La “joya de la corona” en las elecciones del 4 de junio es el Estado de México, la entidad que ha sido gobernada por el PRI desde hace casi 90 años. Cuna de caciques y políticos que, con fortuna o sin ella, han arribado a puestos públicos para operar el presupuesto más jugoso del país –con las participaciones federales incluidas–, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Riqueza y pobreza se entremezclan en el Edomex, dicen analistas, y ésta es la mezcla perfecta para los priistas que mantienen en la entidad “una maquinaria bien aceitada” para que el voto duro a cambio de despensas y monederos electrónicos rinda frutos. Sin embargo, añaden, el escenario rumbo a la elección del 4 de junio próximo no es claro para el tricolor que, se enfrenta hoy a la posibilidad real de perder la gubernatura que ha mantenido por nueve décadas.
Ciudad de México, 15 de abril (SinEmbargo).- El Estado de México significa un coto de poder económico y político que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no dejará tan fácilmente. Ahí, el viejo priista Carlos Hank González acuñó la frase: “un político pobre, es un pobre político”. Y también ahí un puñado de familias han hecho de la entidad un botín para caciques, familias y amigos.
Analistas consultados por SinEmbargo afirman que no será fácil que el priismo suelte el poder en la entidad, pues en caso de perder la Presidencia de la República en 2018, ese estado será su refugio. La tajada del pastel es tan grande y jugosa como el padrón electoral de más de 11 millones de mexiquenses.
Se trata de la entidad que más recursos federales ha recibido durante los últimos seis años, mientras que su Congreso local ha aprobado presupuestos millonarios, superiores incluso a lo que se destina para la Ciudad de México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
No por nada, el lema del candidato del PRI a la Gobernatura, Alfredo del Mazo, es “fuerte y con todo”.
“Políticamente es la estructura del PRI más sofisticada. Los otros estados comparables es Veracruz, pero ya lo perdió. El Estado de México es la maquinaria que le aportará votos en las elecciones de 2018, el poder político, puestos, cargos públicos. Si pierde el PRI la presidencia de 2018, buena parte del Gobierno se refugiará ahí, porque pocos estados tienen el presupuesto que maneja el Edomex”, dijo Iván Iturbe Carbajal, académico del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.
De acuerdo con el analista, en las elecciones de este año, previstas para el 4 de junio, en el Estado de México se juega una alternancia que le dará un respiro al avance de la democracia. Los comicios, aunque locales, serán definitivos como antesala de 2018.
“Es un principio en teoría política, la mera alternancia en una democracia es positivo. Eso no quiere decir que si gana el PAN [Partido Acción Nacional] o Morena [Movimiento Regeneración Nacional] vamos a tener un resurgimiento, pero es un principio democrático. En el Edomex se añeja un poder amasado a lo largo de los años: la clase política es la clase empresarial. Es el capitalismo de cuates, también en Coahuila sucede, pero el del Edomex es el modelo para este tipo de relaciones”, explicó.
En marzo pasado, Arturo Alvarado Mendoza, director del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex), consideró, en entrevista con SinEmbargo, que la alternancia en la tierra del Presidente Enrique Peña Nieto será la mejor opción para los mexiquenses.
“Sería sano para las instituciones democráticas del país, para la democracia y para el desarrollo no sólo político, sino social y económico de la región, que hubiera un cambio frente a los que son gobiernos muy corruptos, muy opacos, muy incapaces. Que además, como les corresponde una buena parte del área metropolitana de la Ciudad de México, son unos de los principales obstáculos para desarrollo de la zona metropolitana”, dijo.
Sin embargo, no será tan fácil que el PRI pierda la entidad que gobierna desde hace casi 90 años.
ADEMÁS
EDOMEX: UN PASTEL APETECIBLE
Héctor Quintanar Pérez, politólogo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que en términos políticos, el PRI ve al Edomex “como un botín imperdible”.
“Es el lugar donde el Grupo Atlacomulco tiene su cancha, su estadio, es el enclave que les queda. Pero la elección será más competida que la de 2005 y 2011 después de la alternancia del 2000. Ahora sí se vislumbra una situación reñida, pero el PRI nació como un partido de Estado y nunca ha sabido competir democráticamente, así que hará todo lo legal e ilegal para mantenerse en la entidad”, explicó.
El “botín imperdible” no sólo es político, sino económico. El Gobernador del Estado de México maneja uno de los presupuestos más grandes del país. En teoría el segundo, después de la Ciudad de México, pero en la práctica, y desde hace seis años, el número uno gracias a las participaciones federales.
