El periodista gráfico Héctor García muestra los rostros de esperanza de quienes esperan, desde hace 12 días, a su familiar atrapado en mina de Sabinas.
Por Héctor García
Ciudad de México, 15 de agosto (Vanguardia).- En los pozos de la mina “El Pinabete”, la lucha para rescatar a los 10 mineros atrapados en las entrañas de la tierra, tras inundarse el pasado 3 de agosto, es contra el tiempo y el agua. Este es un capítulo doloroso, pero más común de lo que pueden superar los habitantes de la Región Carbonífera de Coahuila.
El lente de Héctor García, periodista gráfico, retrató por doce días los rostros, los momentos de incertidumbre y la esperanza que prevalece entre las familias de los mineros atrapados, que no se despegan ni de día, ni de noche de la zona cero.
Las familias exigen ahora, que no se repita una nueva tragedia; sus rostros denotan cansancio y hastío, mientras que en las labores participan poco más de 350 elementos y cuerpos de rescate de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Protección Civil, especialistas de Minerales del Norte (Minosa).
Así como las decenas de mineros de la zona, muchos de ellos, familiares de quienes permanecen atrapados en el socavón siniestrado. En sus ojos se percibe la ilusión de volver a sus compañeros, en sus manos cayosas la experiencia de trabajar el “oro negro”, y en sus voces se escucha la tristeza de un futuro condenado a repetir la misma historia.
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