Esmeralda estaba preocupada de que la inmunización le afectara negativamente a su bebé, por lo que decidió no vacunarse contra la COVID-19
Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).- Esmeralda Ramos, una mujer de Victorville, California, enfermó de COVID-19 cuando estaba embarazada de su tercer hijo. Posteriormente fue hospitalizada y colocada a un ventilador debido a que su estado de salud empeoró.
El domingo pasado Juan Guevara, esposo de Esmeralda, recibió una llamada del hospital. Los médicos le informaron que ya no podían escuchar los latidos del corazón del bebé. Su esposa había tenido un aborto espontáneo. «Cuando llegué al hospital lamentablemente me dijeron que había fallecido», dijo Guevara a The Washington Post.
Todo cambió cuando a mediados de agosto ella y su esposo se contagiaron del virus. Guevara, padre de dos hijos, se enfermó de la garganta, tuvo fiebre y escalofríos. Había dado positivo a coronavirus. Dos días después, Esmeralda también comenzó a sentirse enferma. Luego, uno de sus hijos, de siete años de edad, al igual que sus padres enfermó de COVID-19.
El Post detalla que Esmeralda preocupada por su bebé acudió ella misma al hospital. Sin embargo, la condición de la mujer empeoró y la colocaron a un ventilador. Ni Juan Guevara, ni Ramos habían recibido la vacuna contra el SARS-CoV-2.
Guevara dijo a The Washington Post que él no estaba seguro de vacunarse, mientras que su esposa tenía miedo de que la inmunización afectara negativamente a su bebé a pesar de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) habían recomendado a la mujeres embarazadas a vacunarse contra la COVID-19 refiriendo que las dosis son seguras y efectivas. «Ella siempre estuvo preocupada por el bebé», dijo el hombre en una entrevista.
Los hospitales de Estados Unidos están registrando números inquietantes de futuras madres sin inocular y gravemente enfermas. Las mujeres que esperan un bebé corren mayor riesgo de presentar una enfermedad grave y complicaciones en su embarazo a causa del coronavirus, incluidos posibles abortos espontáneos y mortinatos. Pero sus tasas de vacunación son bajas: aproximadamente sólo el 23 por ciento de ellas han recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19, de acuerdo con datos de los CDC.
“Las vacunas son seguras y efectivas, y nunca ha sido más urgente aumentar la inoculación, ya que nos enfrentamos a la variante Delta altamente contagiosa y estamos viendo graves desenlaces a consecuencia de la COVID-19 entre personas embarazadas sin vacunar”, señaló la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky, en un comunicado.
Por su parte, la Sociedad de Medicina Reproductiva de Estados Unidos avaló la vacunación durante el embarazo con base en la evidencia que ha examinado durante más de un año.