Sólo en participaciones federales de 2012 a febrero de 2017, periodo de la administración de Eruviel Ávila Villegas, la entidad ha recibido 391 mil 955 millones de pesos de acuerdo con las participaciones a entidades federativas de la Secretaría de Hacienda.
Durante estos seis años, las participaciones federales para el Edomex se han mantenido por encima de las que se han destinando a la capital del país, sede de los poderes federales. Según los datos de la Secretaría de Hacienda entre enero y febrero de este año, la entidad recibió 17 mil 853.9 millones de pesos, 27.6 por ciento más que el mismo periodo en 2016.
En presupuesto estatal, el Congreso del Estado de México aprobó durante los últimos seis años 1 millón 227 mil 312 millones de pesos. Para 2017, el presupuesto para el Estado de México es de alrededor de 260 mil millones de pesos; por arriba del de la Ciudad de México que para este año tiene previsto 204 mil millones de pesos.
La historia para este año se repitió: en 2015 el Congreso local aprobó un presupuesto para 2016 de 221 mil millones de pesos, mientras que el de la Ciudad de México se ubicó en 181 mil 334 millones. El presupuesto de 2014 fue considerado, hasta ese momento, el más elevado de la historia del Estado de México con 194 mil millones de pesos.
La entidad también mantiene un nivel de deuda considerable, pues ocupa el quinto lugar entre los estados más endeudados del país.
En contraste, en el Estado de México casi la mitad de la población es pobre. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) –según su último informe que data de 2014– el 46.6 por ciento de la población en el estado vive en situación de pobreza, es decir 8 millones 269 mil personas. Además, el 23.7 por ciento de los mexiquenses, cuatro millones más, son vulnerables por carencias sociales; y 9.3 por ciento (1 millón 554 mil) son vulnerables por el ingreso.
El Coneval detalla que sólo 17.4 por ciento de la población es no vulnerable. Mientras, el 7.2 por ciento, alrededor de un millón 200 mil personas, viven en pobreza extrema, es decir, “disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana”, de acuerdo con la definición del organismo.
ADEMÁS
Las cifras agregan que más de 10 millones de mexiquenses no tienen acceso a seguridad social (60.6 por ciento); 3 millones 280 mil personas no cuentan con servicios de salud (19.7 por ciento); 2 millones 500 mil personas viven con rezago educativo (15.3 por ciento), y casi 4 millones carecen de calidad, espacios y servicios básicos en la vivienda.
El estudio indica que de 2010, cuando aún era Gobernador Peña Nieto, a 2014, ya con Eruviel Ávila, la población en situación de pobreza se incrementó de 42.9 por ciento a 49.6 por ciento.
Los pobres, de acuerdo con analistas y con la oposición, son el botín del PRI en el Edomex. Hasta el momento hay cientos de denuncias de los partidos de oposición ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) en contra del Tricolor por la compra y coacción del voto, a través de dádivas de todo tipo disfrazadas de programas sociales, que entregan a cambio de una copia de la credencial de elector.
Lorenzo Meyer Cossío, historiador e investigador del Colmex, consideró en febrero en entrevista con este medio digital, que será difícil que el elecotrado del PRI en la entidad opte por no vender su voto y, si lo hace, decida no cruzar la boleta por el partido que le dio dinero, una despensa o una tarjeta.
“La maquinaria del PRI en el Estado de México está muy bien aceitada, y la relación es muy antigua. ¿Desde cuándo vendrá el clientelismo? El PRI se especializó en este tipo de relación con los grupos vulnerables, pobres, que tienen que depender de un patrón, un cacique, un líder para conseguir algo. Este líder pide el apoyo en las elecciones, o cuando es necesaria, una manifestación masiva porque va el Gobernador o el Presidente. Esta relación cliente-patrón funciona muy bien en el Estado de México. Esa ha sido la base de su poder”, explicó.
Víctor Hugo Sondón, presidente del Partido Acción Nacional (PAN) en el Edomex, afirmó que el PRI y los gobiernos federal y estatal “crean nuevos pobres” año con año para utilizarlos para conservar el poder.
“Pareciera que ellos [el Gobierno federal y estatal] previo a la elección crearan nuevos pobres quitándoles programas sociales para después, en época electoral, tratar de aliviar su situación”, acusó.
