bandos acordaron a finales de septiembre en Minsk que iniciarían el repliegue del armamento en caso de que se cumpliera a rajatabla un cese del fuego de 48 horas, lo que fue confirmado tanto por Kiev como por los insurgentes.

Este proceso comenzó con la retirada de los tanques de la línea de separación de fuerzas, tras lo que siguió la artillería y, ahora, los morteros.

La retirada del armamento es considerado el principio del fin de la guerra en el este de Ucrania, que estalló en abril de 2014 cuando los prorrusos se sublevaron militarmente contra las nuevas autoridades que derrocaron al presidente, Víktor Yanukóvich.

Ese acuerdo de repliegue de armamento fue rubricado el 2 de octubre en París por Petró Poroshenko y los presidentes de Rusia, Vladímir Putin; Francia, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, garantes de los acuerdos de paz de Minsk.

No obstante, estos líderes descartaron que tanto los aspectos militares como políticos de los acuerdos vayan a cumplirse en el plazo previsto, es decir, antes de finales de este año.

Por de pronto, el arreglo político del conflicto se allanó con la decisión de los separatistas de desconvocar las elecciones locales que tenían previsto celebrar el 18 de octubre (Donetsk) y el 1 de noviembre (Lugansk).

Con la excepción de alguna escaramuza aislada, desde la entrada en vigor a principios de septiembre de un nueva tregua, en el este de Ucrania únicamente se han producido bajas debido a la explosión de minas. EFE