Bruselas, 15 oct (EFE).- La asociación de consumidores europeos y grandes empresas del sector agroalimentario como Nestlé o Kellogg Company han pedido hoy a la Comisión Europea (CE) que limite la presencia de grasas artificiales «trans» en los alimentos, según informaron en un comunicado.
En una carta, dirigida al colegio de comisarios, subrayan su preocupación por «los efectos sanitarios de las grasas ‘trans’ a partir de los aceites parcialmente hidrogenados».
Añaden que «existe una importante base» sobre su nocividad para la salud, «al incrementar en particular el riesgo de ataques al corazón y de enfermedades del corazón».
Los firmantes de la carta se comprometen a eliminar de los alimentos «la totalidad de las grasas ‘trans’ originadas a partir de aceites parcialmente hidrogenados».
«En los últimos diez años ya hemos actuado de manera voluntaria con el lanzamiento de programas para eliminar las grasas ‘trans’, mientras que otros no lo han hecho», indican los responsables de la misiva, entre los que también figuran Mars, Mondélez, el Comité Permanente de Médicos Europeos (CPME), la Red Europea del Corazón (EHN) y la Alianza Europea para la Salud Pública (EPHA).
Recuerdan asimismo que en todo el mundo se toman este tipo de iniciativas, y que tanto Estados Unidos como algunos países de la UE «ya han adoptado medidas para limitar las grasas ‘trans’ producidas industrialmente».
En particular, precisan, «han optado en su mayoría por medidas legislativas» que limitan la cantidad de grasas ‘trans’ artificiales producidas de manera industrial que pueden contener los alimentos.
«Pedimos a la CE que proponga un límite legislativo de 2 gramos por cada 100 gramos de grasa, a la cantidad de grasas ‘trans’ producidas de manera industrial presentes en los alimentos», subrayan.
Consideran que esa acción «sería un paso efectivo hacia una reducción significativa» de esas grasas en la alimentación y que crearía una igualdad de condiciones para los consumidores, con independencia de los productos que compren y que adquieran, así como para las empresas de toda la UE, y que además mejoraría la salud de los ciudadanos.
Las empresas agroalimentarias firmantes indican asimismo que están dispuestas a compartir sus buenas prácticas con las compañías que no han tomado aún medidas, a través de las asociaciones comerciales, con el objetivo de guiarlas en la eliminación de ese tipo de grasas y alcanzar al objetivo legislativo propuesto.
«Compartimos la opinión de que armonizar la legislación europea en el contenido de grasas ‘trans’ en los alimentos producidas de manera industrial con el establecimiento de un límite legal sería una manera efectiva y proporcionada» de reducir más el consumo de esas grasas, indican.
La organización europea de Consumidores (BEUC), valoró que las grandes firmas agroalimentarias se hayan sumado a la petición de limitar la presencia de esas grasas en la alimentación.
BEUC recordó que en 2011, los países de la UE y el Parlamento Europeo fracasaron en el intento de llegar a un acuerdo sobre la mejor opción para limitar el consumo de las grasas ‘trans’ artificiales.
Por ello, pidieron a la CE la publicación de un informe explorando las mejores opciones posibles, un documento que Bruselas tenía que haber presentado hace casi un año pero que todavía no ha salido a la luz. EFE