La tercera temporada, que se estrena el 23 de abril, será la culminación del proyecto que comenzó con la participación de Castro como Virginia de la Mora, la matriarca de la familia, que por cuestiones personales tuvo que abandonar la segunda temporada.
Por Mónica Rubalcava
México, 13 abr (EFE).- La actriz mexicana Isabel Burr le confesó a Efe que se siente nerviosa por cómo el público recibirá su participación en la nueva temporada de La casa de las flores. Eso sí, le encanta la rebeldía de Virginia de la Mora, su personaje que ahora vuelve, en su versión joven, a la serie de Manolo Caro.
Después de que el público llorara la ausencia de Virginia de la Mora en la trama debido a la salida de Verónica Castro del proyecto, la matriarca de la familia de la Mora regresa, pero esta vez más joven y libre, encarnada por Burr.
Con idas y vueltas al pasado de los personajes, gran parte de la tercera temporada de La casa de las flores se desarrollará en el año de 1979 para explorar los deseos, las aspiraciones y sobre todo las malas o buenas decisiones de sus personajes principales.
«En esta temporada se resuelven varios secretos importantes que desde la primera temporada nos dejaron intrigados, se cierra el ciclo y vamos a descubrir por qué Virginia era como era», aseguró Burr.
Esta no es la primera vez que Isabel y Veronica Castro coinciden a la distancia en producciones, ya que Burr (Ciudad de México, 1988) anteriormente había interpretado a Castro en la serie Hasta que te conocí (2016).
UN RETO INTERPRETATIVO
Sin embargo en esta producción, que ironiza y alaba el estilo telenovelesco, le fue difícil tener presente que no daba vida a la famosa actriz, si no a un personaje que Verónica interpretó.
«En este caso constantemente me repetía, ‘no eres Verónica Castro, eres Virginia de la Mora’, que es completamente diferente. Claro que hay ciertos movimientos que son de la Vero, pero me importaba ver cómo era Virginia y separarlas, y fue un honor», explicó.
Su preparación fue mucha: al menos vio unas ocho veces la primera temporada antes de llegar al casting, y que, una vez dentro, Manolo Caro (creador del proyecto) la dirigiera.
«Vi la temporada sin parar, le ponía pausa, hacía anotaciones, veía los movimientos, cómo agarraba las cosas, el tono tan específico al hablar, las miradas, todo para poder crear su personaje de joven», comenta.
Burr adelanta que su personaje impactará a los seguidores de la serie, pues no es para nada la mujer conservadora que todos los espectadores conocen.
«Virginia era libre, tan diferente a como la vemos en la primera temporada… por decisiones que tomó tuvo que cambiar y se convirtió en una mujer conservadora. Ella odiaba estar atada al qué dirán, odiaba esa vida de las Lomas (zona adinerada de Ciudad de México) y quería ser libre. Su mayor miedo en la vida era ser como su mamá y es en lo que se convirtió al final, era rebelde y se portaba fatal» refleja.
MUCHA MÁS CRÍTICA SOCIAL
Burr también explicó que esta temporada no se quedará atrás con la crítica social característica del trabajo de Caro.
«Es una parodia, no es nada de la vida real y sigue tocando mucho el tema de la droga, el libertinaje de los 70, la homosexualidad, la sociedad. Siguen esos temas pero diferentes», señaló.
Además de los personajes ya conocidos de Cecilia Suárez, Darío Yazbek y Aislinn Derbez, el nuevo elenco está conformado por el actor y cantante Christian Chávez y la cantante Ximena Sariñana, Rebecca Jones, Javier Jattin y Tiago Correa.
Esta exitosa serie de Netflix, con la que su director debutó en la televisión en 2018, se trata de una comedia de humor negro centrada en una familia acaudalada de México, propietaria de una floristería en torno a la cual florecen todo tipo de secretos.
La tercera temporada, que se estrena el 23 de abril, será la culminación del proyecto que comenzó con la participación de Castro como Virginia de la Mora, la matriarca de la familia, que por cuestiones personales tuvo que abandonar la segunda temporada.
Tras la muerte del personaje de Castro, sus hijos Elena (Derbez), Paulina (Suárez), y Julián (Yazbek) afrontaron en la segunda temporada el duelo con una familia que se caía a pedazos y exploraron temas como las sectas religiosas y el empoderamiento femenino, entre otros.