El informe, firmado por científicos estadounidenses, indica que los enfermos graves tratados con esta terapia tuvieron «más probabilidades de sobrevivir», según el resultado de un estudio retrospectivo realizado con 39 pacientes hospitalizados en Nueva York.
Madrid, 15 de septiembre (EFE).- El uso en pacientes graves del plasma de personas que ya han superado la COVID-19 puede ser potencialmente efectivo para controlar la enfermedad, aunque son necesarios ensayos más exhaustivos, sugiere un estudio que publica hoy, martes, la revista Nature Research.
El informe, firmado por científicos estadounidenses, indica que los enfermos graves tratados con esta terapia tuvieron «más probabilidades de sobrevivir«, según el resultado de un estudio retrospectivo realizado con 39 pacientes hospitalizados en Nueva York.
La terapia con plasma convaleciente es una de las opciones que se consideran como tratamiento para el coronavirus, aunque hasta ahora los estudios científicos difieren sobre su utilidad.
El plasma donado por personas que se han recuperado de la COVID-19, es el componente de la sangre que contiene anticuerpos que reconocen específicamente el virus SARS-CoV-2.
There’s a study on the effectiveness of convalescent plasma in COVID patients. https://t.co/AzG7tQdUgz
— Jen Connic (@jenconnic) September 15, 2020
Se cree que estos anticuerpos, transfundidos a pacientes infectados, inducen un efecto antiviral, complementando las respuestas inmunológicas del propio paciente.
Sin embargo, la protección contra la enfermedad aún no se ha relacionado directamente con los niveles de anticuerpos circulantes contra el SARS-CoV-2.
El equipo encabezado por Nicole Bouvier, del Hospital Mount Siani de Nueva York, seleccionó a 39 pacientes -dos tercios eran hombres y un tercio mujeres, con una edad media de 55 años-. Además se creó un grupo de control que tenía un historial de infección, síntomas y condiciones preexistentes similares.
El día de la transfusión de plasma, el 87 por ciento de los pacientes requirió oxígeno suplementario a través de un dispositivo no invasivo, y el 10 por ciento estaba con respirador.
Los datos indicaron que 14 días después da la transfusión de plasma convaleciente, un 18 por ciento de las personas del grupo de tratamiento requirió más oxígeno, mientras que ese porcentaje fue del 28 por ciento para el grupo de control.
El estudio se prolongó hasta el 1 de mayo, cuando el 13 por ciento de los pacientes en tratamiento había fallecido, frente al 24 por ciento en el grupo de control. Además el 72 por ciento y el 67 por ciento habían sido dados de alta, respectivamente.
Los autores consideran que este estudio «aporta pruebas de que la transfusión de plasma convaleciente puede ser un tratamiento eficaz» contra la COVID-19, pero destacan que se necesitan muestras de mayor tamaño y ensayos aleatorios para determinar definitivamente la eficacia de esta terapia.