La gente golpeó al joven, aparentemente con domicilio en la colonia Santa Rosa, cerca del lugar donde fue detenido, además lo despojaron de su ropa dejándolo desnudo y sangrando de la boca.
Por Jesús Razo
Puebla/Ciudad de México, 15 de junio (PeriódicoCentral).- Durante la noche del viernes y en casos distintos, dos sujetos señalados por robo de autopartes fueron golpeados por vecinos y entregados a las autoridades.
Uno de los hechos ocurrió en el Infonavit Aparicio, al norte de la ciudad de Puebla, en el segundo andador.
De acuerdo con vecinos, tres sujetos jóvenes estaban robando autopartes de vehículos estacionados en la zona.
Los colonos los sorprendieron y dos de los sujetos escaparon pero uno fue detenido en posesión de unos espejos laterales.
La gente golpeó al joven, aparentemente con domicilio en la colonia Santa Rosa, cerca del lugar donde fue detenido, además lo despojaron de su ropa dejándolo desnudo y sangrando de la boca.
El sujeto dijo que no era delincuente, que únicamente había ido a una fiesta y que luego iba caminando con dos amigos que corrieron y le dejaron los espejos.
La otra detención ciudadana ocurrió en la carretera federal Puebla-Tehuacán, a la altura de la calle 5 de Mayo en la colonia Casa Blanca.
Vecinos señalaron a un sujeto de ser asaltante por lo que lo detuvieron y comenzaron a golpearlo.
En ambos casos los hombres fueron asegurados por elementos de seguridad pública para establecer su situación jurídica y presentarlos ante las autoridades competentes.
ALZA DE LINCHAMIENTOS EN MÉXICO
Los linchamientos en México han tenido una tendencia constante al alza en años recientes con un aumento de 190 por ciento en 2018hasta los 174 casos y 271 víctimas, debido a la incapacidad del Estado para dar condiciones de convivencia pacífica y al hartazgo de la sociedad.
El pasado 22 de mayo se presentó el “Informe Especial sobre los Linchamientos en el Territorio Nacional”, donde el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González, declaró que estos actos “constituyen una de las expresiones más graves de la crisis que en materia de inseguridad, violencia e impunidad enfrenta nuestro país”.
El Ombudsman atribuyó el fenómeno a la desconfianza de la sociedad respecto de las autoridades, la falta reiterada de cumplimiento y aplicación de la ley y la incapacidad de las distintas instancias de Gobierno para generar condiciones de convivencia pacífica.
Ello aunado al hartazgo e impotencia de las personas ante una realidad que las vulnera y lastima, y que en ocasiones incurren en acciones violentas “en contra de aquellos que consideran, o suponen, cometen delitos o atentan en su contra o de la comunidad a la que pertenecen”.
Pero señaló que bajo ningún supuesto es posible legitimar la violencia ejercida de este modo, ni asumirla como forma de protección personal y colectiva.