Ciudad de México, 15 de julio (SinEmbargo).- Vecinos organizados de la colonia Condesa denunciaron que existe una red de complicidad entre el despacho Javier Sánchez y Arquitectos con funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal (Seduvi) y de la Delegación Cuauhtémoc, gobernada por el perredista Alejandro Fernández Ramírez, para la construcción de edificios que violentan las normas establecidas y ponen en riesgo la vida de los colonos.
Ante la pasividad de las autoridades competentes y para visibilizar su demanda, los vecinos se manifestaron frente al predio marcado con el número 27 de la calle Juan de la Barreda, en cuya fachada se observan diversos letreros con teléfonos para que se comuniquen los interesados en comprar los futuros departamentos y licencias de demolición.
En plena calle y ante la mirada de por lo menos cinco elementos de seguridad privada que resguardan el predio, María Luisa Yllana, coordinadora del Comité Ciudadano de la Colonia Condesa, aseveró a SinEmbargo que esta construcción, así como la gran mayoría de las que realizan en la zona, violentan toda norma local y las autoridades permaneces pasivas o en contubernio.
“Las 67 manzanas de la colonia Condesa están saturadas gracias a la colindancia con la ilegalidad por parte de las autoridades como la Seduvi, la Delegación Cuauhtémoc, el Instituto de Verificación Administrativa del DF, el Sacmex, la secretaría del Medio Ambiente del DF y el Gobierno del Distrito Federal por no cumplir con la ley ni hacer cumplir la misma”, dijo.
Los vecinos organizados denunciaron que las empresas constructoras, en contubernio con autoridades del GDF han demolido casas con valor arquitectónico, pues algunas estaban incluidas en el catálogo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) lo cual impedía realizar cualquier intervención total o parcial para evitar daños.
Por si fuera poco, las construcciones generan un riesgo adicional pues se edifican sobre suelo lacustre cavernoso, según el propio mapa de riesgos de la Delegación Cuauhtémoc. Pese a esto, las nuevas construcciones rebasan los cinco pisos de altura.
“Es prioridad decirle al constructor puedes construir hasta tres pisos no más, las construcciones de hasta 16 pisos que están aconteciendo en Juan de la Barreda 116 son imposibles ya, en primer lugar por el suelo, en segundo lugar porque está sumamente deteriorada nuestra zona, estamos prácticamente viviendo unos encima de otros”, explicó María Luisa Yllana.
Por lo que realizó un llamado a las autoridades perredistas salientes, así como las que tomarán los controles de la Delegación Cuauhtémoc al mando de Ricardo Monreal Ávila, para que se detengan estas obras hasta que se revise la legalidad de las mismas y se evalúen los impactos ambientales y sociales que generarán en la localidad.
“Emplazamos a las autoridades salientes y a las entrantes a emplazar a que hagan una declaratoria y una moratoria de construcción así como la moratoria urbana en la colonia Condesa, ya que está amenazando la vida de vecinos y visitantes, así como la integridad de la colonia”, explicó.
VECINOS INCONFORMES
Por lo pronto, los vecinos están inconformes por la construcción desmedida de edificios.
Muchos han sido testigos de cómo empresas inmobiliarias se hacen de los enormes predios de la colonia Condesa al desalojar a los vecinos de sus viviendas originales, ya sea por coacción legal o porque las personas prefieren alejarse del ruido de las construcciones, del deterioro vecinal, o por la falta de los servicios, de luz y agua, principalmente.
“Esta zona ya es una zona que está llena de autos, llena de gente, imagínate esto con más departamentos. Luego hay veces que no hay agua, nosotros tenemos que tener medidas de drenaje especial para no afectar a los vecinos en nuestro edificio, imagínate con más gente”, explicó Alejandra Olguín Zulén, vecina de la calle Juan de la Barreda.
Jorge Armando Bonilla, quien vivía en el inmueble marcado con los números 25 y 27 de la calle Juan de la Barreda, recordó que durante los meses de julio y agosto de 2014 los vecinos vivieron “un infierno” porque fueron orillados a dejar su hogar por presión de la constructora Javier Sánchez y Arquitectos (JSA), la cual realizó una demolición parcial y arbitraria por no contar con los permisos necesarios.
“La constructora JSA de Javier Sánchez Corral presionó, intimidó, por medio de golpeadores y desalojó a la mayoría de los inquilinos que habitaban legalmente en esos inmuebles”, sostuvo.
SinEmbargo pudo constatar el avance de las obras en este predio en donde se tiene proyectado construir un multifamiliar de seis torres con pisos de 10, nueve, ocho, seis y cinco niveles, a pesar de que en el programa delegacional de desarrollo urbano la zona está marcada como H3/20/M lo que significa que las construcciones no podrán rebasar los tres pisos de altura.
“Si esta es una zona de máximo tres pisos, ¿por qué construir más pisos y por qué el gobierno los aceptó?”, cuestionó Alejandra Olguín Zulén.