Para el politólogo Héctor Quintanar Pérez si gana el PRI el 4 de junio, la “antidemocracia saldrá ganando”.
Iturbe Carbajal de la Ibero consideró que hoy existen posibilidades reales de que la oposición arribe al poder en el Edomex, pero que en una elección cerrada, unos puntos extras ganados gracias a la estructura territorial del PRI y a la compra del voto, “podrán marcar la diferencia”.
FAMILIAS, NEGOCIOS Y PODER
La gubernatura del Estado de México, recordaron los analistas, ha sido cuna de nuevas familias de ricos, que gracias al poder, ingresaron al mundo de los negocios y llegaron a ser tan adineradas como el caso de los Hank.
Carlos Hank González fue, en sus inicios, un maestro de primaria, quien de la mano del PRI fue Gobernador del Edomex entre 1969-1975. Después fue regente del entonces Distrito Federal. El priista también ocupó cargos en la administración pública federal durante el periodo del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.
Y de ser un profesor de primaria, Hank González no sólo amasó poder, sino también fortuna. Hoy, su hijo Carlos Hank Rhon está considerado en el lugar número 11 de la lista de millonarios en México. En 2012, la revista Forbes lo colocó en el sitio número ocho en el país, y el 913 en el mundo, con una fortuna que ascendía a 1.4 mil millones de dólares. Mientras que Jorge Hank Rhon, el más polémico de los hermanos, es un millonario empresario de las apuestas en Baja California, ex Presidente Municipal de Tijuana y candidato a Gobernador en 2007.
Otro de los casos emblemáticos que han manejado el presupuesto del Edomex es el del ex Gobernador Arturo Montiel Rojas –considerado como el padrino político del Presidente Enrique Peña Nieto– quien gobernó el Estado de México entre 1995-2005. Un hombre que proviene de una familia modesta de Atlacomulco, huérfano de padre y madre desde temprana edad, y que fue investigado por los delitos de peculado, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias, pero exonerado de culpa en 2006.
La revista Proceso, en su edición 1496 publicada en 2005, documenta sobre el enriquecimiento de Montiel Rojas:
“El 18 de octubre de 2002, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), por medio de la Administración Central de Programas Especiales, solicitó al Gobernador mexiquense información sobre dos cuentas abiertas a su nombre en la correduría Merrill Lynch, con sede en Nueva York, en las que en un sólo día –16 de agosto de 2001– se depositaron 2 millones 800 mil dólares”, dice el semanario.
ADEMÁS
En el caso de Alfredo del Mazo Maza, candidato a la gubernatura del Edomex para los comicios de este año, el poder viene de familia. Del Mazo representa a la tercera generación en buscar la gubernatura del Estado de México: su abuelo, Alfredo del Mazo Vélez ocupó el puesto entre 1945-1961, y su padre, Alfredo del Mazo González, entre 1981-1986. Además, su tío Gilberto Enrique Peña del Mazo, es padre del Presidente Peña Nieto.
El poder de los Del Mazo se edificó en el Estado de México desde de 1900 con su bisabuelo Manuel del Mazo Villasante, quien fue Edil de Atlacomulco, y era primo de Arturo Vélez Martínez, Primer Obispo de Toluca.
Los del Mazo gozan no sólo de poder político, sino también económico. En su declaración patrimonial el candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México declaró tener varios inmuebles con un valor total de 45 millones 467 mil 229 pesos, entre otras propiedades; mientras que su contrincante Delfina Gómez Álvarez, candidata de Morena, es hija de un albañil y según su declaración 3de3 posee una casa adquirida a crédito de 52 metros cuadrados, con un valor menor a los 200 mil pesos y un vehículo Nissan modelo 1997 valuado en 79 mil 500 pesos.
Luis Miguel Pérez Juárez, profesor Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, dijo que todos los aspirantes a gobernar la entidad saben que hay en juego el manejo de millonarios recursos de presupuesto gubernamental.
El investigador recordó que en las elecciones de este año, el Estado de México es el más importante y es una prueba “fundamental para presentarse en las elecciones de 2018”.
Por ello para el PRI, quien hace tiempo perdió la Ciudad de México y el año pasado Veracruz, las otras dos entidades en importancia en votos después del Edomex, perder el Estado de México sería preocupante.
“Así que ya no tiene el PRI el DF, tampoco Veracruz. Perder el Estado de México sería muy fuerte, estaría mucho muy preocupado porque en verdad estaría perdiendo la joya de la corona”, consideró.