El Primer Ministro Boris Johnson admitió que en el Reino Unido aún existe mucho por hacer para combatir el racismo, por lo que se revisarán los casos de desigualdad en el país; pese a esta declaración, solicitó a los manifestantes a dejar a un lado de las protestas al patrimonio del país.
Londres, Reino Unido, 15 de junio (EFE).- El Primer Ministro británico, Boris Johnson, admitió este lunes que el Reino Unido tiene «mucho» por hacer para afrontar el racismo e indicó que establecerá una comisión que revisará todos los casos de desigualdad en el país.
El «Premier» conservador hizo esta observación en un artículo publicado este lunes en el diario The Daily Telegraph a raíz de las protestas antirracistas que han tenido lugar en varias ciudades británicas en la última semana y las peticiones para retirar de su pedestal a estatuas de personajes históricos.
«Hay mucho más que necesitamos hacer y lo haremos. Es hora de que una comisión intergubernamental observe todos los aspectos de la desigualdad, en el empleo, la sanidad, el (sector) académico y todos los otros aspectos de la vida», escribió.
Reiteró que no pueden ser ignoradas las manifestaciones que han tenido lugar tras la muerte, el pasado mayo, de George Floyd en Estados Unidos, a manos de un agente blanco, pero que el patrimonio del Reino Unido debería ser dejado «en paz».
Además, el Jefe del Gobierno condenó las protestas violentas del sábado en Londres, donde más de 100 personas fueron detenidas después de que algunos individuos, de ultraderecha y que decían querían proteger estatuas, arrojasen botellas y latas contra los agentes y se produjeran forcejeos con las fuerzas del orden.
El líder «tory» se mostró en contra de «volver a escribir» la historia de su país a través de la retirada de estatuas.
Johnson admitió que hay que luchar contra el racismo, pero «dejemos a nuestro patrimonio en general en paz. Si realmente queremos cambiarlo, hay medios democráticos disponibles en este país, gracias, por cierto, a Winston Churchill (exprimer ministro)».
Hace ocho días, la estatua de Churchill en la plaza del Parlamento, en Londres, apareció con pintadas, lo que obligó al Gobierno a cubrirla en su totalidad para evitar destrozos.
También hubo pintadas sobre la estatua de la reina Victoria (1819-1901) en el céntrico Hyde Park, donde se han podido leer palabras como «racista» o «asesina», mientras que la del comerciante de esclavos Edward Colston (1636-1721) fue arrancada en Bristol arrojada en el puerto de esta ciudad inglesa.
Las manifestaciones por la muerte de Floyd y en contra del racismo en general continuaron este fin de semana en diferentes partes del Reino Unido, que se desarrollaron de manera pacífica.