Al finalizar el partido, el portero del Defensor Acomayo se acercó a uno de los jugadores del Estrella Roja y lo comenzó a golpear. Al instante, otros compañeros suyos patearon al agredido cuando ya estaba tendido en el suelo.
Lima, 15 de mayo (EFE).- Una nueva batalla campal en la Copa Perú tuvo puñetazos, patadas y porrazos entre jugadores, el público y la Policía Nacional del Perú (PNP) al finalizar el encuentro entre el Estrella Roja y el Defensor Acomayo, perteneciente a la primera fase del campeonato.
El episodio de violencia ocurrió al finalizar el partido, ganado el sábado por el Estrella Roja por 2-1, lo que permitió permanecer en la primera división de la Liga Distrital de Parcona, de la ciudad de Ica, mientras que el Acomayo descendió a una categoría inferior.
Tras el pitido final, el portero del Defensor Acomayo propinó un fuerte golpe a uno de los jugadores del Estrella Roja y al instante otros compañeros suyos patearon al agredido cuando ya estaba tendido en el suelo.
Los futbolistas del Estrella Roja intentaron vengar la agresión con acciones similares hacia el otro equipo, mientras algunos espectadores invadieron el terreno de juego del estadio José Picasso Peratta para sumarse a la batalla.
Una treintena de agentes de la Policía separaron rápidamente a porrazos a los jugadores de ambos equipos y también devolvieron a la tribuna a los hinchas más exaltados.
El Estrella Roja ya fue objeto de agresiones y protagonizó otra batalla campal hace dos semanas, en su anterior partido frente al Estrella del Sur, al que también ganaron por 2-1 y le impidieron optar al título.
En ese momento, los jugadores del Estrella del Sur agredieron a los árbitros por no añadir más tiempo al partido y los aficionados destrozaron la copa para el campeón de la Liga Distrital.
A la Copa Perú, cuyo campeón clasifica a la primera división nacional, también se le conoce con el apelativo del «fútbol macho», por su dureza y dificultad para ganarlo, ya que compiten equipos de todos los municipios del país en campos con condiciones muy limitadas.
Las escenas de violencia como las acontecidas en Ica son habituales en este torneo, incluso en las etapas finales donde compiten clubes a nivel nacional. EFE
