Pablo Ruíz Galindo Covarrubias
15/09/2014 - 12:01 am
¡Viva México!
Como en otras historias, y sucede con mayor frecuencia en las más famosas, del comienzo de la lucha de independencia mexicana existen, incluso en fuentes oficiales, distintas versiones de los hechos ocurridos. En la escuela crecemos con una idea y poco a poco vamos descubriendo los mitos y las realidades de Hidalgo, el Grito, Morelos, […]
Como en otras historias, y sucede con mayor frecuencia en las más famosas, del comienzo de la lucha de independencia mexicana existen, incluso en fuentes oficiales, distintas versiones de los hechos ocurridos. En la escuela crecemos con una idea y poco a poco vamos descubriendo los mitos y las realidades de Hidalgo, el Grito, Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Aldama, Allende, el “Pípila”, Abasolo, los insurgentes, los gachupines y todos los personajes que aparecen en la historia de la independencia de México. Lo cierto es que hoy 15 de septiembre en la noche (11:00 PM) el presidente de la República, gobernadores de los estados y todos los mexicanos damos el grito de independencia, y mañana 16 de septiembre es día feriado en nuestro país. Me atrevería a decir que es la fecha y la fiesta más importante que tenemos. Quizás con razón.
El grito de Hidalgo en realidad no fue el 15 sino la madrugada del 16 de septiembre de 1810. El llamado tuvo algunas causas o propósitos que a muchos no nos enseñan y son desconocidas. No fue en contra de España, sino de la Nueva España y de la forma de gobernar de las autoridades en América. Hidalgo sí apoyaba a la corona Española pero no al trato que daban los gachupines a los indígenas. En su apoyo a España, el llamado incluso fue también para levantarse contra la invasión francesa en territorio español. Además, el cura nunca tocó la campana, sino le pidió a un campanero que lo hiciera para llamar a la gente. Algunos puntos que no nos cuentan o nos cuentan a medias. El movimiento que empezaron los insurgentes no era un movimiento independentista, o al menos no del todo definido, pero sí querían justicia e igualdad, sin saber exactamente cuál sería el resultado.
Empieza en 1810 una lucha importante, pasando por varios personajes conocidos de la historia de México como José María Morelos y Pavón, a quien erróneamente en la escuela lo colocamos a un lado de Miguel Hidalgo, y que termina con la firma del Tratado de las Tres Garantías en 1821, consumándose así la independencia de México. Vienen después los periodos presidenciales irregulares, dos emperadores y una época de inestabilidad política de un país recién independizado. Pero es ese el verdadero momento de la independencia de nuestro país. No el 15 o 16 de septiembre de 1810, sin embargo por alguna razón histórica le hemos dado a esa fecha ese significado tan importante que tiene hoy en día.
La independencia es el acto que le da identidad y gobernabilidad a un país. La independencia de México fue producto de una serie de situaciones que pasaban en el mundo que se sumaron a la lucha interna. Hoy en día tenemos más de un ejemplo de regiones que luchan por su independencia y no la logran conseguir. En México nos puede costar trabajo entender la existencia en el Siglo XXI de colonias de países o estados con ánimos de independizarse, pero es la realidad.
Gracias a todo esto, hoy vivimos en un México independiente, con una democracia bastante joven y con una clase política altamente criticada. Grupos favorecidos con beneficios inexplicables que comparten el país con otros marginados. Sería bueno en momentos como estos recordar nuestras raíces, los ideales de personajes que soñaban con un país libre, y la unión de muchos que lucharon en conjunto por México.
Está por demás decir lo importante que es conocer nuestra historia. Ojalá algún día en las escuelas enseñen a los niños y jóvenes los hechos como en verdad sucedieron. Mientras tanto, no está mal celebrar, siempre que sepamos qué celebramos y cómo pasaron en realidad las cosas. Claro que ¡viva México!, y ¡viva la democracia! Pero qué abunde y qué viva también la igualdad, la honestidad, la libertad, la educación y la gente que lucha por sus derechos. Viva nuestra cultura, nuestra historia, nuestro presente y futuro. Viva el orgullo mexicano y las ganas y la lucha para progresar y ser un país digno con vida digna. Qué bueno que existan motivos para unirnos, pero que no se queden solamente en el grito de independencia. ¡Qué viva un México con mexicanos que leen, que saben, que se educan, que trabajan, que viven dignamente, que son solidarios, que se apoyan y que tienen un fin común! ¡Viva!
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